León, Guanajuato.- Casi en medio de la nada, a la mitad de un solitario camino rumbo a Sierra de Lobos en León, ahí se puso en marcha la tercera edición del Rally del Bajío.
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Bajo la luz de la luna, el silencio entre montañas y valle se interrumpió con el estruendoso rugir de los motores de las 29 tripulaciones que tomaron parte de la largada de esta cuarta fecha del Campeonato Mexicano de Rallies y tercera parada en el calendario del Campeonato Regional de Occidente.
San José del Tanque-Sierra Verde, de 10.40 kilómetros de distancia, fue la primera especial nocturna, misma que comenzó en punto de las 00:23 horas. La ruta representó todo un reto para los pilotos al ser un camino estrecho, de muchas curvas, varias de esas cerradas y las cuales sin duda alguna empujaron a que cada participante mostrara sus mejores manos al volante.
El primer coche en ruta fue el Mitsubishi Lancer EVO IX del potosino Ricardo Cordero, el actual monarca del FIA NACAM y quien no desconoce estos tramos, toda vez que en años anteriores ya tuvo la oportunidad de desafiarlos en el marco de la Carrera Panamericana y de la cual es tres veces ganador.
El paso de Cordero y su segundo a bordo, el michoacano Marco Hernández, fue lo que se esperaba, digno de uno de los grandes favoritos para conquistar la prueba. El piloto estelar del equipo GHR Motorsport aceleró sobre las rectas cortas, mientras que en una que otra curva no se reservó absolutamente nada y llevó su bólido de lado.
Al término de las cuatro etapas de madrugada no se registraron incidentes, por lo que cada uno de los binomios pudo regresar al parque cerrado ubicado en un conocido hotel a la entrada del municipio de Silao.
Este sábado las acciones concluyen con seis especiales asfaltadas más, esto en Sangre de Cristo-Santa Ana y Cubilete-Paraíso. Será todo un espectáculo ver a toda velocidad estos autos en el camino empedrado de El Cubilete, ruta que en su momento llegó a formar parte del itinerario del Rally Guanajuato México del WRC.