La pandemia no se ha reflejado en intentos de suicidio

La directora del Hospital Psiquiátrico de León, afirma que aunque se empiezan a ver casos de estrés postraumático, atentar contra la propia vida no está relacionado con Covid-19

Rossana Aguilar | El Sol de León

  · domingo 18 de octubre de 2020

Foto: Archivo - Francisco Meza | El Sol de León

León, Gto.- Los intentos de suicidio que tiene documentados el Hospital Psiquiátrico de León muestran patologías duales: trastorno mental y abuso en el consumo de sustancias tóxicas. La directora, Ana Bertha Meza, dijo que la pandemia no ha marcado un aumento en estos casos y explica que se mantienen los picos para estos actos, en tres épocas del año: Invierno, Verano y Semana Santa.


La doctora Meza Pérez explicó que los cambios estacionales, en diciembre y agosto son periodos donde se incrementan los casos, por depresiones invernales y por estrés. “Alrededor de Semana Santa porque se mueve la culpa, el pecado y las vacaciones”.

Explicó que llegar al punto de atentar contra la propia vida es una combinación de factores que tienen como base un trastorno mental que detona con una situación de alto estrés o con el consumo de sustancias.

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Fotos: Francisco Meza | El Sol de León

Los intentos de suicidios y el suicidio en sí es todo un fenómeno que no se puede ver solo desde el aspecto de salud. Hay que considerarlo a partir de la sociología, de la parte de la economía, del temperamento -¿Qué tanta capacidad tengo para soportar el estrés?-, la resiliencia para levantarme de un problema y seguir adelante y por supuesto el trastorno mental que yo traigo de base.

Agrega que “si yo traigo de base un trastorno depresivo desde la infancia o la adolescencia, evidentemente mi pronóstico va a ser más oscuro en comparación con una persona que manifiesta su primer periodo depresivo a los 50 ó 60 años de edad”.

ENFERMEDAD DE BASE... ENFERMEDAD GENÉTICA

Ana Bertha Meza explicó cómo funciona la herencia biológica para determinar la aparición de enfermedades.“Todos tenemos una base genética; ahí están unas semillitas guardadas con todas las enfermedades, eso es indudable. Estas semillas están envueltas en histonas. Hay una rama de la medicina que es la epigenética, que estudia todo lo que tiene que ver con el medio ambiente, con el estrés continuo del día día y cómo está incidiendo esto en el material genético”.

“Si a estas histonas les metes ventilación, entonces aflora la enfermedad. Es mucho más fácil entenderlo con la diabetes mellitus. Si tus papás son diabéticos, tú sabes que debes cuidar tu alimentación, hacer ejercicio, hacerte chequeos de laboratorio y evitar el estrés”.

Pero “si no tienes todo esto controlado, las esferas que están envueltas en las histonas van a aflorar a más temprana edad. Si lo tienes controlado, la enfermedad aflorará a los 50 o 60 años de edad y las complicaciones las vas a tener a los 75 u 80”.

Por ello es que intento de suicidio “no es un diagnóstico para nosotros; es un acto. Cuando llegan con nosotros, al evaluar, mi diagnóstico va a ser trastorno por abuso de sustancias y en el momento de la reacción hay un intento de suicidio de pacientes con depresión o depresión generalizada”.

Afirma que el “intento de suicidio es un factor, sobre todo si es de alta letalidad, para ingresarlos al Hospital Psiquiátrico, pero el diagnóstico para ingresarlos es la enfermedad, no el acto”.

LA PANDEMIA

De la forma en que la pandemia por Covid-19 se ha reflejado en las atenciones del nosocomio que dirige, Ana Bertha Meza dijo que “hay estudios interesantes. Lo que revisamos de Gran Bretaña, Alemania y China nos decía ´cuidado porque en fase 1 y fase 2 van a tener incremento en trastornos de ansiedad y en depresión. En fase 3, puede ser que tengan incremento de intentos de suicidio´”.

