/ lunes 25 de septiembre de 2023

Pablo, el niño migrante que sueña con volar

Pablo es un chico muy valiente. Cuando apenas tenía trece años de edad, dejó su natal Veracruz en compañía únicamente de unos vecinos de su comunidad y del “coyote” que los llevaría a Estados Unidos. Hoy, tres años después, no sólo estudia para salir adelante y lograr ser piloto aviador, como me contó que sueña llegar a ser, también trabaja hasta doce horas continuas en una planta de Carolina. Pablo es parte de los miles de niños migrantes latinos que actualmente toman sus clases como sonámbulos por trabajar de noche. Mientras Pablo se las arregla para cumplir en su trabajo y escuela, Donald Trump y Joe Biden siguen afinando estrategias para lo que parece ser un segundo round por la presidencia de los Estados Unidos. ¿Será que la vida política les dará una segunda oportunidad a Trump o a Biden para resarcir el daño que han provocado dos gestiones sin un atisbo de solidaridad para los migrantes?

A menos de un año de las próximas elecciones en la Unión Americana, la intención de voto está más pareja que nunca. Según una encuesta realizada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Marquette, si hoy fueran las elecciones para el próximo presidente estadounidense, tanto el republicano Donald Trump como el demócrata Joe Biden tendrían el 50% de los votos cada uno. Esto es revelador y hasta cierto punto motivante para ambos contendientes, no obstante, lo sería aún más si dentro de sus campañas nos explicaran cómo piensan ayudar a migrantes como Pablo.

Según un artículo de The New York Times titulado en todos los estados de la Unión Americana hay menores de edad que friegan platos hasta altas horas de la noche, lavan sábanas en lujosos hoteles, reparten alimentos de cadenas famosas de comida o cosechan café. El Times asegura que, tan sólo en los últimos dos años, han entrado a Estados Unidos más de 250 mil niños no acompañados, los cuales representan una potencial mano de obra barata. ¿Acaso esto no lo sabe el equipo de Biden? ¡Claro que sí!

¿Y qué podemos decir de Donald Trump? No olvidemos que en 2018, el entonces presidente de los Estados Unidos promovió la política de “tolerancia cero”, con la cual se procesaba a todo adulto indocumentado, mientras que a casi cuatro mil niños se les puso bajo custodia antes de ser repatriados. Estos menores fueron confinados en bodegas y jaulas metálicas, medidas que fueron calificadas a nivel mundial como crueles e inhumanas.

¿Por qué traigo a colación la historia de Pablo y la de miles de niños migrantes en Estados Unidos? Ha trascendido en los últimos días que un Juez Federal declaró ilegal una versión ajustada del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) que impide la deportación de cientos de miles de migrantes que fueron llevados a EE.UU. durante su infancia y que son conocidos como “dreamers”. Es decir: pretenden arrebatarles, nuevamente, sus sueños a niños como nuestro paisano Pablo.

No obstante a este panorama de incertidumbre, para los especialistas el 2024 será un año que les pueda devolver los sueños a nuestros “dreamers” mexicanos. La candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, ha expuesto su gran interés por el talento de nuestros migrantes en Estados Unidos, sobre todo de los jóvenes. “La migración y el nearshoring son, para mí, las dos oportunidades más importantes que tiene México en la relación con Estados Unidos. Ambos países pueden convertir la migración en una oportunidad y no en un problema”, comentó en una entrevista con Fox News.

Lo que plantea Xóchitl es que los migrantes mexicanos podrían ser vistos en la Unión Americana como una gran oportunidad para aprovechar no sólo su mano de obra sino su talento (algo que en Guanajuato, por ejemplo, se realiza a través de la llamada “mentefactura”). Los miles de niños, adolescentes y jóvenes migrantes que están adquiriendo conocimientos y experiencia en empresas norteamericanas, son parte del PIB Latino del que les he estado hablando en las última semanas y que también forman parte de los 170 millones de mexicanos separados por un río, como lo define la misma Xóchitl.

Cada niña, niño y adolescente migrante tiene rostro, corazón y también el derecho a ser felices. Todos provenimos de familias migrantes, y todos podemos con el alma, la pasión y el compromiso lograr que la utopía de una migración legal, segura y ordenada se convierta en realidad. ¿En sus campañas Trump usará insultos a los niños migrantes y Biden guardará silencio? Mientras ellos siguen en su pelea, en el Frente Amplio por México estamos seguros que tienen un papel muy importante que jugar en nuestra principal encomienda: corregir el rumbo de México. Por eso, paisanos como Pablo, el valiente, son parte de los 170 millones de mexicanos que peleamos por mantener nuestras alas y decidir el futuro de México, sin importar si nos separa un río.


Y tú, ¿qué opinas?

