Llama arzobispo de León, a “no perder la esperanza de esta sociedad

León, Gto.- Durante la ceremonia religiosa de acción de gracias del 455 aniversario de la fundación de León, el arzobispo monseñor Alfonso Cortés, llamó a los leoneses a “no perder la esperanza de esta sociedad que se ha deteriorado y a reformar la espiritualidad, la educación y la cultura desde la familia”.

Es unidos es como se construye una ciudad, una nación, Dios bendiga nuestra ciudad, a nuestras autoridades, a nuestros obreros, bendiga de sabiduría y amor a nuestras madres a nuestros padres, que a nuestros médicos dé sabiduría amor y fidelidad y a nuestros pastores los lleve a ser buenos y competentes, para que a imagen de San Sebastián, todos tengamos una vida buena, aunque pasamos por un invierno a veces oscuro, agregó.

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Durante la homilía, el prelado agradeció a las autoridades por el servicio que prestan, que Dios los bendiga, les dé sabiduría, les dé esa fiesta paz para ver un futuro mejor, “estimadas autoridades sería bueno escuchar el rumor de todos los que habitamos en esta tierra sagrada que Dios, para que con los ciudadanos nos una en la responsabilidad de construir una mejor ciudad”.

Dijo que así como la mayoría de las ciudades antiguas en México y en muchísimas partes del mundo, León se fundó bajo la advocación cristiana de un santo, nuestras autoridades deben de repensar en nuestras estructuras sociales en busca de un mejor futuro.

Con una ofrenda floral colocada frente una gran imagen en que deja ver el rostro de muchos y muchas que a consecuencia de la pandemia fallecieron.

Dirigiéndose Alfonso Cortés a autoridades municipales, estatales y ciudadanos pidió elevar una oración por todos aquellos hermanos y hermanas que han fallecido a causa de esta enfermedad que ahora nos aqueja, “aquí hay doctores hay encargados de la salud cuyas familias sufrieron, sus hijos, sus padres vamos hacer oración por ellos y por todos los que están sufriendo esta enfermedad para que el señor los fortalezca con su palabra, y en especial por quienes murieron en el silencio, sin haber recibido el cuerpo del señor ese alimento que es el viático para el camino a la vida eterna”.