Nacho cierra su cuaderno en donde hizo meticulosamente sus cuentas y termina recargándose satisfecho en el respaldo de su silla. “Nada como el orgullo del deber cumplido”, se dice Nacho a sí mismo. El 15 de abril fue el Día de los Impuestos en Estados Unidos y millones de personas hicieron lo que Nacho: prepararse para presentar su declaración anual. Sin embargo, la diferencia es que Nacho es un migrante mexicano que, a pesar de ser indocumentado, desde que llegó hace siete años a New York, paga puntualmente sus contribuciones. “Mis padres me enseñaron que es de bien nacidos ser agradecidos”, comentó Nacho al guardar en la mochila su uniforme de mesero para irse a trabajar a la “Gran Manzana”. Nacho ama su trabajo, porque es la fuente de prosperidad de su familia que vive en Guadalajara. Pero Nacho también sabe corresponder a la nación que, aunque haya sido por la puerta de atrás y de manera indocumentada, lo acogió para verlo salir adelante y, de paso, también crecer como país.
En su artículo titulado Inmigrantes Contribute Billions to Federal and State Taxes Each Year el científico de datos del Consejo Estadounidense de Inmigración, Steven Hubbard, es contundente: “A pesar del mito existente de que los migrantes, sobre todo los indocumentados, evaden impuestos, debo decir que los hechos no respaldan estas afirmaciones”. En su texto (el cual pueden leer en: https://acortar.link/t3bDy1), Hubbard habla de que, a partir de un análisis de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense de 2022, se encontró que los migrantes en los Estados Unidos tienen un ingreso familiar combinado de $2,1 billones de dólares y contribuyen con $382 mil millones de dólares de impuestos federales y $196 mil millones de dólares de impuestos estatales y locales.
Como vemos, los migrantes tienen una fuerte influencia económica en la Unión Americana, y no sólo en el consumo de servicios y productos en las localidades que radican, sino, sobre todo, como contribuyentes. En artículos pasado les he comentado que los migrantes, más allá de generar problemas o violencia (como también existe el mito), son motores de prosperidad y no sólo para sus familias y comunidades de origen a través de sus remesas, también lo son para la economía más poderosa del mundo. En este punto es importante destacar que los impuestos que pagan los migrantes, por ejemplo, ayudan a sustentar la educación superior, sin embargo, según un análisis del Portal de Inmigración de Educación Superior, 26 estados de la Unión Americana no brindan matricula a personas indocumentadas. Al respecto, el National Inmigration Law Center publicó en sus redes sociales: “Los inmigrantes indocumentados pagan miles de millones en impuestos para financiar programas a los que no pueden acceder”. ¡Increíble pero cierto!
Muchas personas ajenas a la vida cotidiana de los migrantes se preguntan ¿por qué siguen pagando impuestos? El mismo National Inmigration Law Center ha publicado una serie de razones como: demostrar que están dispuestos a cumplir con la ley, probar su buen carácter moral, documentar su historial laboral en Estados Unidos y, principalmente, ser tomados en cuenta para obtener un estatus migratorio legal. En pocas palabras, los migrantes cumplen con el pago de impuestos porque buscan salir adelante y retribuirle, de alguna manera, a la tierra que les dio una mejor oportunidad.
Nacho ha tenido una buena noche de propinas en el restaurante donde trabaja. Fiel a su costumbre, Nacho divide en dos partes sus ganancias: una parte es para enviarla al día siguiente a su familia en México, y la otra parte la guarda en un sobre en el que, año con año, junta lo que con mucho gusto pagará de impuestos. Ese sobre lo rotuló Nacho con la frase “Amor con amor se paga”.
Dr. Juan Hernández
- Analista de temas de migración
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