/ domingo 1 de octubre de 2023

México: entre el autoritarismo e indiferencia con la democracia

A propósito de preparar el pase de estafeta política, es útil leer el Informe Latinobarómetro 2023, (Chile). Describe el declive y la vulnerabilidad de los países de la región, luego de una década de deterioro de la democracia. “La recesión se expresa en el bajo apoyo que tiene la democracia, el aumento de la indiferencia al tipo de régimen, la preferencia y actitudes a favor del autoritarismo, el desplome del desempeño de los gobiernos y de la imagen de los partidos políticos. Varios países están en estado crítico de su democracia, otros ya pasaron a no tener democracia”.

Sus datos están disponibles en línea: www.latinobarómetro.org. Destacan la corrupción al más alto nivel como el fenómeno más negativo de las democracias latinoamericanas en últimos años. Argentina (Fernández de Kirchner), Brasil (Lula, Dilma), Costa Rica (Solís), Guatemala (Portillo, Pérez), Perú (todos sus expresidentes), Colombia (Uribe). También Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá, Paraguay. De México refieren injerencia autoritaria de López Obrador en elecciones para beneficiar a su partido (omiten que encubre corrupción de Peña Nieto).

Los caudillismos, debilidad de los partidos que dan a personas más poder, es uno de los elementos perversos que están socavando la democracia. La corrupción tuerce el poder del voto, al intervenir en las campañas electorales con enormes sumas de dinero y provoca competencia desleal. La política se transformó en un botín para los corruptos, eso debilitó la democracia. En las democracias latinoamericanas mandan el dinero, caudillismos y mafias del poder. Los que menos mandan son el pueblo.

En 2023, solo 48% apoya la democracia en la región, disminuyó 15% (desde 63% de 2010). El autoritarismo se ha ido validando. Parte del declive se debe a crisis económicas. En América Latina nunca se han alcanzado los niveles de apoyo a la democracia que logró la transición española: 80%. Los ciudadanos apoyan cada día menos democracias imperfectas. Solo en Panamá, Argentina, Brasil, Colombia aumentó el apoyo. En cambio, en Venezuela (-12%), Costa Rica (-11%), México y Guatemala (-8%) perdió apoyo. La indiferencia con la democracia es otro fenómeno que aumentó. Sobre todo en Guatemala, Costa Rica, Venezuela, Uruguay y México.

Hay un tercer segmento, el de 17% de ciudadanos de la región que prefieren un régimen autoritario: en México aumentó 11 puntos, del 22% al 33%, del 2020 al 2023 (con AMLO), lo que enciende alarmas. Y México tiene pérdida de apoyo a la democracia, entre 2020 y 2023, del 43% al 35%: 8%; a la vez que un aumento de la indiferencia al tipo de régimen, que alcanza un 28%. El 35% apoya la democracia, 28% le es indiferente y 33% apoya autoritarismo. “Tierra fértil para autoritarismos y populismos”. En la región, entre los más jóvenes (-25años) solo 43% apoya la democracia, en los de más de 60 años, es el 55%. El autoritarismo tiene 20% de apoyo entre los más jóvenes. Y les es indiferente el régimen al 30%. Los datos indican que a mayor educación, más apoyo a la democracia; a menor educación, más indiferencia. La educación es crucial: los segmentos más educados son más demócratas. Concluye: en “América Latina difícilmente crecerá rápidamente el número de demócratas, puesto que los políticos no están socializando la democracia y los niveles de educación avanzan muy lentamente”. El mayor apoyo a la democracia se produce en la clase media. Los más demócratas no son los más acomodados. Una minoría de demócratas, entre los más jóvenes, es lo más preocupante del futuro. Ahí un reto.

Solo el 28% está satisfecho con la democracia. Insatisfechos el 69%. Hay más insatisfechos que demócratas: son sector más abierto al populismo (anti-instituciones, intolerante con parte de la sociedad, partidario de la democracia directa) y a autoritarismo. En México, el 48% es favorable al control de los medios de comunicación; el 42% apoyaría un gobierno militar. 62% opina que los partidos no funcionan bien. La deficiencia de la democracia en generar bienes públicos (en igualdad, justicia) y los males de la corrupción y prepotencia, minan avance del bien común. Nos urgen escuelas de ciudadanía formadoras de demócratas.