“No hemos encontrado que las cifras por intento de suicidio hayan aumentado con la pandemia. Son cifras similares a años anteriores y casos donde se combinan el trastorno y el abuso de sustancias; en un momento de impulsividad y la patología emocional que ya trae de base lo lleva a buscar la salida falsa”, aseguró.

Con la pandemia lo que sí aumentó fue la atención en consulta externa, por trastornos de ansiedad y por trastornos depresivos, indica y añade que “estamos viendo eso que se reportó en la literatura internacional y ya empieza a haber casos de estrés postraumático y cifras de intentos de suicidio”. Sin embargo no proporcionó dichos datos.

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La directora mencionó que a lo largo de las tres fases de la pandemia, “se me puede ir gestando lo que se llama trastorno por estrés postraumático que se puede presentar desde las primeras semanas posterior al evento traumático, por ejemplo que me tocó ver morir a un familiar en las condiciones en que muere una persona por Covid-19 y esa imagen va a estar como un flash repetitivo que empieza a invadirme día y noche y luego empieza la angustia y luego empiezo a ser cada vez más disfuncional”.

En relación a los intentos de suicidio, las edades de los pacientes van de los 15 a los 29 años, de manera destacada, “pero no es a partir de la pandemia. Son números similares desde el año pasado y casos que tienen que ver con factores de trastornos de impulsividad, ya que la mayor parte son patologías duales combinadas: un trastorno de base y abuso de sustancias”, reitera.

Uno de los factores en intentos de sucidio son los trastornos afectivos, pero insiste en que “el sucidio se debe valorar desde diferentes aristas”.

De marzo a la fecha, comparado con cifras del año anterior, pacientes referidos por trastornos afectivos, son prácticamente iguales, expresa. Con este tipo de trastorno hay más mujeres que hombres en una relación de 3:1.

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PROCESO DE ADMISIÓN DE UN SUICIDA

Las personas que atentan contra su vida, generalmente no llegan en primera instancia al Psiquiátrico de León. Para ser ingresado a este lugar debió haber pasado por una serie de estudios.

“En la red de hospitales de Guanajuato se da aviso que tal persona con tal método tuvo un episodio. El primer lugar a donde se lo llevan es a un hospital general; ahí se revisa toda la parte médica; si fue por suspensión, si tuvo un esguince o fractura de cervicales; se le hacen tomografías, estudios de laboratorio, lo revisa medicina interna; cuando ya está estabilizado por intoxicación, se toman muestras para laboratorio y hasta que está libre de alguna complicación, entonces el seguimiento se hace a través del Sistema de Referencia y Contrarreferencia. Me dicen, doctora tengo un paciente con un intento de suicidio, tengo laboratorio normales, medicina interna ya lo dio de alta. Llega a Urgencias del Psiquiátrico, se revisa el caso, se hace examen mental, se habla con los familiares y se ingresa”.

Sin embargo, hay excepciones y es con pacientes del Centro de Atención Integral en Adicciones (CAIA) que se ubica a unos metros del Psiquiátrico y que también es de la Secretaría de Salud de Guanajuato.

“Si los familiares se dan cuenta, se lo traen, sobre todo si es paciente del CAIA, pues ya conocen el camino y se lo traen directo. Se valora, se ve la letalidad por impulso y se hospitaliza”.

Indicó que “a ellos, a veces en una semana ya se les fue el efecto por la sustancia que ingirieron; se trabaja con ellos y con la familia y deben regresar a seguimiento psicológico. El proceso nos marca que si el paciente es de Irapuato, por ejemplo, se hace la contrarreferencia para que en el hospital de su municipio se le siga atendiendo”.

La garantía de seguimiento a quien intenta matarse se logra a través de la llamada Red negativa de casos de intento de suicidio en Guanajuato, en la cual participan todas las unidades de salud pública, no sólo las de la Secretaría, sino también de IMSS, ISSSTE y otras instituciones.

