León, Gto.- El algodón de azúcar se hace presente en todas las ferias del país. Caminar solo o en compañía y comer a pellizquitos esta deliciosa golosina mientras disfrutas de las atracciones es una rutina que se ha vuelto tradicional.
En la Feria de León puedes encontrar en diversos puestos donde hacen el algodón, algunos ya están elaborados, pero si lo quieres de un sabor en especial en el momento te lo hacen.
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Las personas que pasan frente al Poliforum en la esquina de la entrada C3 lugar donde se encuentra Julia Margarita Rangel Guzmán, se quedan observando cómo elabora los algodones, luego de comprarle uno se dirigen la mayoría hacía los juegos.
La comerciante, recibe a todos sus clientes con amabilidad a pesar de estar casi todo el día trabajando, en sus tiempos libres se llega a sentar tan solo por unos segundo.
Platicó que es un oficio muy bonito y que lo aprendió de su esposo y es herencia familiar porque todos los familiares de Juan Carlos Arellano Peréz se dedican a elaborar algodones.
“La familia de mi esposo desde los hermanos hasta, sobrinas, nietos trabajan haciendo algodones, es tradición y ahora yo tengo dos niños que estamos integrando poco a poco para que nos ayuden para que se queden con el negocio”, platicó Julia.
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Una probadita de cielo
Los algodones son como las nubes y saben delicioso, tienen colores bonitos, dijo un niño a su mamá mientras se acercaron al puesto de Julia para elegir uno del sabor mora azul.
La mujer continuó platicando que el dulce es de los favoritos de niños, jóvenes y son pocos adultos los que los consumen, pero es de agrado de todo el mundo.
Elabora algodón gigantes que mide hasta un metro, pero el chico o tamaño normal es el que más se llevan en color azul que es de sabor mora azul, rosa de sabor fresa y natural o amarillo que es vainilla.
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Maquina artesanal
Mientras continúa Julia elaborando la golosina, recuerda a José Arellano Maciel quien fue el que diseñó la máquina que ella tiene y la de sus hijos.
“Esta máquina es muy especial, el papá de mi esposo la hizo, claro que venden más pero está es única y tenemos gran cariño. Las personas que compran el algodón no solo endulzan su paladar, también comen un poquito de nuestra herencia familia”, indicó.
Continuó platicando que para hacer una nube primero se moja el palo para que los hilos de azúcar derretido se enreden alrededor de este, ya es cuestión del vendedor darle la forma.
“Primero se moja el palillo para que cuando nosotros lo pasemos a la máquina se pegue al azúcar al momento de quemarse. Luego pasamos a los botes que tenemos preparada con azúcar y la máquina hecha a base con gas y aire, se le invierte el ingrediente a una temperatura templada y se coloca en el centro y se va girando el palillo”, dijo.
Para finalizar platicó que lleva nueve años haciendo algodones y destacó que la Feria de León siempre le ha abierto las puertas a ella y su familia para continuar con una tradición que no morirá.
