Invade la angustia a familiares de pacientes Covid-19

Familiares de los pacientes aguardan en su casa esperando una llamada del personal médico para esperar a su familiar

Rocío Godínez | El Sol de León

  · domingo 5 de julio de 2020

Foto: Édgar Camacho | El Sol de León

La angustia de saber que su familiar dio positivo en Covid-19, la intranquilidad de tener que dejarlo en un hospital y la preocupación de no recibir información sobre su estado de salud, son algunos de los sentimientos que invaden a las personas que tienen a un ser querido aquejado por este virus.

En entrevista con Lorena, a quien hemos cambiado su nombre para reservar su identidad, dejó claro que lo que viven es un calvario, sobre todo porque no tienen información de su familiar.

El proceso

La mujer, platico que su hermano, resultó contagiado a través de transmisión comunitaria. Comenzó con los síntomas y acudió a realizarse la prueba de COVID-19 en un laboratorio particular y a los tres días fue notificado que era positivo.

“Los primeros días estuvo tranquilo, estable pero cuando pasó una semana de que le confirmaron que era portador del virus, comenzó a sentirse mal, por lo que lo trajimos al IMSS, e inmediatamente lo internaron”. Explicó

Lo trasladan

Lorena detalló que el primer día, un jueves, su hermano ingresó a la clínica T-21 del IMSS. Y el personal médico les pidió que un familiar se quedara a las afueras de la unidad médica, para que les brindarán cualquier tipo de información.

Dos días después, les informaron que no era necesario quedarse y les pidieron un número de teléfono para comunicarse con ellos.

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El fin de semana pasado, lo trasladaron a la clínica T-58 del IMSS y el sábado, les llamaron los doctores para informarles que había empeorado su estado y que era necesario que se presentaran para explicarles su diagnóstico.

Una semana sin respuesta

Durante esta semana que pasó desde el traslado de T-21 al Hospital T-58, la joven no recibió una sola llamada, por lo que acudió en dos ocasiones al nosocomio pero nunca obtuvo respuesta ni le permitieron el acceso.

Lorena fue citada a las once de la mañana, pero a las doce, los guardias del nosocomio no le permitían el acceso. Una trabajadora social tuvo que salir por ella e informar a los guardias mediante indicaciones de los médicos, que la joven tenía que pasar.

Con más dudas que certezas y con mucho miedo ingresó al hospital, sabiendo que las noticias no serían buenas.