/ viernes 11 de agosto de 2023

El desierto crece

La frase “El desierto crece. Ay de quien dentro de sí cobija desiertos” es de Nietzsche, solo que para el Mexico industrial y económico de 2023 no es metáfora. Al margen de la sociedad y de todo referente histórico, cultural y moral, el desierto es el terreno perfecto en el que se puede florecer y crear. A nivel industrial y económico, el desierto de Mexico es mucho más que una simple localización, es sin duda el catalizador fundamental para la oportunidad de bonanza y crecimiento que puede apuntalar al país y devolverle la grandeza y reconocimiento que merece.

México ha resurgido como un destino preferido para las empresas que buscan reubicar su cadena de producción.

La popularidad de México como destino predilecto va de la mano del boom que estamos viviendo con el Nearshoring y Reshoring, términos utilizados para explicar la relocalizacion de la cadena de suministro desde el mercado asiático, China principalmente, hacia el mercado de mayor demanda y consumo, como lo es Estados Unidos. Las empresas están encontrando que con esto no sólo están creando cadenas de suministro mas cortas y confiables, sino que se están encontrando con costos de producción mas bajos, gracias al contexto de estabilidad jurídica, incentivos regionales para atraer la inversión, estímulos fiscales y una mano de obra calificada y muy competitiva.

Antes de pensar si quiera en hacer una inversión, los países y las grandes empresas sin duda toman en cuenta y evalúan estos factores y las implicaciones que tendrán en su reestructuración y relocalizacion, hablamos de la mano de obra y lo barata o competitiva que pueda ser, las limitaciones de infraestructura y si el país o la región cuentan con oferta y tecnología necesaria para cubrir esta demanda, los derechos y aranceles comerciales, así como la atmósfera jurídica, que a pesar de la opinión que tú y yo podamos tener, es innegable que existe hoy en día en el país. Todo lo anterior son razones y disuasivos que utilizan las empresas al momento de elegir en donde van a invertir, sin embargo, en este contexto de tendencia global, como lo es el Nearshoring permanece constante una regla fundamental: la ubicación.

Sin embargo, ser uno de los grandes beneficiarios del Nearshoring conlleva con ello grandes desafíos, como garantizar que se cuente con la infraestructura necesaria. No hay duda que el sector de la construcción y los bienes raíces está siendo impulsado por la necesidad de las empresas y su demanda de espacios e infraestructura en México. Durante el primer cuarto de 2023, el espacio industrial creció en 30% y con él la demanda de servicios relacionados con construcción de proyectos industriales y bienes raíces, así como empresas que trabajan y ofrecen herramientas tecnológicas, principalmente las Pymes.

Por increíble que parezca, uno de los desafíos mas grandes que estamos enfrentando en la región del Bajío es que no existe la capacidad disponible para albergar nuevas empresas. Nuevo León es el único estado que actualmente no sufre por la falta de espacio y por el contrario se mantiene como la opción número uno para atraer inversión por su accesibilidad en términos de costos y espacio, así como de servicios e infraestructura vial, en otras ciudades, principalmente en la gaza fronteriza, los costos han aumentado de manera brutal, lo que es un disuasivo para las empresas al momento de elegir la mejor opción para la relocalizar su cadena de producción.

En la región del Bajío no podemos dormirnos en laureles y debemos afrontar esta grandiosa oportunidad que representa el Nearshoring como desafió, para tomar decisiones estratégicas bien informadas. En Guanajuato y la región debemos ser ejemplo, no solo de oferta de espacio de para las empresas que buscan invertir, sino de disponibilidad y competencia de mano de obra, calidad en infraestructura, tiempo de comercialización, poca escasez de materias primas y componentes y estabilidad geopolítica y jurídica.

No tengo duda de que el potencial de la región del Bajío, como un centro de fabricación de primer nivel en el panorama empresarial mundial, pasa por estos factores, pero principalmente creo que tiene la ventaja en su gente. La gente del Bajío es la diferencia y el principal catalizador al momento de elegir a la región por encima de otras, debemos aprovechar estas fortalezas para posicionar la región del Bajío en Mexico a largo plazo.

Adoptando únicamente un enfoque integral y adaptándonos a la dinámica cambiante de la industria, las empresas y la industria en el bajío podemos desbloquear el inmenso potencial que ofrece la ubicación y condiciones favorables de la región. Seamos, pues, precursores de permitir que continúe creciendo el desierto de la región. Hasta la próxima.


Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com

La frase “El desierto crece. Ay de quien dentro de sí cobija desiertos” es de Nietzsche, solo que para el Mexico industrial y económico de 2023 no es metáfora. Al margen de la sociedad y de todo referente histórico, cultural y moral, el desierto es el terreno perfecto en el que se puede florecer y crear. A nivel industrial y económico, el desierto de Mexico es mucho más que una simple localización, es sin duda el catalizador fundamental para la oportunidad de bonanza y crecimiento que puede apuntalar al país y devolverle la grandeza y reconocimiento que merece.

México ha resurgido como un destino preferido para las empresas que buscan reubicar su cadena de producción.

La popularidad de México como destino predilecto va de la mano del boom que estamos viviendo con el Nearshoring y Reshoring, términos utilizados para explicar la relocalizacion de la cadena de suministro desde el mercado asiático, China principalmente, hacia el mercado de mayor demanda y consumo, como lo es Estados Unidos. Las empresas están encontrando que con esto no sólo están creando cadenas de suministro mas cortas y confiables, sino que se están encontrando con costos de producción mas bajos, gracias al contexto de estabilidad jurídica, incentivos regionales para atraer la inversión, estímulos fiscales y una mano de obra calificada y muy competitiva.

Antes de pensar si quiera en hacer una inversión, los países y las grandes empresas sin duda toman en cuenta y evalúan estos factores y las implicaciones que tendrán en su reestructuración y relocalizacion, hablamos de la mano de obra y lo barata o competitiva que pueda ser, las limitaciones de infraestructura y si el país o la región cuentan con oferta y tecnología necesaria para cubrir esta demanda, los derechos y aranceles comerciales, así como la atmósfera jurídica, que a pesar de la opinión que tú y yo podamos tener, es innegable que existe hoy en día en el país. Todo lo anterior son razones y disuasivos que utilizan las empresas al momento de elegir en donde van a invertir, sin embargo, en este contexto de tendencia global, como lo es el Nearshoring permanece constante una regla fundamental: la ubicación.

Sin embargo, ser uno de los grandes beneficiarios del Nearshoring conlleva con ello grandes desafíos, como garantizar que se cuente con la infraestructura necesaria. No hay duda que el sector de la construcción y los bienes raíces está siendo impulsado por la necesidad de las empresas y su demanda de espacios e infraestructura en México. Durante el primer cuarto de 2023, el espacio industrial creció en 30% y con él la demanda de servicios relacionados con construcción de proyectos industriales y bienes raíces, así como empresas que trabajan y ofrecen herramientas tecnológicas, principalmente las Pymes.

Por increíble que parezca, uno de los desafíos mas grandes que estamos enfrentando en la región del Bajío es que no existe la capacidad disponible para albergar nuevas empresas. Nuevo León es el único estado que actualmente no sufre por la falta de espacio y por el contrario se mantiene como la opción número uno para atraer inversión por su accesibilidad en términos de costos y espacio, así como de servicios e infraestructura vial, en otras ciudades, principalmente en la gaza fronteriza, los costos han aumentado de manera brutal, lo que es un disuasivo para las empresas al momento de elegir la mejor opción para la relocalizar su cadena de producción.

En la región del Bajío no podemos dormirnos en laureles y debemos afrontar esta grandiosa oportunidad que representa el Nearshoring como desafió, para tomar decisiones estratégicas bien informadas. En Guanajuato y la región debemos ser ejemplo, no solo de oferta de espacio de para las empresas que buscan invertir, sino de disponibilidad y competencia de mano de obra, calidad en infraestructura, tiempo de comercialización, poca escasez de materias primas y componentes y estabilidad geopolítica y jurídica.

No tengo duda de que el potencial de la región del Bajío, como un centro de fabricación de primer nivel en el panorama empresarial mundial, pasa por estos factores, pero principalmente creo que tiene la ventaja en su gente. La gente del Bajío es la diferencia y el principal catalizador al momento de elegir a la región por encima de otras, debemos aprovechar estas fortalezas para posicionar la región del Bajío en Mexico a largo plazo.

Adoptando únicamente un enfoque integral y adaptándonos a la dinámica cambiante de la industria, las empresas y la industria en el bajío podemos desbloquear el inmenso potencial que ofrece la ubicación y condiciones favorables de la región. Seamos, pues, precursores de permitir que continúe creciendo el desierto de la región. Hasta la próxima.


Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza

miguel.rivera@palosgarza.com