/ domingo 5 de marzo de 2017

Corrupción e inseguridad Entre informes y proyectos políticos

Dos temas que son constantes en los estudios de opinión pública que se hacen en nuestro país, solo con diferencias de matices, es decir, mínimas diferencias porcentuales; se trate de cualquier región del país, la inseguridad y la corrupción son los asuntos que más ocupan la atención de los mexicanos; no hace falta dar muchas explicaciones cuando vemos la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la seguridad pública (ENVIPE) 2016 de INEGI para darnos cuenta que casi 24 millones de mexicanos han sido víctimas de hechos delincuenciales, que la tendencia es creciente, que afecta a todas las clases sociales y que representan la mayor preocupación de todos los mexicanos.

Desde luego que es un entorno multifactorial y que sería una necedad creer que sólo es el gobierno responsable de los acontecimientos, pero si es el único que cuenta con la responsabilidad constitucional del uso de la fuerza, es el único depositario del monopolio de la fuerza de orden, es el único responsable de asignar los recursos públicos para velar por la convivencia armónica entre los ciudadanos y el respeto a las leyes que propician el orden constitucional. Es decir, los tres órdenes de gobierno, los tres poderes. Nadie con menor responsabilidad, nadie tiene justificación del incumplimiento, de llegar tarde, de cumplir a medias, de atender sólo "lo mejor posible"...

Cuánta energía consumen los actores políticos, los medios de comunicación, las redes sociales en tratar estos dos temas, cuánto representan para la economía del país... México, anatomía de la corrupción, es el estudio del IMCO que encuentra la metodología para contar con un referente estadístico. Corrupción es el segundo tema que más ocupa a los mexicanos, después de la inseguridad con un 51% de incidencia.

La corrupción es una carga para la economía nacional según el Banco Mundial, la OEA y estudios del CEESP. El costo de la corrupción fluctúa entre el 9 y el 10% del PIB, es decir, de cada 100 pesos de riqueza que genera la economía nacional 10 se destinan a la corrupción. En el año 2000 representaron 672 mil millones de pesos; en el año 2016 representaron 2.1 billones de pesos.

La corrupción y la inseguridad son una amenaza para el crecimiento económico del país, el deterioro mayor en los niveles de percepción de la corrupción se atribuye principalmente a los escándalos políticos, donde destacan los gobernadores de los estados, los que asumen ser transas y los que no asumen ser transas... Los que recién dejaron sus responsabilidades de gobernadores y los que están por dejarlas, desde luego toda la red de corrupción que se genera a partir de ellos: compadres que cobran los moches, los que cobran "diezmos" para pagar las campañas políticas que están por venir, los créditos para el gasto social que será el mecanismo de compra de voluntades a base de regalías que se pagan con los presupuestos de los programas de gasto social, qué decir de los exgobernadores que ya están prófugos, los que se siguen "protegiendo" con poderes legislativos a modo y con órganos de fiscalización superior que padecen de miopía política y no logran ver los volúmenes de dinero que se ha desviado con transas burdas pero "incomprobables" a la luz de la normatividad vigente en las administraciones públicas.

Desde luego que nada de estos procesos de corrupción serían posibles sin la participación de entidades y personas del sector privado que encuentran la manera de facilitar los actos de corrupción a cuenta de contratos ventajosos provocando un severo impacto en la economía del país.

Hoy en el país corrupción y abuso son la forma de hacer dinero a partir de ejercer el gasto público de las entidades y la federación. Es el dinero público el foco de atención de las maniobras corruptas que más afectan la vida económica del país. Siendo muy grave el efecto país; nada se compara con lo que representan las cifras del impacto de la inseguridad en la economía de México.

La cantidad de personas que mueren todos los días a causa de la acción de los delincuentes, el grado de impunidad con que se comportan hacen parecer que se encuentran coludidos con las autoridades, solo que los daños son irreversibles... Con nada se pueden recuperar las vidas que diariamente se pierden por la acción de la delincuencia.

A propósito de informes de gobierno en Guanajuato, la entidad con un acelerado deterioro de la paz social vive en un irritante contraste: mientras la iniciativa privada nacional y extranjera define sus inversiones a la infraestructura y el equipamiento de las empresas en todo el corredor industrial del centro-occidente del país, el gobierno del estado y municipios se ocupan de hablar de las acciones de la iniciativa privada y terminarán sus administraciones sin saber qué hacer y qué decir acerca de los problemas crecientes derivados de la corrupción y la inseguridad.

