León, Gto.- (OEM-Informex).- El conocido Arroyo del Muerto, se sitúa a poca distancia del Puente de El Coecillo y se dice que allá por los años 20 del siglo pasado se le dio este nombre, aunque no se sabe con exactitud por qué.
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En 1831, se hizo la propuesta de construir un puente que permitiera el paso a los caminantes de la zona a un costado del Río de los Gómez, justo enfrente de lo que hoy se conoce como el mercado República.
Desde entonces se le llamó el Puente del Muerto a tal sitio, hasta que por haberse empezado a desplomar su bóveda, fue necesario demolerlo y luego reconstruirlo.
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En 1910, el Ayuntamiento presidido por Jesús D. Ibarra, se le dio el nombre de Puente de la Independencia, pero no fue aceptado por la gente pues todos les seguían llamando el Puente del Arroyo del Muerto.
La trágica historia de Inesilla
En su libro “Leyendas y sucedidos leoneses”, de Vicente González del Castillo cuenta la leyenda de este punto conocido de la ciudad.
Se dice que una muchacha llamada Inés, vecina del Barrio de El Coecillo, pasaba diariamente para hacer sus compras, pero todos los días, al cruzar el arroyo se encontraba con Santos Ramírez, un hombre que al parecer estaba “enamorado” de la joven.
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Santos era conocido como uno de los tantos matachines del pueblo, quien a pesar de perseguir a Inés, solo recibía malos modos y juró tomar venganza por esos desprecios.
Santos no era el único interesado en ella, pues un hombre de mala fama también la seguía, aunque de manera violenta.
Con el paso del tiempo, para el año de 1826, el acosador se enfrentó a golpes con Santos Ramírez, quien aprovechó para sacar su ira por los rechazos de Inés y justo en el jardín de San Francisco de El Coecillo, el primero encajó un cuchillo en la espalda de Santos y lo asesinó.
Poco tiempo después, en la pared de esa esquina se puso una lápida que dice “Santos Ramírez murió, 5 de junio de 1826. Rogad a Dios por el descanso de su alma”. El asesino supo esquivar por varias semanas.
La búsqueda que de él se hizo, y todo parecía ir cayendo en olvido, cuando una madrugada del mes de agosto de ese mismo año, dos vecinos venían de ese pueblo, al pasar por el arroyo famoso, en el ribazo más cercano al actualmente designado como Puente de El Coecillo, vieron con horror el cuerpo ya sin vida y completamente destrozado a cuchilladas, del que traidoramente dio muerte a Santos.
Temblando se santiguaron, y primeramente por su boca, y luego por la de los demás, se esparció la espeluznante noticia, y desde entonces quedó a ese minúsculo afluente del río turbio, el triste nombre El Arroyo del Muerto que algunos que pasan por ahí y sobre todo por la noche les causa escalofríos.
Además, vecinos del lugar dicen escuchar repetidos lamentos en la madrugada, lo que parece ser una mezcla de leyendas de la también ya famosa “Llorona”.
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