La Casa de Apoyo a la Mujer tiene 22 años de atender casos de desigualdad social, maltrato y de derechos humanos. Su directora, Yliana Vargas Mares, con dos años al frente de la Institución, afirmó que es preocupante que sea una constante que las mujeres busquen ayuda al estar involucradas en temas de delincuencia organizada.
El año pasado, en casos de violencia feminicida la Casa atendió 216 asuntos, la mayoría relacionados con delincuencia organizada. En los dos primeros meses de 2021, suman 38 casos.
Sin detallar, Vargas Mares expresó que las situaciones que estas mujeres refieren son variadas: consumo, deudas, distribución, la pareja o algún familiar, pero en todos los casos “hay mucho miedo, pues es un gran factor para violentar”.
En muchas de las ocasiones, a la denunciante se le apoya con refugio en otros centros, incluso fuera de León.
En el caso de la Casa de Apoyo a la Mujer, el respaldo solo es para ella, no para los hijos, sin importar la edad.
La atención que la Casa da se basa en redes de apoyo, acompañamiento legal, emocional y psicológico. Los otros aspectos que atiende son los económicos, la dependencia y la delincuencia organizada. “En todos los casos hay que tener mucha paciencia; no es cosa fácil ni rápida de solucionar”, señala Vargas Mares.
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El año pasado se atendieron dos mil 277 casos en general; 439 por violencia psicológica; 417 por violencia económica; 372 por violencia sexual y 216 por violencia feminicida.
En enero-febrero de 2021, 336 atenciones generales; 108 de violencia psicológica; 94 de violencia económica, 86 de violencia sexual, 84 de violencia física, 43 de violencia patrimonial y 38 casos de violencia feminicida.
Los casos de delincuencia organizada caen en el rubro de violencia feminicida "la mayoría", confirmó Yliana Vargas.
SIEMPRE HA EXISTIDO EL MALTRATO
Como un organismo visionario en esa época, la Casa de Apoyo a la Mujer surgió en 1999 cuando no existían Institutos para la Mujer, no había leyes que la protegieran de manera particular, pero desde siempre “la mujer violentada necesita de un diagnóstico, de un trabajo multidisciplinario, de acompañamiento y empoderamiento, en el entendido que empoderarse es apropiarse de lo que no tengo”.
Con el apoyo de especialistas en temas legales, psicológicos y económicos, "les ayudamos a que tomen las mejores decisiones con el único objetivo que mejoren su calidad de vida".
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"Ese modelo visionario de Casa es autónomo, cuenta con bolsa de trabajo, da atención jurídica, psicológica y nutricional", añadió.
Las dos décadas de la CAM ha visto transformarse las formas de la violencia, pero no su desaparición. Las causas siguen siendo las mismas: desigualdad, jerarquía entre géneros”, pero en tiempos recientes, salió del ámbito privado”.
“Quien iba hace muchos años a la Casa lo hacía a escondidas, sin saber cómo llamarle. Hoy estamos nombrando lo que nos pasa”.
Vargas Mares indicó que “la violencia contra las mujeres siempre ha existido, pero ahora es más visible, luego se transformó a lo digital y ahora tenemos violencia física y obstétrica”.
MOVIMIENTOS FEMINISTAS
Sobre los movimientos feministas que cada vez son más frecuentes, la directora explicó que han sucedido “porque buscan acabar con la desigualdad; derrumbar el modelo patriarcal y avanzar a la equidad”.
De la frase “la madre es la que educa”, cuestiona. “La crianza de los hijos es de dos” y menciona que una encuesta reciente con motivo del pandemia, entre mil 800 mujeres, 96 % de las entrevistadas respondió que cuida y cría a sus hijos.
“Hay que romper las estructuras, ir rompiendo los esquemas. Es una lucha intelectual, de educación, social; en todos los sentidos”
Y defiende lo que algunos consideran vandalismo. “Están hartas, cansadas; van al Ministerio Público y no les hacen caso; hay desaparecidas, asesinadas; no salgo a la calle porque no me atrevo… cada quien tiene su inconformidad y están tratando de acompañarse”.
RECURSOS ECONÓMICOS
La Casa de Apoyo a la Mujer se sostiene de donativos de empresas y de convenios con el gobierno. Sobre los primeros, la directora afirmó que "hay compañías que se lo toman “muy en serio, pues saben que las mujeres que laboran en ellas serán más productivas si no tiene situaciones que las distraigan y eso se traduce en mejoras para la trabajadora y para la misma empresa".
Además, a cambio de los donativos, la Casa de Apoyo a la Mujer realiza talleres o pláticas a todo el personal.
Entre las ayudas económicas, en este momento se desarrolla una campaña impulsada por Mónica Márquez, una leonesa emprendedora que elabora calzado. De las ventas de sus Zapatos Lila, en marzo, 20 % será donado a la CAM.