En las últimas elecciones federales, la participación de los distritos rurales es mayor que el de los distritos urbanos; durante el proceso electoral de 2015 en las ciudades solo salió a votar 44.9%, mientras que en el campo lo hizo el 54.5%, esto de acuerdo al Estudio Comparativo Sobre la Participación Ciudadana en las Elecciones Federales de 2009, 2012 y 2015 elaborado por el Instituto Nacional Electoral.
“Independientemente del tipo de elección (intermedia o presidencial) son las secciones rurales las que presentan las mayores tasas de participación”, concluye el documento.
La tendencia de mayor participación rural viene desde 2009, año donde en los distritos de ese tipo el porcentaje que ejerció el voto fue de 48.1%, en comparación con el 42.8% de las ciudades; para la presidencial de 2012 la gente del campo votó 64.1%, por el 61.6% de los mexicanos citadinos.
Para José Fernández Santillán, académico del Tecnológico de Monterrey especialista en temas electorales, explicó que la razón por la cual en el campo votan más es por la tradición del voto verde que fue cooptado por el régimen postrevolucionario, el cual creó organizaciones para controlar a campesinos y sus votos.
“¿Por qué se vota más en el campo que en la ciudad? Porque en el campo hay un voto corporativo, favorable al PRI. ¿Está politizado ese voto? No, es decir que no es producto de una educación cívica, sino de una tradición de apoyo al PRI que lo viene haciendo desde la época inmediata después de la Revolución”, dijo el especialista.
Sobre si es más fácil comprar el voto en zonas rurales, el académico consideró que no, pues tanto en ciudades como en el campo lo hacen todos los partidos políticos ya sean de derecha o izquierda con relativa facilidad.
El estudio también destaca que la tendencia de las últimas tres elecciones federales es que las mujeres ejercen más su derecho al voto, ya que mientras que en la última elección federal 50% de ellas salió a sufragar, entre los varones el porcentaje fue de 42%.
“Las mujeres las que presentan los mayores niveles de participación. El tipo de elección impacta en la brecha entre sexos: en la elección intermedia de 2009 la brecha fue de 6.82, en la de 2015 de 7.94 puntos, mientras que en la elección de 2012 (elección presidencial) la brecha se ubicó en 8.30 puntos porcentuales”, añade el documento.
El informe elaborado por el INE indica que el promedio de participación en los comicios federales celebrados desde 1991 es de 57.7%, destacando los comicios presidenciales de 1994 cuando 77.16% salieron a las urnas para darle al presidencia al priista Ernesto Zedillo Ponce de León. Ni siquiera en 2000, cuando se dio la alternancia de Vicente Fox Quesada, se pudo sobrepasar el 65%, pues se quedó en 6.9%.
“Las elecciones presidenciales elevan de manera considerable la tasa de participación electoral. El nivel de votación registrado en 2012 (elecciones presidenciales) supera en 18.02 puntos lo observado en las elecciones intermedias de 2009 y en 15.01 puntos porcentuales lo registrado en la elección de 2015”, finaliza el texto.
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