En la víspera de la festividad del “Día de muertos” la industria panadera estatal incrementa su producción en un 12 % lo que representa de 7 a 8 millones de piezas ante la demanda, informó en entrevista el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) en Guanajuato, Óscar Raúl Arias Márquez.
Ante el cambio en el gusto de los consumidores los fabricantes del pan han tenido que variar sus productos, desde el origen de la hogaza que era una pieza tamaño familiar, ahora tiene un peso de 60 a 70 gramos y de 30 a 35 gramos para infantes, por lo que es más alta la comercialización de panes chicos.
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La industria panadera en el estado de Guanajuato produce en promedio 22 millones de piezas al mes, 12 millones 350 mil corresponden a bolillo y 10 millones corresponde a pan de dulce en un amplia gama de presentación y componentes, que son distribuidas en las propias tiendas de las fábricas de pan para su comercialización, así como en tiendas, pequeños supermercados y tianguis.
El líder de los panaderos, explicó la diferencia entre el pan de muerto y el pan convencional. El pan de muerto es considerado una pieza artesanal que se fabrica a base de huevo, margarina, harina y un toque de anís que da el toque muy peculiar y que la gente busca.
Esta industria cuenta con dos fechas que impactan en buena manera en la comercialización del producto, la festividad del Día del Muerto y la venta de la rosca de “Reyes” que impulsan por mucho que el trabajo de más de 2 mil panaderías registradas en la entidad y de 700 situadas en León.
El consumo per cápita de pan a nivel nacional coloca a Guanajuato en el quinto lugar, con 38 a 39 kilos anuales y que la consideran como una de las entidades que produce mayor cantidad de pan, finalizó Óscar Raúl Arias Márquez.
