/ viernes 22 de septiembre de 2023

Todos necesitamos de un amigo

Los gobernantes de hoy en día no son demófilos. No son amigos del pueblo. Persiguen pautas propias sembradas en el prejuicio y preconcepto. Basta para ver el pronunciamiento de todas autoridades salientes y postuladas para constatar la rispidez, intolerancia y soberbia que destilan.

Cualquier ejemplo, de cualquier partido político me serviría para ejemplificar un discurso lleno de alabanza y aprobación hacia lo realizado en favor del pueblo, su región y necesidades. Cada gobernante sale haciendo el mejor trabajo que se ha visto y cada político entrante refiere que se encuentra un verdadero cochinero. El pan de cada día de la política.

Pero esto tendrá que replantearse pronto, hoy en día la población esta más informada y participativa de lo que sucede en su entorno, es imposible mantener el discurso.

En días anteriores hemos escuchado y leído pronunciamientos e informes de actividades por parte de autoridades y gobernantes para anunciar una serie de medidas y hacer frente al problema fuerte de inseguridad que azota las carreteras del país. Una de las principales vino desde el gobierno federal en el quinto informe de gobierno, donde ademas de enunciar los logros alcanzados durante el año en curso, se anunció la creación de una línea inmediata contra robos (LAICA). Esta iniciativa, en colaboración con la Guardia Nacional, fuerzas de seguridad locales, pero sobretodo el sector privado, a través de la Coparmex, ha resultado en al menos 64 detenciones y recuperación de unidades robadas, pues así lo mencionan cifras reportadas por el mismo gobierno federal. El programa está hecho para prevenir y responder a los robos en las carreteras a lo largo del territorio mexicano. Y no es otra cosa que la creación de un chat de aplicación, en el que se podrán generar reportes de robo a transportistas. En dicho chat están presentes los presidentes de la federación y personal de Coparmex nacional, quienes serán los responsables de realizar el reporte. Una iniciativa que se aplaude y en la cual tenemos que creer, por la necesidad de seguridad tan grande que tenemos las empresas que nos dedicamos al servicio de transporte en el país.

Similares acciones se están llevando acabo en distintos estados, iniciativas como inspecciones y auditorias a empresas encargadas de proporcionar servicios de transporte. Estas inspecciones aumentaron 5% con respecto al año pasado, inspecciones que incluyen revisiones de pesos y dimensiones en distintos puntos de la geografía del país, superando por al menos 20% más respecto al año anterior. Aún más: se están tomando medidas para modernizar la flotilla federal de carga y de pasajeros en el sector publico. Son varias ya las ciudades donde estamos viendo un recambio de camiones para el transporte público en alianzas con el sector privado, un sector que sin duda es clave para llevar acabo este tipo de iniciativas estatales y federales.

En resumen: son todas en su mayoría buenas noticias las que escuchamos y escucharemos en próximos meses, algo muy distante a la realidad que enfrentamos a diario el sector de transporte en México. Pero, ¿cómo fue que llegamos a esto? ¿Por qué estamos tan acostumbrados a escuchar y normalizar el mismo discurso año tras año?

Primero, habría que decir que no estamos solos en ello, basta con voltear hacia nuestro vecino del norte para ver que están viviendo realidades que no se veían hace mucho. Basta también leer alguna prensa occidental para darse cuenta los retos que están enfrentando las grandes economías. Sí, es un mal generalizado y en cuyos casos la mayoría de los líderes de todos estos países, incluyendo el nuestro, los gobernantes han llegado a su cargo mediante el voto, mediante una democracia. Sin embargo, ni siempre la mayoría acierta, menos en el mundo y actualidad que estamos viviendo, donde todo está potenciado: crisis, pandemias, clima, guerras, sobrepoblación, inseguridad, sociedad.

Sin embargo, la exigencia debe aumentar y debe comenzar con la participación y empuje ciudadano. Además de seria, la política y progreso deben ser concretos. Es decir: real y veraz. La población ya sabe que cuando se trata de política, se acostumbra a mentir. Y se miente descaradamente y escandalosamente. También debe ser mensurable, que no se hable solo de boca para afuera, ni se hagan promesas que no serán cumplidas y mucho menos no atendidas.

Una cosa es cierta, la distorsión social que estamos viviendo requiere del esfuerzo de cada uno de nosotros, pero sobretodo de la clase política y nuestros gobernantes. El discurso y el esfuerzo deben ser modificados a uno que esté enfocado hacia la generosidad, la solidaridad, la contribución y unión entre los gobernados y sus gobernantes. Hoy en día necesitamos de un demofilo, alguien que muestre profundo y sincero aprecio hacia su pueblo.

Al final del día, todos requerimos de un amigo.

