En el segundo domingo de adviento, la iglesia hizo un llamado a prepararse para el nacimiento de Jesucristo con acciones que ayuden al prójimo, a los más necesitados, además alentaron a los creyentes con un mensaje de esperanza ante la adversidad, la pandemia, el desempleo.
En la misa dominical en la Catedral Metropolitana de León, en ausencia de Monseñor Alfonso Cortés Contreras, el rector Antonio Borja, habló de que la humanidad necesita una purificación.
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Agregó que como sociedad deben se ser ubicados nuevamente en el camino de la salvación, que sea liberada de la esclavitud de los pecados, idolatrías, egoísmos, para llevar una vida santa.
“Aumenta la violencia, el desempleo, la crisis económica, parece que el señor nos ha abandonado, pero dice, yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo; que se fortalezca nuestra esperanza, el señor nos va a hacer salir de aquí, de esto que nos oprime, que nos aflige” expresó el párroco.
“Cobremos ánimo, no tengamos miedo, insiste mucho en la escritura, Dios está con ustedes, ábranle las puertas al redentor; es tiempo de acercamiento” agregó.
En la homilía, además se habló de los problemas que suceden dentro del círculo familiar y que fracturan la relación, dichas heridas deben ser sanadas.
“Ahorita es el tiempo de la reconciliación, Dios no puede venir a un corazón que está cerrado a los demás, es tiempo de tender puentes, no de hacer zanjas” dijo el sacerdote, quien agregó que es momento de dejar la soberbia.
Respecto a la próxima Navidad, dijo que momento para no profanar el adviento con la manipulación.
“No es tiempo de fiestas decembrinas, de feria popular, es tiempo de oración, de penitencia, de conversión, de acercamiento a los necesitados, no es tiempo de gula, de alcoholismo, de chantaje, es tiempo de oración y penitencia, es la preparación que el señor quiere darnos” acentuó el párroco.