Analista político y extitular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública

@jalcants

A propósito de preparar el pase de estafeta política, es útil leer el Informe Latinobarómetro 2023, (Chile). Describe el declive y la vulnerabilidad de los países de la región, luego de una década de deterioro de la democracia. “La recesión se expresa en el bajo apoyo que tiene la democracia, el aumento de la indiferencia al tipo de régimen, la preferencia y actitudes a favor del autoritarismo, el desplome del desempeño de los gobiernos y de la imagen de los partidos políticos. Varios países están en estado crítico de su democracia, otros ya pasaron a no tener democracia”.

Sus datos están disponibles en línea: www.latinobarómetro.org. Destacan la corrupción al más alto nivel como el fenómeno más negativo de las democracias latinoamericanas en últimos años. Argentina (Fernández de Kirchner), Brasil (Lula, Dilma), Costa Rica (Solís), Guatemala (Portillo, Pérez), Perú (todos sus expresidentes), Colombia (Uribe). También Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá, Paraguay. De México refieren injerencia autoritaria de López Obrador en elecciones para beneficiar a su partido (omiten que encubre corrupción de Peña Nieto).

Los caudillismos, debilidad de los partidos que dan a personas más poder, es uno de los elementos perversos que están socavando la democracia. La corrupción tuerce el poder del voto, al intervenir en las campañas electorales con enormes sumas de dinero y provoca competencia desleal. La política se transformó en un botín para los corruptos, eso debilitó la democracia. En las democracias latinoamericanas mandan el dinero, caudillismos y mafias del poder. Los que menos mandan son el pueblo.

En 2023, solo 48% apoya la democracia en la región, disminuyó 15% (desde 63% de 2010). El autoritarismo se ha ido validando. Parte del declive se debe a crisis económicas. En América Latina nunca se han alcanzado los niveles de apoyo a la democracia que logró la transición española: 80%. Los ciudadanos apoyan cada día menos democracias imperfectas. Solo en Panamá, Argentina, Brasil, Colombia aumentó el apoyo. En cambio, en Venezuela (-12%), Costa Rica (-11%), México y Guatemala (-8%) perdió apoyo. La indiferencia con la democracia es otro fenómeno que aumentó. Sobre todo en Guatemala, Costa Rica, Venezuela, Uruguay y México.

Hay un tercer segmento, el de 17% de ciudadanos de la región que prefieren un régimen autoritario: en México aumentó 11 puntos, del 22% al 33%, del 2020 al 2023 (con AMLO), lo que enciende alarmas. Y México tiene pérdida de apoyo a la democracia, entre 2020 y 2023, del 43% al 35%: 8%; a la vez que un aumento de la indiferencia al tipo de régimen, que alcanza un 28%. El 35% apoya la democracia, 28% le es indiferente y 33% apoya autoritarismo. “Tierra fértil para autoritarismos y populismos”. En la región, entre los más jóvenes (-25años) solo 43% apoya la democracia, en los de más de 60 años, es el 55%. El autoritarismo tiene 20% de apoyo entre los más jóvenes. Y les es indiferente el régimen al 30%. Los datos indican que a mayor educación, más apoyo a la democracia; a menor educación, más indiferencia. La educación es crucial: los segmentos más educados son más demócratas. Concluye: en “América Latina difícilmente crecerá rápidamente el número de demócratas, puesto que los políticos no están socializando la democracia y los niveles de educación avanzan muy lentamente”. El mayor apoyo a la democracia se produce en la clase media. Los más demócratas no son los más acomodados. Una minoría de demócratas, entre los más jóvenes, es lo más preocupante del futuro. Ahí un reto.

Solo el 28% está satisfecho con la democracia. Insatisfechos el 69%. Hay más insatisfechos que demócratas: son sector más abierto al populismo (anti-instituciones, intolerante con parte de la sociedad, partidario de la democracia directa) y a autoritarismo. En México, el 48% es favorable al control de los medios de comunicación; el 42% apoyaría un gobierno militar. 62% opina que los partidos no funcionan bien. La deficiencia de la democracia en generar bienes públicos (en igualdad, justicia) y los males de la corrupción y prepotencia, minan avance del bien común. Nos urgen escuelas de ciudadanía formadoras de demócratas.


Analista político y extitular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública

@jalcants