León, Gto.- En la Fiesta de los panecitos se homenajea a San Nicolás Tolentino en las calles de Aquiles Sedán, Moctezuma y Callejón de las Mercedes en el Barrio Arriba, ahí los comerciantes ofrecen en sus puestos antojitos mexicanos, panecillos y también venden canastas como la señora Catalina.
La señora Catalina Medina todo el año se ha preparado para elaborar canastas con el objetivo de vender en este día tan especial, ella lleva en sus manos los conocimientos de tejedoras ancestrales como lo fueron su abuela y su madre quienes le transmitieron todo el conocimiento para elaborar canastos de palma.
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“Soy de un lado de Jaracho que se llama Pamatácuaro (Michoacán Ocampo), ahí me enseñaron en mi familia este oficio y yo le enseñé a mi hija”, comentó.
La mujer se encuentra sentada en la sala de su casa con la puerta abierta, desde lo lejos se aprecia a ella y a su hija adornando las canastas con listones de colores donde se llevarán a bendecir los panecitos para continuar con la tradición de Barrio Arriba.
“Mis canastas van a costar cinco pesos, diez pesos, treinta pesos, cincuenta pesos hasta 150 pesos”, indicó.
Platicó que tendrán canastas de todos los precios y gustos para que los devotos acudan al templo de San Nicolás de Tolentino para bendecir sus panes que serán comidos por los enfermos para aliviar su dolor.
Este es el origen de esta deliciosa tradición
Al padre San Nicolás de Tolentino le dolían los huesos, ardía en fiebre y los médicos no nadaban con el mal que padecía y las personas a su alrededor creían que tenía sus días contados.
El padre Nicolás - quien también es conocido como el Patrono de las Almas del Purgatorio-, en medio de su dolor tuvo un sueño, la virgen María se le apareció resplandeciente y le aconsejó que pidiera un pan a la primera persona que apareciera por la plaza y una vez teniéndolo en su mano le dijo que le bendijera y lo remojara en agua, lo comiera y así recuperaría su salud.
Así lo hizo y sanó, entonces hizo la bendición de los panes con la finalidad de repartirlo a los enfermos y estos sanaban así nació la tradicional bendición de los panes.
Actualmente en el Barrio Arriba ya se colocan más de cien puestos, para iniciar cada 10 de septiembre la tradicional “Fiestas de los panecitos”, alrededor de las siete de la mañana, ahí hay gastronomía, música y por la noche queman el castillo afuera del templo.
Esta celebración en el Barrio inició a mediados del siglo XIX y hasta la fecha se sigue viviendo a excepción de la pandemia que todas las festividades fueron canceladas.
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