León, Gto.- El reloj marca las 8:30 de la noche y la Zona Centro de León comienza a quedarse casi vacía, pocas son las personas que se quedan sentadas en los escasos lugares, la mayoría de los negocios están cerrados, los de comida o bebidas que se mantienen abiertos ofrecen sus productos pero sin éxito.
En una escena un poco, inusual y no como en otros tiempos donde a esas horas aún se vivía un gran movimiento, compras y ciudadanos disfrutando de los atractivos del primer cuadro de la ciudad; al caer la oscuridad esa imagen se pierde y solo queda un silencio casi total.
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Recorriendo las calles, pocas personas caminan para llegar a algún destino desconocido, en el lugar policías deambulan por cada esquina y quien no trae el cubrebocas los evaden o tratan de “escabullirse”.
En una bocina se escucha: “Son las 9 en punto”, sonido emitido desde la casa presidencial, pero a esa hora ya no hay nadie, ni gente sentada en las bancas platicando o parejas disfrutando del momento.
Los monumentos, templos y edificios gubernamentales reposan iluminados e imponiendo su belleza pero solitarios, algunos de los edificios del arquitecto Luis Long que están en el centro solo son testigos del tiempo, pero no hay quien los ocupe en su totalidad.
La emblemática fuente de los leones se encuentra acordonada y custodiada celosamente, figurando una “escena de algún hecho policial”, pero simplemente se procura que no exista una gran cantidad de personas en un solo espacio, o al menos eso parece.
Negocios solitarios
Caminando por el Portal Aldama los únicos negocios abiertos son una paletera y un negocio de uñas de acrílico, ambos sin un solo cliente y al cuestionar de la situación al despachador del negocio de alimentos Cesar González menciona:
Está un poco difícil, solo sale lo del día, cerramos a las 10, pero con esto cerramos más pronto, solo en fin de semana llega un poco más de gente
Esta situación de salud pública en León quedará en la memoria de muchos habitantes, aquella que puso a reflexionar sobre la frágil que es la salud y la economía, también la vida, una circunstancia que hoy no parece terminar y que sin duda quedará en la historia como un recuerdo nada agradable.