¿O tu qué opinas querido lector? Hasta la próxima.


Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com

Los gobernantes de hoy en día no son demófilos. No son amigos del pueblo. Persiguen pautas propias sembradas en el prejuicio y preconcepto. Basta para ver el pronunciamiento de todas autoridades salientes y postuladas para constatar la rispidez, intolerancia y soberbia que destilan.

Cualquier ejemplo, de cualquier partido político me serviría para ejemplificar un discurso lleno de alabanza y aprobación hacia lo realizado en favor del pueblo, su región y necesidades. Cada gobernante sale haciendo el mejor trabajo que se ha visto y cada político entrante refiere que se encuentra un verdadero cochinero. El pan de cada día de la política.

Pero esto tendrá que replantearse pronto, hoy en día la población esta más informada y participativa de lo que sucede en su entorno, es imposible mantener el discurso.

En días anteriores hemos escuchado y leído pronunciamientos e informes de actividades por parte de autoridades y gobernantes para anunciar una serie de medidas y hacer frente al problema fuerte de inseguridad que azota las carreteras del país. Una de las principales vino desde el gobierno federal en el quinto informe de gobierno, donde ademas de enunciar los logros alcanzados durante el año en curso, se anunció la creación de una línea inmediata contra robos (LAICA). Esta iniciativa, en colaboración con la Guardia Nacional, fuerzas de seguridad locales, pero sobretodo el sector privado, a través de la Coparmex, ha resultado en al menos 64 detenciones y recuperación de unidades robadas, pues así lo mencionan cifras reportadas por el mismo gobierno federal. El programa está hecho para prevenir y responder a los robos en las carreteras a lo largo del territorio mexicano. Y no es otra cosa que la creación de un chat de aplicación, en el que se podrán generar reportes de robo a transportistas. En dicho chat están presentes los presidentes de la federación y personal de Coparmex nacional, quienes serán los responsables de realizar el reporte. Una iniciativa que se aplaude y en la cual tenemos que creer, por la necesidad de seguridad tan grande que tenemos las empresas que nos dedicamos al servicio de transporte en el país.

Similares acciones se están llevando acabo en distintos estados, iniciativas como inspecciones y auditorias a empresas encargadas de proporcionar servicios de transporte. Estas inspecciones aumentaron 5% con respecto al año pasado, inspecciones que incluyen revisiones de pesos y dimensiones en distintos puntos de la geografía del país, superando por al menos 20% más respecto al año anterior. Aún más: se están tomando medidas para modernizar la flotilla federal de carga y de pasajeros en el sector publico. Son varias ya las ciudades donde estamos viendo un recambio de camiones para el transporte público en alianzas con el sector privado, un sector que sin duda es clave para llevar acabo este tipo de iniciativas estatales y federales.

En resumen: son todas en su mayoría buenas noticias las que escuchamos y escucharemos en próximos meses, algo muy distante a la realidad que enfrentamos a diario el sector de transporte en México. Pero, ¿cómo fue que llegamos a esto? ¿Por qué estamos tan acostumbrados a escuchar y normalizar el mismo discurso año tras año?

Primero, habría que decir que no estamos solos en ello, basta con voltear hacia nuestro vecino del norte para ver que están viviendo realidades que no se veían hace mucho. Basta también leer alguna prensa occidental para darse cuenta los retos que están enfrentando las grandes economías. Sí, es un mal generalizado y en cuyos casos la mayoría de los líderes de todos estos países, incluyendo el nuestro, los gobernantes han llegado a su cargo mediante el voto, mediante una democracia. Sin embargo, ni siempre la mayoría acierta, menos en el mundo y actualidad que estamos viviendo, donde todo está potenciado: crisis, pandemias, clima, guerras, sobrepoblación, inseguridad, sociedad.

Sin embargo, la exigencia debe aumentar y debe comenzar con la participación y empuje ciudadano. Además de seria, la política y progreso deben ser concretos. Es decir: real y veraz. La población ya sabe que cuando se trata de política, se acostumbra a mentir. Y se miente descaradamente y escandalosamente. También debe ser mensurable, que no se hable solo de boca para afuera, ni se hagan promesas que no serán cumplidas y mucho menos no atendidas.

Una cosa es cierta, la distorsión social que estamos viviendo requiere del esfuerzo de cada uno de nosotros, pero sobretodo de la clase política y nuestros gobernantes. El discurso y el esfuerzo deben ser modificados a uno que esté enfocado hacia la generosidad, la solidaridad, la contribución y unión entre los gobernados y sus gobernantes. Hoy en día necesitamos de un demofilo, alguien que muestre profundo y sincero aprecio hacia su pueblo.

Al final del día, todos requerimos de un amigo.

¿O tu qué opinas querido lector? Hasta la próxima.


Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com