/ lunes 10 de agosto de 2020

Las batallas de un enfermero

Sin estar en un área Covid-19, Esau González, lucha todos los días contra la indiferencia de una parte de la población y se enfrenta a "indicaciones absurdas" de jefes

En el estado de Guanajuato hay 26 peritos en enfermería, cuyas funciones son analizar casos donde se presume hubo mala praxis y que son denunciados ante un Ministerio Público. Sin embargo, esta herramienta legal es desconocida entre el gremio y la certificación que tienen los especialistas no es reconocida por las autoridades.

Esau González es perito en enfermería, trabaja en el Hospital de Ginecología y Pediatría No. 48 del IMSS, en León Guanajuato. Su área no es considerada Covid-19 y por ello, a ninguno de sus compañeros, se le ha realizado una prueba PCR, afirma, mientras recuerda que por esta enfermedad, falleció el director de ese centro hospitalario, Víctor Godínez, el 5 de julio.

Crítico de las condiciones en que trabaja el personal médico, Joel Esau González Carmona comparte las batallas de todo tipo que día a día tienen que librar.

-Algunos les llaman héroes, otros los acusan ¿Cómo es su vida ahora con la pandemia?

Son muchos sentimientos encontrados; estoy desesperado, molesto… No solamente tenemos que lidiar con la deficiencia de estructura que ya tenemos en el país desde hace años porque ha sido saqueado; tenemos deficiencias en materiales, en infraestructura y en personal.


Nos hemos enfrentado a muchísimas enfermedades durante años y el personal de salud lo hemos sacado adelante con lo que tenemos, pero ante una situación de pandemia, si la población no es responsable, esperamos que el personal de área de Salud si lo sea, pero nos topamos con los directivos que aunque son médicos, son omisos en muchas responsabilidades porque no saben cómo manejar la situación.

Tenemos que estar contra falta de insumos, contra autoritarismos, contra indicaciones burdas y absurdas y todavía hay que sumarle la falta de información que hay en la ciudadanía y las ideas retrogradas que tienen algunos, más las actitudes mercenarias de abogados que están agarrando las demandas hacia el área de salud.

Todo esto nos genera un ambiente desesperante, porque además el trabajo ha aumentado y lo mismo la gravedad de los pacientes.

EN EL LIMBO LOS PERITOS EN ENFERMERÍA

Perito certificado por Health Professionals Colegio de Formación para profesionales de la Salud, con sede en el Estado de México, González Carmona explica cuál es su función.

"Los peritos en enfermería somos especializados entramos en una situación médico-legal donde se le está imputando un delito a personal de enfermería. Revisamos el caso en apego a las normas internacionales, normas oficiales mexicanas y lineamientos, para determinar si hubo o no mala praxis".

"Analizamos y vemos si lo que hizo el enfermero cumplió con ello, si lo que hizo fue lo mejor que se pudo hacer en ese momento y en esas circunstancias. Entonces nos presentamos ante el juez y aunque somos imparciales, sí hay un cierto sesgo, pero al final exponemos lo que se debió haber hecho versus lo que realmente se hizo; si no se hizo, exponer los motivos por los cuáles no. Entonces el juez va a determinar si dicta o no sentencia".

-En redes sociales vemos muchas quejas y señalamientos. ¿Cuántas de esas llegan a convertirse en un proceso legal?

"Durante la pandemia, en Guanajuato no hay ni una sola denuncia", afirma.

"Si no es una demanda penal o civil ante el Ministerio Público no existe. La gente lo hace por medio de redes sociales; ahí dicen que están matando a su familiar, que entró sano al hospital o que le están inyectando algo que le hace daño… y es parte de la ignorancia que hay sobre la enfermedad. Covid-19 daña todo el organismo; eso es lo que la gente no entiende…

"Ahora ya bajó esa situación; ya no sabemos de más casos donde se haya atacado a personal médico", pero menciona dos ejemplos recientes: el del urgenciólogo Gerardo Vicente Grajales Yuca, en resguardo domiciliario por presunto abuso de autoridad en Chiapas y el del enfermero Michel García, detenido y dejado en libertad por presunta negligencia y agresiones hacia elementos de Policía Municipal en León. El asunto quedó en el olvido por las mismas autoridades.

Joel Esau afirma que si con la pandemia casos como estos se volvieron mediáticos, "la verdad es que siempre ha sido así". Con la emergencia sanitaria, platica que a su papá lo consideraron persona de alto riesgo por tener contacto con enfermeros (su esposa también lo es). "Se puede considerar discriminatorio, aunque uno tome todas medidas, terminas siendo el malo para mucha gente".

González Carmona es parte de la primera generación de 26 Peritos en Enfermería de Guanajuato, certificada apenas en noviembre de 2019. Por su reciente aparición, esta herramienta legal es poco o nada conocida por el gremio en el estado.