DIFUSIÓN

La doctora Meza hizo hincapié en la necesidad de difundir que los trastornos mentales son una enfermedad, que la familia del paciente debe asimilar y entender para poder ayudarle y que la sociedad debe estar informada, pues el objetivo de la medicina psiquiátrica es lograr la reinserción del paciente a la sociedad, lo más rápido posible.

Para ello, advierte que lo primero es “prevenir y conocer la enfermedad. El cerebro no ve lo que no conoce y si no conozco que hay trastornos de ansiedad y trastornos depresivos desde la infancia, no los voy a ver y los voy a dejar pasar”.

Ejemplos: niños berrinchudos, con miedo a la noche, miedo a dormir solos, con insomnio. “El cerebro no ve lo que no conoce. Me parece que es muy importante que se difunda lo que es una enfermedad mental, que es eso, una enfermedad y como tal, todo el mundo tiene el derecho de recibir un diagnóstico, atención y la posibilidad de tener una mejor calidad de vida”.

Y es que a lo largo de los seis años que lleva dirigiendo el sanatorio, la doctora Ana Bertha ha visto de todo. “Los pacientes son personas doblemente vulnerables: tienen trastorno mental y en varios de ellos en la familia no están muy felices de llevarlos a casa. Yo creo que es por desconocimiento”.

Motivos como el anterior ocasiona que haya pacientes reincidentes. “La

la causa más común de reincidencia o recaída es por interrupción del tratamiento. Me dice la familia ´es que no se deja que le dé el medicamento, cómo se lo voy a dar ¿a la fuerza?´ pero cuando están aquí sí se lo toman dos o tres veces al día… hay que trabajar esta parte con la familia, es trabajar el estigma y con la sociedad también, haciéndole ver que se trata de una enfermedad”.

Mencionó que “la reincidencia la tenemos bien identificada. Hay pacientes que regresan dos veces o tres veces por año, son unas seis personas; les damos atención en el área de hospitalización y se sigue con el tratamiento”.

PREVENCIÓN

Ana Bertha Meza recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) “nos da la definición de Salud Mental como un completo bienestar, que haya funcionalidad de todas las personas, no sólo es la ausencia de enfermedad. La Organización Panamericana de la Salud, indica este año, que la Salud Mental debe tener un enfoque hacia el bienestar integral de la familia”.

En la práctica, dijo que la rutina diaria debe incluir hacer ejercicio, desayunar con el plato del bien comer, hay que dedicar un espacio al área intelectual, trabajar con las emociones, conocer nuestra emociones y la respuesta que le damos, tener actividad física y promover la actividad física, saber cómo cuido mi sistema fisiológico y cómo cuido y lastimo mi sistema inmunológico”.

Agrega que el daño viene, “no durmiendo las horas correctas, acumulando estrés, no respetando los horarios para que yo tenga un equilibrio en todas estas. Debo tener mi agenda muy bien elaborada, en la cual tengo tiempo para estar en mi trabajo, para estar en el desarrollo intelectual si estoy estudiando algo; para estar con mi familia, para estar bien el área espiritual y no hablo de religión; hablo de este espacio interno para encontrarme a mí mismo y trabajar esa parte”.

Atender desde prenatal los trastornos mentales es la mejor manera de prevención.

“Hay que limpiar mi computadora principal -la mente- y mis primeros cinco años; por ello es que en el estado de Guanajuato desde hace varios años se vigila desde el primer nivel, el desarrollo de los niños”.

Explica que “se semaforizan si se detecta un trastorno de lenguaje y se canaliza a terapia; si es en la línea motora, se le da rehabilitación, si es una situación de berrinche, se manda a psicología para terapia conductual. Hay centros de desarrollo infantil para la estimulación de los niños que están en semáforos amarillos y rojos”.

Los trastornos mentales no tienen cura. “En psiquiatría se habla de control”, finalizó la doctora.