La Secretaría de Salud Federal emitió un aviso preventivo para aquellas personas que tengan un viaje en puerta a Brasil, esto ante los casos confirmados de Fiebre Amarilla en aquel país sudamericano.
La Fiebre Amarilla es una enfermedad viral aguda, hemorrágica y transmitida por mosquitos infectados; en este caso se trata de las especies Haemagogus spp y Sabethes spp, asimismo está involucrado el mosquito Aedes aegypti, mismo que transmite otros virus como el Dengue, Zika y Chikungunya.
Este virus se caracteriza por presentar un cuadro clínico que puede varias desde una enfermedad leve, pues de un 5 a 50% pueden ser asintomáticos, hasta un cuadro grave con ictericia y hemorragias; cuando el paciente se restablece, deja la inmunidad de por vida.
Una vez transcurrido el periodo de incubación de 3 a 6 días, la enfermedad se presenta con fiebre, dolor de espalda, cabeza y músculos, escalofríos, náuseas y vómito que desaparecen en tres o cuatro días. Cerca del 15% de los enfermos presentan color amarillo en la piel, acompañada de dolor abdominal y vómito, además puede presentarse sangrado de boca, nariz, ojos, vómito con sangre y en las heces, por lo que la función de los riñones se ve comprometida. La tasa de letalidad en los casos graves va del 20 al 50 por ciento.
Para la Fiebre Amarilla no hay tratamiento curativo, pues solamente es sintomático y se deben estabilizar los signos vitales del paciente; sin embargo, hay una vacuna contra el virus, la cual con una sola dosis protege para toda la vida, teniendo una efectividad que va del 90 al 98 por ciento. La vacuna debe administrarse a aquellas personas que acudirán a zonas de riesgo, tales como regiones selváticas.
Actualmente Brasil atraviesa un periodo reconocido históricamente como de mayor transmisión que se en los meses de diciembre a mayo; para el periodo 2017-2018 se registraron 1,376 casos de este virus, provocando la muerte de 483 personas. Para el periodo diciembre 2018 a enero 2019 se habían confirmado 39 casos y ocho defunciones en once municipios de dos estados de Brasil.
En México la Fiebre Amarilla represento un problema de salud pública desde la época prehispánica, pues el virus era transmitido por vectores silvestres y que se agravó con la introducción del Aedes aegypti durante el Siglo XV, causando epidemias importantes en gran parte del territorio mexicano.
La campaña de erradicación de la Fiebre Amarilla tuvo éxito, logrando contener y eliminar la circulación del virus, pues el último caso en México se registró en Pánuco, Veracruz el 7 de febrero de 1923.
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En caso de viajar a zonas con riesgo deberán administrarse la vacuna diez días antes de iniciar el viaje, llevar consigo el Certificado Internacional de Vacunación o Profilaxis.
Si durante el viaje de retorno presenta fiebre, dolor muscular, dolor de espalda intenso, dolor de cabeza, escalofríos, pérdida de apetito, náuseas, vómito o coloración amarillenta de la piel y ojos, durante su estancia y durante un periodo después de 7 días de su regreso a México debe evitar automedicarse y buscar atención médica de inmediato, consumir abundantes líquidos y vida suero oral, evitar tener contacto con personas embarazadas, niños, niñas o personas con alguna otra enfermedad, evitar las picaduras de mosquitos, para evitar que este se infecte y se convierta en un potente transmisor de la enfermedad.
