Aunque es positiva la evolución en el combate de las carencias sociales en Guanajuato; excepto en salud que retrocedió, y además en el estado aún hay 360 mil guanajuatenses que sufren por lo menos una carencia social relacionada con la calidad y espacio de la vivienda, particularmente, el combate al hacinamiento debe de ser una batalla permanente en Guanajuato, pues en este momento casi el 6 por ciento de los ciudadanos comparte una habitación con más de 2.5 personas en promedio, así lo señaló el regidor Mauricio Hernández Mendoza.
El edil señaló que, en 20 años, Guanajuato ha mostrado avances positivos en indicadores que miden el nivel de carencias sociales de la población, excepto en servicios de salud, donde se muestra un retroceso. Lo anterior lo explicó Hernández Mendoza, luego de que el pasado 22 de junio, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) publicó la información de la evolución de carencias sociales 1990-2020 generada a partir de censos poblacionales y la encuesta intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
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“A través de nueve indicadores, el CONEVAL mide la evolución del desarrollo social a través de la medición de algunas carencias, referentes al rezago educativo, el acceso a los servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda y a los servicios básicos en la vivienda. Comparando la información del año 2000 con la del 2020, Guanajuato muestra una evolución positiva en los nueve indicadores; sin embargo, al comparar los resultados específicamente de los últimos cinco años, el estado mostró retroceso en las carencias sociales por acceso a los servicios de salud”, dijo el regidor.
Con base a lo anterior, el porcentaje de personas que no cuenta con afiliación o cobertura de cualquier sistema de salud, público o privado, aumentó de 13.76 por ciento en el 2015 a 16.31 por ciento en el 2020. Ello implica, que el número de guanajuatenses sin cobertura de servicios de salud aumentó de 805 mil en el 2015 a 1 millón 5 mil en el 2020.
“Particularmente en el municipio de Celaya, el rezago por acceso a los servicios de salud es del 25 por ciento, equivalente a 126 mil personas, lo cual deja en clara evidencia la urgente necesidad de ampliar la infraestructura hospitalaria y los esfuerzos por gestionar una nueva clínica del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) no pueden detenerse”, advirtió el Regidor.
De la misma forma, explicó que el deterioro en el acceso a servicios de salud se observó en todas las entidades, excepto en Baja California Sur, que además de mostrar mejoras en el indicador, muestra el mejor desempeño en el país, pues solo el 11.4 por ciento de su población no muestra esta carencia social. El indicador nacional aumentó del 16.7 por ciento al 21.5 por ciento, lo que significa que uno de cada cinco mexicanos no cuenta con acceso a servicios de salud.
“Creo que es momento de cuestionarse si la desaparición del Seguro Popular y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) ha sido positivo para avanzar en la cobertura del servicio de salud de la población a nivel nacional”, recalcó Hernández Mendoza.
Por otro lado, en lo referente al rezago educativo, que se mide por el porcentaje de la población de 3 a 15 años que no asiste a la escuela, por los mayores de 16 años nacidos hasta 1981 sin primaria completa y los nacidos a partir de 1982 que no concluyeron secundaria, Guanajuato mejoró al bajar del 16.09 por ciento en el 2015 al 14.74 por ciento en el 2020, sin embargo el Estado ocupa la posición número 22 entre las 32 entidades a pesar de tener menor rezago que el promedio en el país; el indicador nacional se ubica en 17.3 por ciento.
“A pesar de mostrar un menor rezago educativo, aún hay 909 mil guanajuatenses que sufren esta condición, que desde mi punto de vista es la que más compromete el futuro de quienes sufren la condición de pobreza. Generar mayores aspiraciones de ingresos está íntimamente relacionado con el nivel educativo. En Guanajuato la escolaridad promedio de la población es de solo 9.04 años, lo que significa que el perfil promedio del trabajador guanajuatense es de solo la secundaria terminada y ello no contribuye a generar mayores aspiraciones salariales”, remarcó el Regidor, quien además preside la Comisión de Educación en el Ayuntamiento de Celaya.
Detalló que en Celaya, el nivel promedio de escolaridad es de 10.11 años y es el segundo municipio del Estado con menor rezago educativo, después de Guanajuato Capital.
En cuanto a la medición de otras carencias sociales hechas por CONEVAL-puntualizó- Guanajuato mostró mejoría en los siete indicadores que miden calidad y espacios de la vivienda y acceso a los servicios básicos: calidad de piso, calidad de muros, calidad de techos, hacinamiento, acceso a agua potable, a servicios de drenaje y de electricidad.
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