Después de 50 años operando en la ciudad, la Dirección de Desarrollo Urbano buscó aplicar una clausura y multa al centro nocturno Monroe; sus propietarios señalan abuso de autoridad.
“Según la Constitución no pueden aplicar una norma posterior en perjuicio de un particular y si tienes 50 años operando este negocio con ese giro, se hizo una inspección, se acreditó con copia certificada de las licencias, de la placa de inauguración, de los permisos de la entonces Secretaría de Economía y Secofi, el negocio tiene cincuenta años con el mismo titular, operando con el mismo giro; eso fue hace tiempo y ahorita vienen a notificarnos que resolvieron multar con 11 mil pesos y clausurar un negocio, a pesar de que había un recurso de revisión pendiente que no se ha resuelto”, comentó el representante legal del comercio Iván Omar Plascencia.
Ante esto, dijo que tal acción es un abuso de autoridad, un encargo o venganza política por algún tema, pues razones legales no encuentran para ejecutar la clausura del comercio, pues es del dominio público y desde hace media década que comenzó a operar no necesitó algunos requerimientos legales, pues tiene sus derechos adquiridos en aquella época.
“Hace dos o tres años vinieron a hacer una inspección y a requerir la documentación, se señaló una audiencia en Desarrollo Urbano y en ella se presentaron los poderes, la documentación que acreditaba que el negocio operaba bajo el mismo titular de hace cincuenta años, posteriormente como no nos resolvieron nada presentamos escritos solicitándole a Desarrollo Urbano que reconociera los derechos adquiridos de este negocio que ya tenía medio siglo y nos contestaron unos argumentos “Cantinflas”, solicitamos el recurso de revisión donde señalamos que no se estaba tomando en cuenta que este negocio está amparado por la Constitución, no puedes aplicar una norma posterior de manera retroactiva en perjuicio de un gobernado”.
Este espacio que se encuentra en prolongación Calzada de los Héroes, casi esquina con Malecón del Río surgió el 18 de mayo de 1968 como restaurante, hotel y centro nocturno, propiedad del conocido “Venancio Álvarez”, quien hasta hoy en día figura como propietario.
Trascendió que la clausura se dio por la construcción de una alberca, sin embargo el representante legal del comercio indicó que ésta es una rehabilitación en un espacio al interior del hotel, ajeno al centro nocturno.