Hasta la próxima PROSPECTIVA.

Dos temas que son constantes en los estudios de opinión pública que se hacen en nuestro país, solo con diferencias de matices, es decir, mínimas diferencias porcentuales; se trate de cualquier región del país, la inseguridad y la corrupción son los asuntos que más ocupan la atención de los mexicanos; no hace falta dar muchas explicaciones cuando vemos la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la seguridad pública (ENVIPE) 2016 de INEGI para darnos cuenta que casi 24 millones de mexicanos han sido víctimas de hechos delincuenciales, que la tendencia es creciente, que afecta a todas las clases sociales y que representan la mayor preocupación de todos los mexicanos.

Desde luego que es un entorno multifactorial y que sería una necedad creer que sólo es el gobierno responsable de los acontecimientos, pero si es el único que cuenta con la responsabilidad constitucional del uso de la fuerza, es el único depositario del monopolio de la fuerza de orden, es el único responsable de asignar los recursos públicos para velar por la convivencia armónica entre los ciudadanos y el respeto a las leyes que propician el orden constitucional. Es decir, los tres órdenes de gobierno, los tres poderes. Nadie con menor responsabilidad, nadie tiene justificación del incumplimiento, de llegar tarde, de cumplir a medias, de atender sólo "lo mejor posible"...

Cuánta energía consumen los actores políticos, los medios de comunicación, las redes sociales en tratar estos dos temas, cuánto representan para la economía del país... México, anatomía de la corrupción, es el estudio del IMCO que encuentra la metodología para contar con un referente estadístico. Corrupción es el segundo tema que más ocupa a los mexicanos, después de la inseguridad con un 51% de incidencia.

La corrupción es una carga para la economía nacional según el Banco Mundial, la OEA y estudios del CEESP. El costo de la corrupción fluctúa entre el 9 y el 10% del PIB, es decir, de cada 100 pesos de riqueza que genera la economía nacional 10 se destinan a la corrupción. En el año 2000 representaron 672 mil millones de pesos; en el año 2016 representaron 2.1 billones de pesos.

La corrupción y la inseguridad son una amenaza para el crecimiento económico del país, el deterioro mayor en los niveles de percepción de la corrupción se atribuye principalmente a los escándalos políticos, donde destacan los gobernadores de los estados, los que asumen ser transas y los que no asumen ser transas... Los que recién dejaron sus responsabilidades de gobernadores y los que están por dejarlas, desde luego toda la red de corrupción que se genera a partir de ellos: compadres que cobran los moches, los que cobran "diezmos" para pagar las campañas políticas que están por venir, los créditos para el gasto social que será el mecanismo de compra de voluntades a base de regalías que se pagan con los presupuestos de los programas de gasto social, qué decir de los exgobernadores que ya están prófugos, los que se siguen "protegiendo" con poderes legislativos a modo y con órganos de fiscalización superior que padecen de miopía política y no logran ver los volúmenes de dinero que se ha desviado con transas burdas pero "incomprobables" a la luz de la normatividad vigente en las administraciones públicas.

Desde luego que nada de estos procesos de corrupción serían posibles sin la participación de entidades y personas del sector privado que encuentran la manera de facilitar los actos de corrupción a cuenta de contratos ventajosos provocando un severo impacto en la economía del país.

Hoy en el país corrupción y abuso son la forma de hacer dinero a partir de ejercer el gasto público de las entidades y la federación. Es el dinero público el foco de atención de las maniobras corruptas que más afectan la vida económica del país. Siendo muy grave el efecto país; nada se compara con lo que representan las cifras del impacto de la inseguridad en la economía de México.

La cantidad de personas que mueren todos los días a causa de la acción de los delincuentes, el grado de impunidad con que se comportan hacen parecer que se encuentran coludidos con las autoridades, solo que los daños son irreversibles... Con nada se pueden recuperar las vidas que diariamente se pierden por la acción de la delincuencia.

A propósito de informes de gobierno en Guanajuato, la entidad con un acelerado deterioro de la paz social vive en un irritante contraste: mientras la iniciativa privada nacional y extranjera define sus inversiones a la infraestructura y el equipamiento de las empresas en todo el corredor industrial del centro-occidente del país, el gobierno del estado y municipios se ocupan de hablar de las acciones de la iniciativa privada y terminarán sus administraciones sin saber qué hacer y qué decir acerca de los problemas crecientes derivados de la corrupción y la inseguridad.

Hasta la próxima PROSPECTIVA.