/ viernes 24 de mayo de 2024

¡Qué los gobiernos sirvan con fe! Como la migrante Esperanza les pone el ejemplo


Como Jesús mismo nos enseña, sentir compasión significa reconocer el sufrimiento del otro

y pasar inmediatamente a la acción para aliviar, curar y salvar.

Papa Francisco

Hace unas semanas les conté la historia de Esperanza, una migrante mexicana que no duda en vivir su fe cada día. Esperanza logró cruzar el desierto de Arizona y lo hizo, según su arraigada creencia, por la fe que puso en Jesús al ingresar a ese infierno sobre la tierra y, sobre todo, lo consiguió porque su amiga Irene la alentó a no detenerse por ningún motivo. “Servir, debemos servirnos los unos a los otros, amiga, sólo así tendremos una oportunidad”, eran las palabras que Irene le decía una y otra vez a Esperanza cada que ésta sentía que no podía más y que terminaría cayendo en ese desierto abrazador. Cuando al fin llegó a Estados Unidos, Esperanza estaba eufórica y es que la adrenalina, el miedo, la deshidratación y la fe se mezclaban en esa euforia que la hacía llorar como nunca antes lo había hecho. Esperanza lloraba por su amiga Irene, quien murió en el desierto. Desde niñas se prometieron salir adelante unidas. Hoy, Esperanza sigue el ejemplo de su amiga, quien no sólo la salvó con ánimo y aliento, sino que también le enseñó el espíritu de servicio.


¿Qué significa servir y qué implicaciones tiene? Ya que hablamos de fe, religión y migración, el Papa Francisco se ha pronunciado constantemente sobre los migrantes y sus familias, destacando que “en la lógica del Evangelio, los últimos son los primeros, y nosotros tenemos que ponernos a su servicio”. Si bien este mensaje del Papa pudiera aplicarse en todos los aspectos de la vida y en cualquier escenario en el que converjamos, cobra mayor relevancia (o debería de hacerlo) en el ámbito gubernamental. Lo comento por dos cosas. Primero, porque en el tercer debate entre las candidatas y el candidato a la presidencia de la república se polemizó el comentario que realizó Xóchitl Gálvez a Claudia Sheinbaum sobre el uso de imágenes religiosas que la candidata oficialista ha hecho sin contar con un sentido de pertenencia a esta fe. Si bien en el tema religioso el respeto a las creencias de cada persona es el único argumento válido, el señalamiento de Gálvez Ruiz es, para muchos, muy valido, ya que Sheinbaum está profezando una fe que no siente de verdad y lo hace únicamente para buscar votos.


En segundo lugar, hablo del tema religioso porque en días pasados las iglesias evangélicas, católica y judia aplaudieron en un evento la espiritualidad de Xóchitl, quien comentó: “Tengo paz porque busco a Dios todos los días”. Esta espiritualidad que le reconocieron a Xóchitl es la que millones de migrantes tienen como uno de sus principales bálsamos ante el dolor de estar lejos de casa. En el libro titulado Migración, identidad y religión nos hablan que, para los migrantes mexicanos que se desplazan a los Estados Unidos, las prácticas religiosas juegan un papel muy importante en dos aspectos: primero, en el proceso de socialización de los migrantes recién llegados; y segundo, la reutilización de actividades tradicionales para la revitalización de vínculos con las comunidades de origen. Este libro también nos dice que una de las características que comparten los migrantes al cruzar la frontera es su fe, y más aún al saber que se adentran a un nuevo entorno social que es, normalmente, hostil.


Mientras las candidatas y el candidato a la presidencia de México están por concluir sus respectivas campañas hoy, Esperanza sigue el ejemplo de su amiga, quien no sólo le salvó la vida con ánimo y aliento, también le enseñó el espíritu de servicio. Al concluir la misa que mandó hacer en honor a su amiga por el primer año de fallecida, Esperanza regresará a casa a realizar unas llamadas telefónicas a México. Una de ellas es para la hija de Irene, a quien Esperanza ha adoptado para sacarla adelante. “Servir, debemos servirnos los unos a los otros”, se repite en voz baja Esperanza, así como se lo repitió su amiga una y otra vez cuando juntas, y con su fe inquebrantable, trataron de cruzar el desierto de Arizona.


Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

Facebook: @Juan Hernandez

Twitter: @JuanHernandezS

Instagram: dr.juanhernandez


Como Jesús mismo nos enseña, sentir compasión significa reconocer el sufrimiento del otro

y pasar inmediatamente a la acción para aliviar, curar y salvar.

Papa Francisco

Hace unas semanas les conté la historia de Esperanza, una migrante mexicana que no duda en vivir su fe cada día. Esperanza logró cruzar el desierto de Arizona y lo hizo, según su arraigada creencia, por la fe que puso en Jesús al ingresar a ese infierno sobre la tierra y, sobre todo, lo consiguió porque su amiga Irene la alentó a no detenerse por ningún motivo. “Servir, debemos servirnos los unos a los otros, amiga, sólo así tendremos una oportunidad”, eran las palabras que Irene le decía una y otra vez a Esperanza cada que ésta sentía que no podía más y que terminaría cayendo en ese desierto abrazador. Cuando al fin llegó a Estados Unidos, Esperanza estaba eufórica y es que la adrenalina, el miedo, la deshidratación y la fe se mezclaban en esa euforia que la hacía llorar como nunca antes lo había hecho. Esperanza lloraba por su amiga Irene, quien murió en el desierto. Desde niñas se prometieron salir adelante unidas. Hoy, Esperanza sigue el ejemplo de su amiga, quien no sólo la salvó con ánimo y aliento, sino que también le enseñó el espíritu de servicio.


¿Qué significa servir y qué implicaciones tiene? Ya que hablamos de fe, religión y migración, el Papa Francisco se ha pronunciado constantemente sobre los migrantes y sus familias, destacando que “en la lógica del Evangelio, los últimos son los primeros, y nosotros tenemos que ponernos a su servicio”. Si bien este mensaje del Papa pudiera aplicarse en todos los aspectos de la vida y en cualquier escenario en el que converjamos, cobra mayor relevancia (o debería de hacerlo) en el ámbito gubernamental. Lo comento por dos cosas. Primero, porque en el tercer debate entre las candidatas y el candidato a la presidencia de la república se polemizó el comentario que realizó Xóchitl Gálvez a Claudia Sheinbaum sobre el uso de imágenes religiosas que la candidata oficialista ha hecho sin contar con un sentido de pertenencia a esta fe. Si bien en el tema religioso el respeto a las creencias de cada persona es el único argumento válido, el señalamiento de Gálvez Ruiz es, para muchos, muy valido, ya que Sheinbaum está profezando una fe que no siente de verdad y lo hace únicamente para buscar votos.


En segundo lugar, hablo del tema religioso porque en días pasados las iglesias evangélicas, católica y judia aplaudieron en un evento la espiritualidad de Xóchitl, quien comentó: “Tengo paz porque busco a Dios todos los días”. Esta espiritualidad que le reconocieron a Xóchitl es la que millones de migrantes tienen como uno de sus principales bálsamos ante el dolor de estar lejos de casa. En el libro titulado Migración, identidad y religión nos hablan que, para los migrantes mexicanos que se desplazan a los Estados Unidos, las prácticas religiosas juegan un papel muy importante en dos aspectos: primero, en el proceso de socialización de los migrantes recién llegados; y segundo, la reutilización de actividades tradicionales para la revitalización de vínculos con las comunidades de origen. Este libro también nos dice que una de las características que comparten los migrantes al cruzar la frontera es su fe, y más aún al saber que se adentran a un nuevo entorno social que es, normalmente, hostil.


Mientras las candidatas y el candidato a la presidencia de México están por concluir sus respectivas campañas hoy, Esperanza sigue el ejemplo de su amiga, quien no sólo le salvó la vida con ánimo y aliento, también le enseñó el espíritu de servicio. Al concluir la misa que mandó hacer en honor a su amiga por el primer año de fallecida, Esperanza regresará a casa a realizar unas llamadas telefónicas a México. Una de ellas es para la hija de Irene, a quien Esperanza ha adoptado para sacarla adelante. “Servir, debemos servirnos los unos a los otros”, se repite en voz baja Esperanza, así como se lo repitió su amiga una y otra vez cuando juntas, y con su fe inquebrantable, trataron de cruzar el desierto de Arizona.


Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

Facebook: @Juan Hernandez

Twitter: @JuanHernandezS

Instagram: dr.juanhernandez