Coordinador Nacional Migrante del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional

Facebook @juanhernandez.org

Twitter @JuanHernadezS

Pablo es un chico muy valiente. Cuando apenas tenía trece años de edad, dejó su natal Veracruz en compañía únicamente de unos vecinos de su comunidad y del “coyote” que los llevaría a Estados Unidos. Hoy, tres años después, no sólo estudia para salir adelante y lograr ser piloto aviador, como me contó que sueña llegar a ser, también trabaja hasta doce horas continuas en una planta de Carolina. Pablo es parte de los miles de niños migrantes latinos que actualmente toman sus clases como sonámbulos por trabajar de noche. Mientras Pablo se las arregla para cumplir en su trabajo y escuela, Donald Trump y Joe Biden siguen afinando estrategias para lo que parece ser un segundo round por la presidencia de los Estados Unidos. ¿Será que la vida política les dará una segunda oportunidad a Trump o a Biden para resarcir el daño que han provocado dos gestiones sin un atisbo de solidaridad para los migrantes?

A menos de un año de las próximas elecciones en la Unión Americana, la intención de voto está más pareja que nunca. Según una encuesta realizada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Marquette, si hoy fueran las elecciones para el próximo presidente estadounidense, tanto el republicano Donald Trump como el demócrata Joe Biden tendrían el 50% de los votos cada uno. Esto es revelador y hasta cierto punto motivante para ambos contendientes, no obstante, lo sería aún más si dentro de sus campañas nos explicaran cómo piensan ayudar a migrantes como Pablo.

Según un artículo de The New York Times titulado en todos los estados de la Unión Americana hay menores de edad que friegan platos hasta altas horas de la noche, lavan sábanas en lujosos hoteles, reparten alimentos de cadenas famosas de comida o cosechan café. El Times asegura que, tan sólo en los últimos dos años, han entrado a Estados Unidos más de 250 mil niños no acompañados, los cuales representan una potencial mano de obra barata. ¿Acaso esto no lo sabe el equipo de Biden? ¡Claro que sí!

¿Y qué podemos decir de Donald Trump? No olvidemos que en 2018, el entonces presidente de los Estados Unidos promovió la política de “tolerancia cero”, con la cual se procesaba a todo adulto indocumentado, mientras que a casi cuatro mil niños se les puso bajo custodia antes de ser repatriados. Estos menores fueron confinados en bodegas y jaulas metálicas, medidas que fueron calificadas a nivel mundial como crueles e inhumanas.

¿Por qué traigo a colación la historia de Pablo y la de miles de niños migrantes en Estados Unidos? Ha trascendido en los últimos días que un Juez Federal declaró ilegal una versión ajustada del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) que impide la deportación de cientos de miles de migrantes que fueron llevados a EE.UU. durante su infancia y que son conocidos como “dreamers”. Es decir: pretenden arrebatarles, nuevamente, sus sueños a niños como nuestro paisano Pablo.

No obstante a este panorama de incertidumbre, para los especialistas el 2024 será un año que les pueda devolver los sueños a nuestros “dreamers” mexicanos. La candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, ha expuesto su gran interés por el talento de nuestros migrantes en Estados Unidos, sobre todo de los jóvenes. “La migración y el nearshoring son, para mí, las dos oportunidades más importantes que tiene México en la relación con Estados Unidos. Ambos países pueden convertir la migración en una oportunidad y no en un problema”, comentó en una entrevista con Fox News.

Lo que plantea Xóchitl es que los migrantes mexicanos podrían ser vistos en la Unión Americana como una gran oportunidad para aprovechar no sólo su mano de obra sino su talento (algo que en Guanajuato, por ejemplo, se realiza a través de la llamada “mentefactura”). Los miles de niños, adolescentes y jóvenes migrantes que están adquiriendo conocimientos y experiencia en empresas norteamericanas, son parte del PIB Latino del que les he estado hablando en las última semanas y que también forman parte de los 170 millones de mexicanos separados por un río, como lo define la misma Xóchitl.

Cada niña, niño y adolescente migrante tiene rostro, corazón y también el derecho a ser felices. Todos provenimos de familias migrantes, y todos podemos con el alma, la pasión y el compromiso lograr que la utopía de una migración legal, segura y ordenada se convierta en realidad. ¿En sus campañas Trump usará insultos a los niños migrantes y Biden guardará silencio? Mientras ellos siguen en su pelea, en el Frente Amplio por México estamos seguros que tienen un papel muy importante que jugar en nuestra principal encomienda: corregir el rumbo de México. Por eso, paisanos como Pablo, el valiente, son parte de los 170 millones de mexicanos que peleamos por mantener nuestras alas y decidir el futuro de México, sin importar si nos separa un río.


Y tú, ¿qué opinas?

Coordinador Nacional Migrante del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional

Facebook @juanhernandez.org

Twitter @JuanHernadezS