"He tocado puertas, buscado acercarme a la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato para decirles que aquí estamos. Me he dedicado más a la asesoría, tanto a abogados como a personas que pretenden iniciar una demanda", indica.

Añade que nos da un certificado que tiene validez y que nos deben de validar en cada estado donde realizamos nuestra labor", pero después de siete meses, no hay avances.

"Todavía no tenemos el reconocimiento de la Secretaría de Guanajuato ni del IMSS. En enfermería, en el país no le dan la importancia real a una licenciatura en enfermería y todas las derivaciones especializadas y de diplomados… es muy difícil que las acepten, salvo las pediátricas, intensivistas y ahora en salud familiar (anteriormente Materno Infantil), las demás no están reconocidas y son ignoradas hasta por el mismo profesional del área de Salud", lamenta Esau.

Esto ocasiona que pocos enfermeros busquen ampliar su currículum.

"No les llama la atención estudiar este tipo de especialización porque al final tengo conocimiento, certificado, empoderamiento, pero no gano más y ninguna institución lo va a reconocer; ninguno me va a pagar por ser enfermero perito... me contratarán escuelas para dar clases de legislación o de enfermería o un abogado para dar asesorías y no hay más".

-¿Por qué las instituciones de Salud se niegan a reconocer la certificación de peritos en enfermería?

"Lamentablemente lo ven más como que me van a hacer una grilla a que me van a solucionar… y puede ser así, porque a mí me llega una situación al Instituto y exijo que se atienda conforme a lo que marcan los lineamientos nacionales e internacionales, lo que me dice la Ley Federal del Trabajo, la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y las Normas Oficiales Mexicanas; entonces obviamente a los directivos y jefes no les agrada porque piensan 'me alborotas el gallinero'".

"La realidad es que en México, en cualquier ramo del área de Salud se trabaja sobreexplotado y con el material deficiente, infraestructuras débiles y a los directivos no les conviene -como estructura gubernamental- empoderar a ese gremio y menos si tomamos en cuenta que enfermería tiene una mayor cantidad de trabajadores en un hospital".

Joel Esau menciona que entre 60 y 70 % del personal en un hospital es de enfermería y "trabajamos por encima de lo que nos marcan los límites internacionales, en cuanto a atención de pacientes".

TIEMPO Y CALIDAD

La emergencia sanitaria exige mayor atención. "No trabajamos más tiempo. Si hablamos de horas laborales, no; pero si hablamos de calidad de trabajo sobre pacientes, sí. Hay un sobrecargo de trabajo, hay más pacientes que atender, los pacientes son más complicados, se necesita mayor tiempo de dedicación a cada paciente y eso, en clínicas que no son Covid".

"En hospitales Covid es cansado y agotador; traer el equipo de protección puesto durante 12 horas es extenuante, deja marcas en el rostro… en Instituciones públicas no se trabaja más tiempo pero en las particulares sí explotan mucho al personal de enfermería; los hacen quedarse tiempo extra y no se lo pagan conforme a la ley", acusa.

"En áreas Covid, es enfermería y no los médicos quienes se ocupan de los pacientes. El médico se mete, hace un rondín, da instrucciones y termina su trabajo; quien aplica las indicaciones es enfermería… es ahora con Covid-19 y así ha sido siempre".

-Con todo pandemia el resto de las enfermedades y atenciones siguen existiendo ¿Cómo se lleva a cabo en su área, de Gineco-obstetricia, el trabajo diario?

"En el servicio en el que yo estoy, de 22 compañeros que somos, se nos fueron unos ocho por diferentes razones (personas vulnerables), a eso agrégale las bajas que se van dando… nuestro director Víctor Godínez falleció…", un silencio, un suspiro y continúa.

"Varios compañeros han estado internados de gravedad… nos enfrentamos a que como no somos una institución Covid-19 no nos dan el equipo necesario, aunque esté comprobado que los niños y las mujeres embarazadas son 80 % de los pacientes asintomáticos".

"Se nos olvida esa parte; a mí me llegan y me dicen que ese paciente no tiene síntomas, pero existe la enfermedad asintomática y no me puedes decir que no me das el equipo de protección porque no tiene síntomas", afirma con coraje.

"La única forma de garantía y es relativa, es el exudado faríngeo. Eso es lo único que me puede decir si el paciente es positivo o negativo a SARS-CoV-2, pero en el hospital no se lo realizan a todos; si no tiene síntomas, no se realiza".

El coraje continúa y sella que "ni a nosotros nos lo hacen. A mí, ni a mis compañeros nunca nos han hecho un exudado… Es en una bronca luchar contra la ignorancia y también contra la arbitrariedad de los jefes", finaliza este enfermero que sin estar en un nosocomio con etiqueta a Covid-19, también padece las consecuencias que el coronavirus ha dejado al descubierto.

