/ jueves 22 de junio de 2023

Fuera de Agenda  | Artefactos Explosivos Improvisados 

No es normal que en una región del país aumenten las alertas por la explosión de minas antipersona. Pero cuando se trata de la Tierra Caliente de Michoacán el nivel del problema se incrementa por las tácticas inusuales del crimen organizado. El pasado lunes 19 de junio un Artefacto Explosivo Improvisado (A.E.I.), como se les llama, colocado en el camino que une Apatzingán con la comunidad de La Batea, explotó al paso de un convoy militar provocando heridas a ocho soldados, tres de ellos de gravedad por lo que fueron trasladados de emergencia al hospital regional militar en Irapuato, Guanajuato.

No es la primera vez que explotan minas en esta zona del país. A finales de enero del 2022 un convoy que patrullaba la zona de Tepalcatepec y Aguililla, fue sacudido en su recorrido cuando un vehículo blindado Sandcat activó una mina terrestre dejando heridos a cuatro soldados. A los pocos días un artefacto similar mató a un campesino y dejó herido de gravedad a un niño en el poblado de El Aguaje, Aguililla. El 12 de febrero especialistas militares del Grupo de Respuesta de Emergencias apoyados por unidades de Fusileros Paracaidistas peinaron la zona y desactivaron 250 Artefactos Explosivos Improvisados, colocados por paramilitares al servicio del Cártel de Jalisco Nueva Generación. A esta organización en esa área le habían desarticulado campos de entrenamiento después de enfrentamientos donde resultaron muertos al menos un par de ex integrantes del grupo de fuerzas especiales del ejército guatemalteco conocidos como Kaibiles.

En septiembre pasado una delegación de militares mexicanos tuvo una reunión con sus pares del Comando Norte y representantes de agencias de seguridad de los Estados Unidos para abordar el problema de los A.E.I. utilizados por la delincuencia organizada en México. Este tipo de artefactos se colocan de forma manual, por lo regular son de fabricación casera y su adaptación es con “ánimo de matar, herir, provocar daños materiales o infundir terror”.

Un documento militar obtenido en el hackeo de Guacamaya a la Defensa Nacional, recogió los informes presentados en aquella reunión donde se dice que otros A.E.I. que se han localizado en el país son cilindros de oxígeno enterrados debajo de la superficie terrestre que se activan cuando son presionados. Tubos de PVC y metálicos prefragmentados, son accionados vía remota a través de celulares o equipos de radiocomunicación, son empleados por lo regular para impedir el avance de fuerzas de seguridad o grupos antagónicos. Este tipo de artefacto se coloca en un sistema de liberación de explosivos remota que ha sido adaptado en drones.

El primer caso que se registró de un Artefacto Explosivo Improvisado usado por el crimen organizado fue en diciembre del 2012. De diciembre de 2018 a septiembre del 2022 hubo 377 casos en 19 estados del país, se hallaron mil 765 artefactos de los cuales 52 explotaron. En 2020 aumentó su uso y aparecieron los primeros drones. Michoacán con 170 casos y 801 artefactos explosivos decomisados ocupa el primer lugar, le sigue Guanajuato con 126 casos y 497 artefactos, Jalisco con 227 artefactos y Chiapas con 118. Son registros poco difundidos de un problema que durante este sexenio ha escalado y tomado otro nivel.

@velediaz424

No es normal que en una región del país aumenten las alertas por la explosión de minas antipersona. Pero cuando se trata de la Tierra Caliente de Michoacán el nivel del problema se incrementa por las tácticas inusuales del crimen organizado. El pasado lunes 19 de junio un Artefacto Explosivo Improvisado (A.E.I.), como se les llama, colocado en el camino que une Apatzingán con la comunidad de La Batea, explotó al paso de un convoy militar provocando heridas a ocho soldados, tres de ellos de gravedad por lo que fueron trasladados de emergencia al hospital regional militar en Irapuato, Guanajuato.

No es la primera vez que explotan minas en esta zona del país. A finales de enero del 2022 un convoy que patrullaba la zona de Tepalcatepec y Aguililla, fue sacudido en su recorrido cuando un vehículo blindado Sandcat activó una mina terrestre dejando heridos a cuatro soldados. A los pocos días un artefacto similar mató a un campesino y dejó herido de gravedad a un niño en el poblado de El Aguaje, Aguililla. El 12 de febrero especialistas militares del Grupo de Respuesta de Emergencias apoyados por unidades de Fusileros Paracaidistas peinaron la zona y desactivaron 250 Artefactos Explosivos Improvisados, colocados por paramilitares al servicio del Cártel de Jalisco Nueva Generación. A esta organización en esa área le habían desarticulado campos de entrenamiento después de enfrentamientos donde resultaron muertos al menos un par de ex integrantes del grupo de fuerzas especiales del ejército guatemalteco conocidos como Kaibiles.

En septiembre pasado una delegación de militares mexicanos tuvo una reunión con sus pares del Comando Norte y representantes de agencias de seguridad de los Estados Unidos para abordar el problema de los A.E.I. utilizados por la delincuencia organizada en México. Este tipo de artefactos se colocan de forma manual, por lo regular son de fabricación casera y su adaptación es con “ánimo de matar, herir, provocar daños materiales o infundir terror”.

Un documento militar obtenido en el hackeo de Guacamaya a la Defensa Nacional, recogió los informes presentados en aquella reunión donde se dice que otros A.E.I. que se han localizado en el país son cilindros de oxígeno enterrados debajo de la superficie terrestre que se activan cuando son presionados. Tubos de PVC y metálicos prefragmentados, son accionados vía remota a través de celulares o equipos de radiocomunicación, son empleados por lo regular para impedir el avance de fuerzas de seguridad o grupos antagónicos. Este tipo de artefacto se coloca en un sistema de liberación de explosivos remota que ha sido adaptado en drones.

El primer caso que se registró de un Artefacto Explosivo Improvisado usado por el crimen organizado fue en diciembre del 2012. De diciembre de 2018 a septiembre del 2022 hubo 377 casos en 19 estados del país, se hallaron mil 765 artefactos de los cuales 52 explotaron. En 2020 aumentó su uso y aparecieron los primeros drones. Michoacán con 170 casos y 801 artefactos explosivos decomisados ocupa el primer lugar, le sigue Guanajuato con 126 casos y 497 artefactos, Jalisco con 227 artefactos y Chiapas con 118. Son registros poco difundidos de un problema que durante este sexenio ha escalado y tomado otro nivel.

@velediaz424