Cae en un 80% venta de atuendos para Niño Dios

La pandemia también afectó a los proveedores, pues no surtieron el producto a los comercios de León

Alejandra Ramos | El Sol de León

  · domingo 31 de enero de 2021

Fotos: Edgar Camacho | El Sol de León

León, Gto.- La pandemia por Covid-19 será el principal factor por el cual las ventas de atuendos para Niño Dios bajen hasta en 80 % en relación a años anteriores, dijeron comerciantes del Mercado Aldama.


Este martes 2 de febrero se celebra el Día de la Candelaria, sin embargo, las ventas de artículos para el “levantamiento del Niño Dios” no ha sido la mejor, en el templo de la Candelaria, ubicado en el barrio del Coecillo habrá algunas misas, sin embargo se realizarán con acceso restringido, con boletos que se reparten en el mismo recinto desde el 21 de enero.

En diciembre venta buena, para la Candelaria no tanto


La señora Fabiola Pérez de la bonetería Pablito 2, contó que este año la venta de vestimenta para Niño Dios, para nada ha sido la mejor, a comparación de años anteriores, en estas fechas, las personas ya comenzaban a hacer sus compras, y ahora escasamente ha vendido dos piezas.

Respecto a los precios, dijo que no subió ninguno de los vestidos por lo mismo de la venta, tiene piezas desde 20 pesos hasta los 250.

La venta fuerte para este tipo de artículos, fue en diciembre, cuando aún en pandemia, la gente hizo reuniones para celebrar la Navidad, y si bien, varios celebran el Día de la Candelaria, al parecer este año, no será así.

Algo que también notó la señora Fabiola, es que varios de sus proveedores no llegaron a surtir vestidos, personas del Estado de México, y comunidades aledañas de Guanajuato son los hacen dicha ropa y a quienes finalmente también afectó de manera significativa la contingencia al grado de cerrar su talleres por no poder pagar empleados o bien, no poder surtir material.

Día de la Candelaria

El Día de la Candelaria se realiza a propósito de la Presentación del Señor o la Purificación de la Virgen, que se celebra cada 2 de febrero, representa que Jesucristo fue presentado en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen después del parto.

En aquella época era costumbre que madre e hijo estuvieran encerrados por 40 días, por lo que permitía a ambos reponer y purificarse, al terminar el periodo, iban al templo para llevar algún presente.