En el estado de Guanajuato hay 26 peritos en enfermería, cuyas funciones son analizar casos donde se presume hubo mala praxis y que son denunciados ante un Ministerio Público. Sin embargo, esta herramienta legal es desconocida entre el gremio y la certificación que tienen los especialistas no es reconocida por las autoridades.

Esau González es perito en enfermería, trabaja en el Hospital de Ginecología y Pediatría No. 48 del IMSS, en León Guanajuato. Su área no es considerada Covid-19 y por ello, a ninguno de sus compañeros, se le ha realizado una prueba PCR, afirma, mientras recuerda que por esta enfermedad, falleció el director de ese centro hospitalario, Víctor Godínez, el 5 de julio.

Crítico de las condiciones en que trabaja el personal médico, Joel Esau González Carmona comparte las batallas de todo tipo que día a día tienen que librar.

-Algunos les llaman héroes, otros los acusan ¿Cómo es su vida ahora con la pandemia?

Son muchos sentimientos encontrados; estoy desesperado, molesto… No solamente tenemos que lidiar con la deficiencia de estructura que ya tenemos en el país desde hace años porque ha sido saqueado; tenemos deficiencias en materiales, en infraestructura y en personal.


Nos hemos enfrentado a muchísimas enfermedades durante años y el personal de salud lo hemos sacado adelante con lo que tenemos, pero ante una situación de pandemia, si la población no es responsable, esperamos que el personal de área de Salud si lo sea, pero nos topamos con los directivos que aunque son médicos, son omisos en muchas responsabilidades porque no saben cómo manejar la situación.

Tenemos que estar contra falta de insumos, contra autoritarismos, contra indicaciones burdas y absurdas y todavía hay que sumarle la falta de información que hay en la ciudadanía y las ideas retrogradas que tienen algunos, más las actitudes mercenarias de abogados que están agarrando las demandas hacia el área de salud.

Todo esto nos genera un ambiente desesperante, porque además el trabajo ha aumentado y lo mismo la gravedad de los pacientes.

EN EL LIMBO LOS PERITOS EN ENFERMERÍA

Perito certificado por Health Professionals Colegio de Formación para profesionales de la Salud, con sede en el Estado de México, González Carmona explica cuál es su función.

"Los peritos en enfermería somos especializados entramos en una situación médico-legal donde se le está imputando un delito a personal de enfermería. Revisamos el caso en apego a las normas internacionales, normas oficiales mexicanas y lineamientos, para determinar si hubo o no mala praxis".

"Analizamos y vemos si lo que hizo el enfermero cumplió con ello, si lo que hizo fue lo mejor que se pudo hacer en ese momento y en esas circunstancias. Entonces nos presentamos ante el juez y aunque somos imparciales, sí hay un cierto sesgo, pero al final exponemos lo que se debió haber hecho versus lo que realmente se hizo; si no se hizo, exponer los motivos por los cuáles no. Entonces el juez va a determinar si dicta o no sentencia".

-En redes sociales vemos muchas quejas y señalamientos. ¿Cuántas de esas llegan a convertirse en un proceso legal?

"Durante la pandemia, en Guanajuato no hay ni una sola denuncia", afirma.

"Si no es una demanda penal o civil ante el Ministerio Público no existe. La gente lo hace por medio de redes sociales; ahí dicen que están matando a su familiar, que entró sano al hospital o que le están inyectando algo que le hace daño… y es parte de la ignorancia que hay sobre la enfermedad. Covid-19 daña todo el organismo; eso es lo que la gente no entiende…

"Ahora ya bajó esa situación; ya no sabemos de más casos donde se haya atacado a personal médico", pero menciona dos ejemplos recientes: el del urgenciólogo Gerardo Vicente Grajales Yuca, en resguardo domiciliario por presunto abuso de autoridad en Chiapas y el del enfermero Michel García, detenido y dejado en libertad por presunta negligencia y agresiones hacia elementos de Policía Municipal en León. El asunto quedó en el olvido por las mismas autoridades.

Joel Esau afirma que si con la pandemia casos como estos se volvieron mediáticos, "la verdad es que siempre ha sido así". Con la emergencia sanitaria, platica que a su papá lo consideraron persona de alto riesgo por tener contacto con enfermeros (su esposa también lo es). "Se puede considerar discriminatorio, aunque uno tome todas medidas, terminas siendo el malo para mucha gente".

González Carmona es parte de la primera generación de 26 Peritos en Enfermería de Guanajuato, certificada apenas en noviembre de 2019. Por su reciente aparición, esta herramienta legal es poco o nada conocida por el gremio en el estado.

