/ lunes 17 de julio de 2023

El Espectador | Ideologías de extremistas violentos, según el Centro de Contraterrorismo

Las ideologías de extremistas violentos son construcciones retóricas complejas que buscan persuadir y movilizar a individuos hacia la realización de acciones violentas, indica en un reporte el National Counterterrorism Center (NCC), la agencia del gobierno de Estados Unidos encargada de coordinar y dirigir los esfuerzos de contrainteligencia y antiterrorismo a nivel nacional. Estas ideologías, explica, se fundamentan en seis elementos clave que desempeñan un papel crucial en su estructura y en la forma en que impactan en la percepción y motivación de sus seguidores.

Declive: El mundo ha perdido su rumbo… Este elemento representa la interpretación subjetiva de un extremista violento sobre el estado actual del mundo. Los líderes extremistas emplean una retórica apocalíptica para presentar el mundo como desmoronándose, amenazado o sumido en una decadencia moral. De esta manera, buscan crear un sentido de urgencia y desesperación en sus seguidores, convenciéndolos de que la situación actual es inaceptable y requiere una intervención drástica.

Dos bandos: ... debido a las acciones de un enemigo que odia o amenaza lo que es bueno. Los extremistas identifican y demonizan a un enemigo al que atribuyen la responsabilidad del declive del mundo. Este enemigo se convierte en el chivo expiatorio que representa todo lo malo y lo negativo en la visión del extremista. Al retratar a aquellos que se resisten a este enemigo como héroes que luchan por el bien, los líderes extremistas generan un sentido de cohesión y camaradería entre sus seguidores.

Punto crítico: Ahora es el momento. El elemento del punto crítico es esencial para movilizar a los seguidores hacia la acción inmediata. Los líderes extremistas crean una sensación de urgencia y alarma, argumentando que el tiempo para actuar es ahora.

Método: ... cuando la violencia es necesaria para evitar una catástrofe. El método describe la forma específica en que los seguidores deben actuar para enfrentar al enemigo y abordar el declive percibido. Los líderes extremistas presentan la violencia como el medio justo y heroico para resistir al enemigo y restaurar lo que consideran un orden justo y moral.

Peligro de contaminación: Si permanecemos fieles a nuestro curso recto. Este elemento actúa como una salvaguarda para el mantenimiento de la pureza ideológica y la lealtad inquebrantable al movimiento extremista. Los líderes advierten que cualquier forma de diálogo, compromiso o moderación con el enemigo es peligrosa y potencialmente traidora. Al pintar cualquier desviación de la ideología como una amenaza para el éxito del movimiento y la supervivencia del mundo, los extremistas buscan evitar cualquier forma de disidencia interna.

Recompensa: prevaleceremos. La recompensa representa el premio final y la justificación última para la violencia y el sacrificio realizado por los seguidores del extremista. Los líderes pintan un escenario en el que, al prevalecer sobre el enemigo y lograr sus objetivos, se obtendrá una victoria gloriosa y la realización de su visión utópica. Esta imagen motivadora de triunfo o paraíso actúa como un incentivo poderoso para mantener la dedicación y el compromiso de los seguidores a lo largo del tiempo.

En conjunto, dice el Centro Nacional de Contraterrorismo de EU, estos seis elementos forman una narrativa persuasiva que busca movilizar a las personas hacia el extremismo violento. Comprender cómo funcionan estos elementos, agrega, es fundamental para identificar y contrarrestar la radicalización, así como para abordar las ideologías peligrosas que pueden amenazar la seguridad y la estabilidad de la sociedad.

Las ideologías de extremistas violentos son construcciones retóricas complejas que buscan persuadir y movilizar a individuos hacia la realización de acciones violentas, indica en un reporte el National Counterterrorism Center (NCC), la agencia del gobierno de Estados Unidos encargada de coordinar y dirigir los esfuerzos de contrainteligencia y antiterrorismo a nivel nacional. Estas ideologías, explica, se fundamentan en seis elementos clave que desempeñan un papel crucial en su estructura y en la forma en que impactan en la percepción y motivación de sus seguidores.

Declive: El mundo ha perdido su rumbo… Este elemento representa la interpretación subjetiva de un extremista violento sobre el estado actual del mundo. Los líderes extremistas emplean una retórica apocalíptica para presentar el mundo como desmoronándose, amenazado o sumido en una decadencia moral. De esta manera, buscan crear un sentido de urgencia y desesperación en sus seguidores, convenciéndolos de que la situación actual es inaceptable y requiere una intervención drástica.

Dos bandos: ... debido a las acciones de un enemigo que odia o amenaza lo que es bueno. Los extremistas identifican y demonizan a un enemigo al que atribuyen la responsabilidad del declive del mundo. Este enemigo se convierte en el chivo expiatorio que representa todo lo malo y lo negativo en la visión del extremista. Al retratar a aquellos que se resisten a este enemigo como héroes que luchan por el bien, los líderes extremistas generan un sentido de cohesión y camaradería entre sus seguidores.

Punto crítico: Ahora es el momento. El elemento del punto crítico es esencial para movilizar a los seguidores hacia la acción inmediata. Los líderes extremistas crean una sensación de urgencia y alarma, argumentando que el tiempo para actuar es ahora.

Método: ... cuando la violencia es necesaria para evitar una catástrofe. El método describe la forma específica en que los seguidores deben actuar para enfrentar al enemigo y abordar el declive percibido. Los líderes extremistas presentan la violencia como el medio justo y heroico para resistir al enemigo y restaurar lo que consideran un orden justo y moral.

Peligro de contaminación: Si permanecemos fieles a nuestro curso recto. Este elemento actúa como una salvaguarda para el mantenimiento de la pureza ideológica y la lealtad inquebrantable al movimiento extremista. Los líderes advierten que cualquier forma de diálogo, compromiso o moderación con el enemigo es peligrosa y potencialmente traidora. Al pintar cualquier desviación de la ideología como una amenaza para el éxito del movimiento y la supervivencia del mundo, los extremistas buscan evitar cualquier forma de disidencia interna.

Recompensa: prevaleceremos. La recompensa representa el premio final y la justificación última para la violencia y el sacrificio realizado por los seguidores del extremista. Los líderes pintan un escenario en el que, al prevalecer sobre el enemigo y lograr sus objetivos, se obtendrá una victoria gloriosa y la realización de su visión utópica. Esta imagen motivadora de triunfo o paraíso actúa como un incentivo poderoso para mantener la dedicación y el compromiso de los seguidores a lo largo del tiempo.

En conjunto, dice el Centro Nacional de Contraterrorismo de EU, estos seis elementos forman una narrativa persuasiva que busca movilizar a las personas hacia el extremismo violento. Comprender cómo funcionan estos elementos, agrega, es fundamental para identificar y contrarrestar la radicalización, así como para abordar las ideologías peligrosas que pueden amenazar la seguridad y la estabilidad de la sociedad.