/ viernes 25 de agosto de 2023

El guacamole de mi abuela

Cuando se viaja fuera de México, la apreciación de las costumbres, cultura y tradiciones del lugar en el que se está son innegables. También aparecen las odiosas comparaciones, pero con el pasar de los días comienza a aparecer la nostalgia de aquellos olores y sabores que te dan la certeza que no existe otro país como el tuyo.

En mi caso esa nostalgia y sentido de pertenencia me lo provoco un guacamole que me supo a gloria después de varias semanas de no probar algún alimento típico de mi país, no era el guacamole de mi abuelita, pero era un pedazo de mis tradiciones, amores y gustos que me traían de vuelta mi país con varios miles de kilómetros de por medio. El aguacate mexicano representa el 30% de la cosecha mundial, así que no tenía dudas que ese guacamole que estaba probando contenía al menos un aguacate producido y exportado desde mi país.

México es el mayor productor y exportador de aguacate en el mundo, uno de cada tres aguacates que encuentres fueras de México habrá sido cultivado en México muy seguramente dentro de la región purépecha de nuestro país, ya que en Michoacán se concentra la mayor producción de aguacate nacional, por encima del millón de toneladas y 96 % de la producción total que se exporta desde nuestro país.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, como tantos otros productos hechos en México, el aguacate mexicano está enfrentando desafíos importantes que pone en riesgo su futuro en el mercado internacional. Ya el año pasado el gobierno de Estados Unidos suspendió por una semana todas las importaciones de aguacate desde nuestro país, debido a una amenaza que sufrieron funcionarios de la USDA por parte del crimen organizado, tras varias reuniones entre ambos gobiernos el problema fue resuelto y las importaciones desde Estados Unidos quien es el mayor consumidor de aguacate mexicano se reanudaron.

Sin embargo, aires de cambio comienzan a sentirse nuevamente dentro del mundo del aguacate, esta vez no solo en México sino globalmente. Durante el congreso mundial de aguacate llevado a cabo el pasado abril en Nueva Zelanda, si bien se pronosticó que el consumo de aguacate aún tiene bastante proyección de crecimiento, los principales desafíos se muestran en la cadena de suministro y un des balance entre la oferta y la demanda, ya que más países continúan sumándose a la producción de aguacate y de momento la demanda no está creciendo al mismo ritmo.

El principal reto para México se está presentando en su mayor cliente, el mercado estadounidense, donde nuevos competidores están entrando con precios significativamente más bajos.

Perú quien junto con México es uno de los principales exportadores y productores de aguacate hacia el mundo está entrando al mercado americano, principalmente durante el verano que es cuando la producción de aguacate mexicano disminuye a espera de la llegada de la nueva cosecha. De manera lenta pero segura, cada año continúa aumentando la llegada de aguacate peruano a Estados Unidos.

Otra desventaja que ha comenzado a afectar a exportadores en México hacia el mercado estadounidense es el número de días de crédito que ha aumentado, era común negociar con 15 y 30 días términos de pago, pero hoy en día las empresas te exigen 60 y hasta 90 días como mínimo para poder tener negocio con ellos, lo que afecta en el flujo de efectivo y aumenta el costo para los exportadores mexicanos.

El tipo de cambio está siendo un dolor de cabeza para los exportadores de aguacate mexicanos, el súper peso mexicano con relación al dólar americano, está disminuyendo significativamente las importaciones desde nuestro vecino del norte, lo que representa otro desafío para la industria y exportación agroalimenticia de nuestro país.

Pero en México estamos acostumbrados a los desafíos y no tengo duda que el mercado nacional productor de aguacate esta ya preparando nuevos rumbos, y uno de ellos es este el mercado europeo donde cada vez es más común ver dentro del menú de occidentales incluir al aguacate.

Una de las mayores cualidades como mexicano es el trabajo duro, es herencia y legado de nuestros ancestros, mucho más para el campesino mexicano que es sinónimo de honor, podrán llegar nuevos actores a competir al mercado del aguacate, pero México sigue siendo el único país que tiene de tres a cuatro cosechas de aguacate por año, y esa seguirá siendo nuestra fortaleza. Las tormentas y desafíos pasarán, pero el aguacate mexicano perdurara.

Hora de dejar la mesa en la que me encuentro, con la nostalgia de que pronto pueda volver a probar el delicioso guacamole de mi abuelita. Hasta la próxima estimado lector.

Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com


Cuando se viaja fuera de México, la apreciación de las costumbres, cultura y tradiciones del lugar en el que se está son innegables. También aparecen las odiosas comparaciones, pero con el pasar de los días comienza a aparecer la nostalgia de aquellos olores y sabores que te dan la certeza que no existe otro país como el tuyo.

En mi caso esa nostalgia y sentido de pertenencia me lo provoco un guacamole que me supo a gloria después de varias semanas de no probar algún alimento típico de mi país, no era el guacamole de mi abuelita, pero era un pedazo de mis tradiciones, amores y gustos que me traían de vuelta mi país con varios miles de kilómetros de por medio. El aguacate mexicano representa el 30% de la cosecha mundial, así que no tenía dudas que ese guacamole que estaba probando contenía al menos un aguacate producido y exportado desde mi país.

México es el mayor productor y exportador de aguacate en el mundo, uno de cada tres aguacates que encuentres fueras de México habrá sido cultivado en México muy seguramente dentro de la región purépecha de nuestro país, ya que en Michoacán se concentra la mayor producción de aguacate nacional, por encima del millón de toneladas y 96 % de la producción total que se exporta desde nuestro país.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, como tantos otros productos hechos en México, el aguacate mexicano está enfrentando desafíos importantes que pone en riesgo su futuro en el mercado internacional. Ya el año pasado el gobierno de Estados Unidos suspendió por una semana todas las importaciones de aguacate desde nuestro país, debido a una amenaza que sufrieron funcionarios de la USDA por parte del crimen organizado, tras varias reuniones entre ambos gobiernos el problema fue resuelto y las importaciones desde Estados Unidos quien es el mayor consumidor de aguacate mexicano se reanudaron.

Sin embargo, aires de cambio comienzan a sentirse nuevamente dentro del mundo del aguacate, esta vez no solo en México sino globalmente. Durante el congreso mundial de aguacate llevado a cabo el pasado abril en Nueva Zelanda, si bien se pronosticó que el consumo de aguacate aún tiene bastante proyección de crecimiento, los principales desafíos se muestran en la cadena de suministro y un des balance entre la oferta y la demanda, ya que más países continúan sumándose a la producción de aguacate y de momento la demanda no está creciendo al mismo ritmo.

El principal reto para México se está presentando en su mayor cliente, el mercado estadounidense, donde nuevos competidores están entrando con precios significativamente más bajos.

Perú quien junto con México es uno de los principales exportadores y productores de aguacate hacia el mundo está entrando al mercado americano, principalmente durante el verano que es cuando la producción de aguacate mexicano disminuye a espera de la llegada de la nueva cosecha. De manera lenta pero segura, cada año continúa aumentando la llegada de aguacate peruano a Estados Unidos.

Otra desventaja que ha comenzado a afectar a exportadores en México hacia el mercado estadounidense es el número de días de crédito que ha aumentado, era común negociar con 15 y 30 días términos de pago, pero hoy en día las empresas te exigen 60 y hasta 90 días como mínimo para poder tener negocio con ellos, lo que afecta en el flujo de efectivo y aumenta el costo para los exportadores mexicanos.

El tipo de cambio está siendo un dolor de cabeza para los exportadores de aguacate mexicanos, el súper peso mexicano con relación al dólar americano, está disminuyendo significativamente las importaciones desde nuestro vecino del norte, lo que representa otro desafío para la industria y exportación agroalimenticia de nuestro país.

Pero en México estamos acostumbrados a los desafíos y no tengo duda que el mercado nacional productor de aguacate esta ya preparando nuevos rumbos, y uno de ellos es este el mercado europeo donde cada vez es más común ver dentro del menú de occidentales incluir al aguacate.

Una de las mayores cualidades como mexicano es el trabajo duro, es herencia y legado de nuestros ancestros, mucho más para el campesino mexicano que es sinónimo de honor, podrán llegar nuevos actores a competir al mercado del aguacate, pero México sigue siendo el único país que tiene de tres a cuatro cosechas de aguacate por año, y esa seguirá siendo nuestra fortaleza. Las tormentas y desafíos pasarán, pero el aguacate mexicano perdurara.

Hora de dejar la mesa en la que me encuentro, con la nostalgia de que pronto pueda volver a probar el delicioso guacamole de mi abuelita. Hasta la próxima estimado lector.

Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com