/ jueves 14 de marzo de 2024

Las remesas un bálsamo para el dolor de Lupita

La semana pasada Guadalupe recibió la llamada que tanto esperaba: “¡Te acabo de depositar los mil dólares que faltaban!”, le dijo con mucha esperanza su esposo, quien se fue de migrante a Los Ángeles, California, hace cuatro años. Por la emoción, Guadalupe dudó si ir primero a retirar el dinero o llamar al Doctor para avisarle que por fin podía operar a su hijo. Historias como la de Guadalupe y su esposo migrante existen millones (la Organización Internacional para las Migraciones estima que actualmente hay en el mundo más de 281 millones de migrantes). En cada migrante habitan sueños que alcanzar y heridas que sanar, esa es la carga que han decidido llevar cuando abandonan su hogar y por la que es importante reconocer su valía, más allá de las remesas que envían en cifras históricas. Las remesas se han convertido en un pilar de la reactivación económica y, sobre todo, en un bálsamo para el dolor de las familias migrantes.

A lo largo de los años hemos constatado que los migrantes son también fuente de prosperidad, innovación y desarrollo para los países de origen, tránsito y destino. Su aporte financiero a través de las remesas es un bálsamo para sus familias y las economías locales. De acuerdo con el Banco Mundial, tan sólo en el 2023 los flujos internacionales de remesas a países de ingreso bajo y medio alcanzaron los 669 mil millones de dólares. Los tres países que más remesas recibieron en el 2023 fueron la India (125 mil millones), México (67 mil millones) y China (50 mil millones). Si nos enfocamos en nuestro país, Guanajuato, Michoacán y Jalisco fueron los principales estados receptores de remesas en el último año.

Los especialistas opinan que estos resultados históricos de remesas tienen que ver con la resiliencia del mercado laboral de Estados Unidos. Pero, de igual forma, estos envíos son motivados, como hemos visto en la historia de Guadalupe, por el gran amor que los migrantes tienen por sus seres queridos. Además, con sus envíos los migrantes reactivan el consumo en sus lugares de origen en los que, normalmente, cuentan con ingresos bajos. Por si fuera poco, su participación en el mercado laboral es primordial sobre todo en tiempos de crisis, como lo demostraron durante la pandemia de Covid-19 ocupando puestos de servicios esenciales.

Las remesas enviadas por los migrantes son el sustento económico de más de 1.8 millones de hogares en México. Pero también son algo más: el dinero que mandan es fruto de la esperanza que cargaron en su mochila al dejar su hogar y una retribución por su ausencia. La prioridad para los migrantes es asegurar su futuro y el de sus seres queridos. Esa es la realidad. La razón por la que los migrantes transfieren dinero, es para que sus familiares tengan un lugar digno donde vivir, alimentos suficientes en su mesa, atender oportunamente sus enfermedades y, en algunos casos, emprender un negocio.

“Su hijo tendrá una nueva oportunidad con la operación”, dijo el Doctor a Guadalupe, quien no podía esperar para darle la noticia a su esposo. Los migrantes no son sólo números que se miden en millones de personas (¿y de posibles votos?) o en millones de dólares por sus remesas, son, sobre todo, una posibilidad de cambiarlo todo, como salvar la vida de un hijo.


Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

  • Facebook: @Juan Hernandez
  • Twitter: @JuanHernandezS
  • Instagram: dr.juanhernandez

La semana pasada Guadalupe recibió la llamada que tanto esperaba: “¡Te acabo de depositar los mil dólares que faltaban!”, le dijo con mucha esperanza su esposo, quien se fue de migrante a Los Ángeles, California, hace cuatro años. Por la emoción, Guadalupe dudó si ir primero a retirar el dinero o llamar al Doctor para avisarle que por fin podía operar a su hijo. Historias como la de Guadalupe y su esposo migrante existen millones (la Organización Internacional para las Migraciones estima que actualmente hay en el mundo más de 281 millones de migrantes). En cada migrante habitan sueños que alcanzar y heridas que sanar, esa es la carga que han decidido llevar cuando abandonan su hogar y por la que es importante reconocer su valía, más allá de las remesas que envían en cifras históricas. Las remesas se han convertido en un pilar de la reactivación económica y, sobre todo, en un bálsamo para el dolor de las familias migrantes.

A lo largo de los años hemos constatado que los migrantes son también fuente de prosperidad, innovación y desarrollo para los países de origen, tránsito y destino. Su aporte financiero a través de las remesas es un bálsamo para sus familias y las economías locales. De acuerdo con el Banco Mundial, tan sólo en el 2023 los flujos internacionales de remesas a países de ingreso bajo y medio alcanzaron los 669 mil millones de dólares. Los tres países que más remesas recibieron en el 2023 fueron la India (125 mil millones), México (67 mil millones) y China (50 mil millones). Si nos enfocamos en nuestro país, Guanajuato, Michoacán y Jalisco fueron los principales estados receptores de remesas en el último año.

Los especialistas opinan que estos resultados históricos de remesas tienen que ver con la resiliencia del mercado laboral de Estados Unidos. Pero, de igual forma, estos envíos son motivados, como hemos visto en la historia de Guadalupe, por el gran amor que los migrantes tienen por sus seres queridos. Además, con sus envíos los migrantes reactivan el consumo en sus lugares de origen en los que, normalmente, cuentan con ingresos bajos. Por si fuera poco, su participación en el mercado laboral es primordial sobre todo en tiempos de crisis, como lo demostraron durante la pandemia de Covid-19 ocupando puestos de servicios esenciales.

Las remesas enviadas por los migrantes son el sustento económico de más de 1.8 millones de hogares en México. Pero también son algo más: el dinero que mandan es fruto de la esperanza que cargaron en su mochila al dejar su hogar y una retribución por su ausencia. La prioridad para los migrantes es asegurar su futuro y el de sus seres queridos. Esa es la realidad. La razón por la que los migrantes transfieren dinero, es para que sus familiares tengan un lugar digno donde vivir, alimentos suficientes en su mesa, atender oportunamente sus enfermedades y, en algunos casos, emprender un negocio.

“Su hijo tendrá una nueva oportunidad con la operación”, dijo el Doctor a Guadalupe, quien no podía esperar para darle la noticia a su esposo. Los migrantes no son sólo números que se miden en millones de personas (¿y de posibles votos?) o en millones de dólares por sus remesas, son, sobre todo, una posibilidad de cambiarlo todo, como salvar la vida de un hijo.


Dr. Juan Hernández

Analista de temas de migración

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  • Instagram: dr.juanhernandez
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