/ martes 26 de marzo de 2024

María Fernanda no se dobla ante la SB4, ¿en Palacio Nacional lo harán?

La marea alta provocada por la posible implementación de la Ley SB4 cambió la vida de millones de personas que radican en Texas, inundándola de miedo e incertidumbre. Tal es el caso de María Fernanda, originaria de Campeche, y que recibió una llamada telefónica de intimidación: “O se van o se atienen a las consecuencias”. María Fernanda es una buena mujer, como lo son todos los migrantes que trabajan a diario para salir adelante. Pero ella también es muy valiente, frontal y nunca se raja ante los problemas. “¡Ni me voy y ni me doblo!”, contestó nuestra paisana y colgó el teléfono. Quizás la persona que le llamó sea un radical que odia a los migrantes y que no tiene nada mejor qué hacer. O, tal vez, haya sido algún compañero de la empresa de jardinería en la que trabaja y que tenga mucho más miedo de perder su trabajo ante el talento de María Fernanda que ella de superar esta nueva adversidad.

La Ley SB4 fue el tema que acaparó las principales mesas de debate no sólo de Estados Unidos sino de todo el mundo. La constante en estas discusiones es que los analistas coinciden en que es momento de abordar el problema de la migración desde una perspectiva integral. Primeramente, es imperante revisar el impacto que ha tenido la sombra de dicha ley en los migrantes, no olvidemos que la SB4 pretende criminalizar a quienes radiquen de manera irregular en Texas y castigar de manera feroz a quienes les ayuden. Esto ha provocado que empresas de este estado, súbitamente, comiencen a tomar medidas “preventivas” como reducir horas de trabajo e, incluso, considerar un recorte de personal “coincidentemente” de migrantes indocumentados.

En segundo lugar, los especialistas no ven que exista una ley o un muro capaz de detener los flujos históricos de migrantes que se han registrado en los últimos años. En cambio, vislumbran la imperiosa necesidad de sumar esfuerzos entre los países de origen. En este sentido, el año pasado el gobierno mexicano realizó en Palenque, Chiapas, una reunión denominada Una vecindad fraterna con bienestar entre mandatarios de Cuba, Colombia, Honduras, Venezuela, Ecuador, Guatemala y el primer ministro de Haití. ¿Y cuál fue la finalidad de juntar a estas personalidades en nuestra frontera sur? Representó una inmejorable oportunidad para tomar decisiones consensuadas que ayuden a lograr una movilización segura, organizada y normalizada, como lo dicta el Pacto Mundial por la Migración firmado en el 2018. Muchos líderes migrantes se preguntan, ¿algunas de estas decisiones se han puesto en marcha? Ninguna autoridad de estos países les ha sabido responder…

Y ya que estamos con interrogantes, además de sus leyes antiinmigrantes como la SB4 de Texas, ¿qué está haciendo el gobierno de Estados Unidos para cooperar con esta causa que inició en Palenque el año pasado? ¡Muy poco!

El teléfono de María Fernanda volvió a sonar. Esta vez es su hermana desde Campeche. “Si ya no puedes con esto regresa”, le dijo con voz preocupada. “¡Los mexicanos no nos hacemos para atrás ni para tomar vuelo! Esta ley ni ninguna otra me doblará”, respondió María Fernanda con determinación. ¿Este espíritu de lucha lo tendrán nuestros gobernantes para ayudar a nuestros paisanos ante leyes tan injustas? Al menos desde Palacio Nacional las puertas no se abren cuando les tocan.

Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

  • Facebook: @Juan Hernandez
  • Twitter: @JuanHernandezS
  • Instagram: dr.juanhernandez

La marea alta provocada por la posible implementación de la Ley SB4 cambió la vida de millones de personas que radican en Texas, inundándola de miedo e incertidumbre. Tal es el caso de María Fernanda, originaria de Campeche, y que recibió una llamada telefónica de intimidación: “O se van o se atienen a las consecuencias”. María Fernanda es una buena mujer, como lo son todos los migrantes que trabajan a diario para salir adelante. Pero ella también es muy valiente, frontal y nunca se raja ante los problemas. “¡Ni me voy y ni me doblo!”, contestó nuestra paisana y colgó el teléfono. Quizás la persona que le llamó sea un radical que odia a los migrantes y que no tiene nada mejor qué hacer. O, tal vez, haya sido algún compañero de la empresa de jardinería en la que trabaja y que tenga mucho más miedo de perder su trabajo ante el talento de María Fernanda que ella de superar esta nueva adversidad.

La Ley SB4 fue el tema que acaparó las principales mesas de debate no sólo de Estados Unidos sino de todo el mundo. La constante en estas discusiones es que los analistas coinciden en que es momento de abordar el problema de la migración desde una perspectiva integral. Primeramente, es imperante revisar el impacto que ha tenido la sombra de dicha ley en los migrantes, no olvidemos que la SB4 pretende criminalizar a quienes radiquen de manera irregular en Texas y castigar de manera feroz a quienes les ayuden. Esto ha provocado que empresas de este estado, súbitamente, comiencen a tomar medidas “preventivas” como reducir horas de trabajo e, incluso, considerar un recorte de personal “coincidentemente” de migrantes indocumentados.

En segundo lugar, los especialistas no ven que exista una ley o un muro capaz de detener los flujos históricos de migrantes que se han registrado en los últimos años. En cambio, vislumbran la imperiosa necesidad de sumar esfuerzos entre los países de origen. En este sentido, el año pasado el gobierno mexicano realizó en Palenque, Chiapas, una reunión denominada Una vecindad fraterna con bienestar entre mandatarios de Cuba, Colombia, Honduras, Venezuela, Ecuador, Guatemala y el primer ministro de Haití. ¿Y cuál fue la finalidad de juntar a estas personalidades en nuestra frontera sur? Representó una inmejorable oportunidad para tomar decisiones consensuadas que ayuden a lograr una movilización segura, organizada y normalizada, como lo dicta el Pacto Mundial por la Migración firmado en el 2018. Muchos líderes migrantes se preguntan, ¿algunas de estas decisiones se han puesto en marcha? Ninguna autoridad de estos países les ha sabido responder…

Y ya que estamos con interrogantes, además de sus leyes antiinmigrantes como la SB4 de Texas, ¿qué está haciendo el gobierno de Estados Unidos para cooperar con esta causa que inició en Palenque el año pasado? ¡Muy poco!

El teléfono de María Fernanda volvió a sonar. Esta vez es su hermana desde Campeche. “Si ya no puedes con esto regresa”, le dijo con voz preocupada. “¡Los mexicanos no nos hacemos para atrás ni para tomar vuelo! Esta ley ni ninguna otra me doblará”, respondió María Fernanda con determinación. ¿Este espíritu de lucha lo tendrán nuestros gobernantes para ayudar a nuestros paisanos ante leyes tan injustas? Al menos desde Palacio Nacional las puertas no se abren cuando les tocan.

Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

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