"He tocado puertas, buscado acercarme a la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato para decirles que aquí estamos. Me he dedicado más a la asesoría, tanto a abogados como a personas que pretenden iniciar una demanda", indica.

Añade que nos da un certificado que tiene validez y que nos deben de validar en cada estado donde realizamos nuestra labor", pero después de siete meses, no hay avances.

"Todavía no tenemos el reconocimiento de la Secretaría de Guanajuato ni del IMSS. En enfermería, en el país no le dan la importancia real a una licenciatura en enfermería y todas las derivaciones especializadas y de diplomados… es muy difícil que las acepten, salvo las pediátricas, intensivistas y ahora en salud familiar (anteriormente Materno Infantil), las demás no están reconocidas y son ignoradas hasta por el mismo profesional del área de Salud", lamenta Esau.

Esto ocasiona que pocos enfermeros busquen ampliar su currículum.

"No les llama la atención estudiar este tipo de especialización porque al final tengo conocimiento, certificado, empoderamiento, pero no gano más y ninguna institución lo va a reconocer; ninguno me va a pagar por ser enfermero perito... me contratarán escuelas para dar clases de legislación o de enfermería o un abogado para dar asesorías y no hay más".

-¿Por qué las instituciones de Salud se niegan a reconocer la certificación de peritos en enfermería?

"Lamentablemente lo ven más como que me van a hacer una grilla a que me van a solucionar… y puede ser así, porque a mí me llega una situación al Instituto y exijo que se atienda conforme a lo que marcan los lineamientos nacionales e internacionales, lo que me dice la Ley Federal del Trabajo, la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y las Normas Oficiales Mexicanas; entonces obviamente a los directivos y jefes no les agrada porque piensan 'me alborotas el gallinero'".

"La realidad es que en México, en cualquier ramo del área de Salud se trabaja sobreexplotado y con el material deficiente, infraestructuras débiles y a los directivos no les conviene -como estructura gubernamental- empoderar a ese gremio y menos si tomamos en cuenta que enfermería tiene una mayor cantidad de trabajadores en un hospital".

Joel Esau menciona que entre 60 y 70 % del personal en un hospital es de enfermería y "trabajamos por encima de lo que nos marcan los límites internacionales, en cuanto a atención de pacientes".

TIEMPO Y CALIDAD

La emergencia sanitaria exige mayor atención. "No trabajamos más tiempo. Si hablamos de horas laborales, no; pero si hablamos de calidad de trabajo sobre pacientes, sí. Hay un sobrecargo de trabajo, hay más pacientes que atender, los pacientes son más complicados, se necesita mayor tiempo de dedicación a cada paciente y eso, en clínicas que no son Covid".

"En hospitales Covid es cansado y agotador; traer el equipo de protección puesto durante 12 horas es extenuante, deja marcas en el rostro… en Instituciones públicas no se trabaja más tiempo pero en las particulares sí explotan mucho al personal de enfermería; los hacen quedarse tiempo extra y no se lo pagan conforme a la ley", acusa.

"En áreas Covid, es enfermería y no los médicos quienes se ocupan de los pacientes. El médico se mete, hace un rondín, da instrucciones y termina su trabajo; quien aplica las indicaciones es enfermería… es ahora con Covid-19 y así ha sido siempre".

-Con todo pandemia el resto de las enfermedades y atenciones siguen existiendo ¿Cómo se lleva a cabo en su área, de Gineco-obstetricia, el trabajo diario?

"En el servicio en el que yo estoy, de 22 compañeros que somos, se nos fueron unos ocho por diferentes razones (personas vulnerables), a eso agrégale las bajas que se van dando… nuestro director Víctor Godínez falleció…", un silencio, un suspiro y continúa.

"Varios compañeros han estado internados de gravedad… nos enfrentamos a que como no somos una institución Covid-19 no nos dan el equipo necesario, aunque esté comprobado que los niños y las mujeres embarazadas son 80 % de los pacientes asintomáticos".

"Se nos olvida esa parte; a mí me llegan y me dicen que ese paciente no tiene síntomas, pero existe la enfermedad asintomática y no me puedes decir que no me das el equipo de protección porque no tiene síntomas", afirma con coraje.

"La única forma de garantía y es relativa, es el exudado faríngeo. Eso es lo único que me puede decir si el paciente es positivo o negativo a SARS-CoV-2, pero en el hospital no se lo realizan a todos; si no tiene síntomas, no se realiza".

El coraje continúa y sella que "ni a nosotros nos lo hacen. A mí, ni a mis compañeros nunca nos han hecho un exudado… Es en una bronca luchar contra la ignorancia y también contra la arbitrariedad de los jefes", finaliza este enfermero que sin estar en un nosocomio con etiqueta a Covid-19, también padece las consecuencias que el coronavirus ha dejado al descubierto.

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