Sucia, decadente, peligrosa y fea es sinónimo de Plaza San Miguel, un centro comercial “moderno” que llevaría mejora a una zona conflictiva de la ciudad, que pasó de ser una de las más bonitas de León a un basurero vecinal.
Ubicada entre las colonias Fraccionamiento San Miguel y la colonia Santa Clara, en los años 80 era un proyecto de ambición, donde se encontraba una cadena de tienda comercial de renombre donde había gran variedad de productos y alimentos, con locales de diferentes giros mercantiles como ópticas, zapaterías, souvenir, salones de belleza, oficinas de cobro de agua y luz entre otros.
A su alrededor era zona de estacionamiento que actualmente es usado por comerciantes de chácharas y ropa usada que se ponen los días martes, ahora sus puertas están cerradas, aunque algunos vidrios están rotos hay cartones y otros materiales que protegen de cualquier acceso.
Plaza San Miguel cuenta con alrededor de 100 locales de los cuales hay una escuela privada que ocupa varios locales, un local de comida, un centro de refrigeración mayorista que se encuentra sobre la calle Río Tecolutla, una “piquita” de calzado, una zapatería, un local de venta de químicos para alberca, un bufete jurídico abandonado con muebles en su interior y el Grupo Fruto de Luz, Amor y Servicio AC.
Abandono y vandalismo
Al realizar un recorrido aún se puede ver el color rojo de algunos locales que han permanecidos intacto desde la inauguración de la plaza, las jardineras están descuidadas y llenas de hierba, hay basura por todos lados, huele a orines y heces, el piso está levantado y las coladeras sin tapa están repletas de basura que a decir de los vecinos es un foco de infección ya que dentro de los pisos huecos se anidan ratas y diferentes insectos.
Por la calle San Marcial, hay tres locales ocupados de los cuales es una zapatería y un sitio de taxis, ahí la mayoría de estos no cuenta con cortina solo son agujeros que según testimonios de habitantes de la zona sirve como basurero, para realizar malas prácticas, vandalismo y baño público.
La Plaza San Miguel fue un proyecto innovador, pero de la noche a la mañana cerró sus puertas dejando más desconfianza en la zona.
