Venezuela y su petrolera PDVSA entraron el martes en default parcial por retrasos en el pago de bonos por cientos de millones de dólares, según las agencias Standard & Poors y Fitch, lo que amenaza con desencadenar el incumplimiento de su abultada deuda externa.
S&P colocó el "default selectivo" por el impago de 200 millones de dólares de los bonos soberanos 2019 y 2024, y Fitch declaró a PDVSA en "default restringido" por los títulos vencidos el 2 de noviembre y 27 de octubre, de 1.169 millones y 842 millones, recibidos por los tenedores con una semana de retraso.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, aseguró que Venezuela es "buen pagador" y canceló esas obligaciones, así como intereses del bono PDVSA vencidos la semana pasada, de 81 millones.
"Somos buenos pagadores a pesar de lo que digan las calificadores de riesgo, el Departamento del Tesoro, la Unión Europea y Donald Trump (…) Nos tienen sin cuidado, vamos a pagar en común acuerdo con los tenedores de los bonos", aseguró.
La rebaja de las calificaciones ocurrió horas después de una reunión el lunes entre el gobierno y acreedores, a quienes no ofreció un plan concreto para renegociar la deuda soberana y de PDVSA, de unos 150.000 millones de dólares en total.
Aunque los acreedores salieron decepcionados de la cita, el gobierno la consideró un "rotundo éxito". "Hemos iniciado de manera franca, clara y correcta el refinanciamiento de nuestra deuda externa", aseguró Rodríguez.
El vicepresidente Tareck El Aissami, principal negociador, anunció que mesas técnicas evaluarán propuestas en próximos encuentros -sin fecha-, y responsabilizó a Trump de provocar los atrasos por las sanciones financieras que impuso a Venezuela.
"La reunión dejó más preguntas que respuestas. Venezuela se acerca a un default formal a medida que se deciden técnicamente los retrasos de pagos", dijo a AFP el analista Diego-Moya Ocampos, del IHS Markit.
Tanto Fitch como S&P advirtieron que las sanciones dificultarán una negociación. Además, Estados Unidos sancionó a El Aissami, prohibiendo a sus ciudadanos tratar con él.
PDVSA es el sostén de la economía venezolana, al generar 96% de las divisas, por lo que un default agravaría la profunda crisis pues comprometería sus activos, como CITGO, filial en Estados Unidos.