León, Gto.- En Poliforum León, hay un stand que “jala la mirada” pues la artesana Juana Pérez Ríos, vende muebles miniaturas los cuales son atractivos por niñas que quieren jugar y adultos que los compran de colección o decoración
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Artesanías Arzate, elabora desde una cocina integral, tren, vochos, motos, pianos, resbaladilla, comedores, cama , piano, mecedora, comedores, wc, lavabo, lavadero, cantina, maquina de coser, cunas y todo tipo de muebles para decorar un hogar.
La artesana platicó que hace 40 años su esposo trabajaba con una persona que hacía este tipo de muebles en miniatura pero al pasar el tiempo con los conocimientos prefirió emprender negocio familiar el cual forma parte de la Marca Gto y que además le ha ayudado a llegar a más municipios y estados.
“Mi esposo tiene toda la experiencia para realizar estos mueblecitos y nos fue enseñando a mí y a mis dos hijos, yo espero que mis hijos sigan con esta bonita tradición que viene de su padre pues en cada pieza dejamos un poquito de nuestro corazón”, indicó.
Hecho con el pensamiento y corazón
El precio del mueble depende de la dificultad con el que elabore, el vocho tiene un precio de 350 pesos pero se le abren sus puertas y la cajuela y los muebles que tienen cajones, a los que se le piden colocar objetos dentro, tienen un precio alrededor de 160 pesos.
“Nosotros tratamos de elaborar cada uno de ellos pensando en la necesidad de cada niño o adulto. En el caso del vocho creo que es el que es más laborioso realizar por todo el detalle que lleva y es que el volante y sus accesorios son cuidadosamente elaborados por cada uno de nosotros, también tiene cada artesanía tiene un cachito de mi corazón porque para mí no hay nada más bonito que los clientes se vayan contentos”, dijo Juana.
También compartió que su esposo es quien corta cada pieza y es un señor de Apaseo el Alto quien le lleva la madera y una vez que siente, observa su material y es como le va dando forma a la corteza de los árboles.
Juguetes de madera no pasan de moda
La señora Juana concluyó diciendo que este tipo de artesanías no pasa de moda debido a que las mayorías de las niñas los buscan para jugar con Polly Pocket o Barbie en miniatura mientras que los adultos se lo compran a su hijas porque les llegan recuerdos de melancolía al recordar que eran sus juguetes favoritos.
Pero también los llevan para regalar a un ser querido pues se ven bonitos como adornos en sus vitrinas o en una mesa de centro.