León, Gto.- Oficio de mucha concentración y práctica, la mayoría de las veces rodeados de herramientas, aparatos y piezas electrónicas, es lo de cada día para el radiotécnico; un autoempleo gratificante y que exige estar capacitado para seguir ejerciendo.
Casi las 2 de la tarde de otro día laboral, ahí se encuentra Félix Zaldívar en su taller de electrónica en la colonia Buena Vista, está arreglando un motor de licuadora, tiene 30 años dedicado a reparar televisiones, hornos de microondas, grabadoras y objetos de la misma clase.
Para él, su trabajo es algo que le ha dado mucha experiencia y le gusta, además señala que, “siempre salen cosas nuevas, por eso me estoy capacitando, sobre todo con los aparatos nuevos, como las pantallas LED”.
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Aún con el estudio y la práctica, no pasa por alto que sí hay aparatos que por la antigüedad, sobre todo las televisiones analógicas y reproductores DVD ya no son reparables, en parte por la escasez de piezas, el avance de la tecnología, otro factor es la inversión del cliente.
Entrevistado en su negocio el cual tiene 11 años de servir, preguntando sobre la situación de la crisis del Covid-19 y de la cantidad de trabajo, el especialista señaló su situación por esta causa:
“Al principio llegó más trabajo, como la gente iba a estar en sus casas y sabían que estarían un buen tiempo empezaron a traer lo que les estaba fallando para que se los arreglara, ahora está más tranquilo, pero sigo teniendo algo que hacer”. Indicó.
La honestidad herramienta principal
Para este trabajo, Félix añadió que hay una herramienta muy valiosa para ejercer es la honestidad; de eso vienen grandes satisfacciones y más trabajo.
“Siendo honesto en este trabajo siempre habrá clientes, ellos te seguirán desde tus inicios y por tu calidad, aparte te recomiendan con otras personas que vayan necesitando algo, si haces mal las cosas la gente dará malas referencias de ti”.
En su taller que está rodeado de todo tipo de aparatos de varias épocas y que esperan turno para saber si “viven o mueren”, el radiotécnico con gusto termina la entrevista diciendo: “la electrónica es muy bonita, siempre habrá mucho que aprender”.
