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La historia del “Día de los inditos” comenzó hace 143 años, luego de que en León no bastara con celebrar el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, por lo que se tuvo que extender la festividad un mes y abrir una fecha más para que todos los feligreses alcanzaran a visitar a la “Morenita del Tepeyac”
De acuerdo a la historia del catolicismo, el pueblo mexicano conmemora la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe, cada 12 de diciembre, cuando la virgen Morena se le apareció por última vez al ahora San Juan Dios en el cerro del Tepeyac.
Esa festividad se expandió a lo largo y ancho de la República Mexicana, incluso, a otros países de Europa y y Sudamérica, sin pasar por alto León, Guanajuato, donde cada 12 de diciembre se celebra con fiestas, se da de comer y se ambientan con música en vivo. En las escuelas y en algunas dependencias hasta se da el día de asueto.
Sin embargo, la celebración en León se expandió hasta el 12 de enero, pues luego de la afluencia de personas que tenía el Santuario cada 12 de diciembre, el primer obispo de la ciudad, José María Jesús Diez de Sollado Dávalos, dispuso del 12 de enero como el “Día de los inditos” en el año de 1876.
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De acuerdo a información del Archivo Histórico Municipal de León, la construcción del Santuario data del 13 de enero de 1839 cuando se bendijeron los primeros cimientos, aunque un tiempo estuvo suspendida, pero con la llegada de Pablo Anda Padilla, el 13 de enero de 1865 se retomó la obra.
El padre Anda fue quien fundó la primera peregrinación Guadalupana de León a la Basílica de Guadalupe el 13 de agosto de 1893 y ambos festejos se siguen realizando año con año.
La fiesta de los inditos comienza desde la mañana y decenas de puestos y fotógrafos se instalan sobre la calle que se ubica afuera del Santuario para tomarlas de recuerdo, muchas persona aprovechan para pagar sus mandas o simplemente acudir por puro gusto a visitar a la virgen del Tepeyac.
