Pese a la presencia policíaca, la venta general de boletos para la gran final entre Club León y Tigres se vio opacada por el caos y desorden provocado en la fila.
Las ventanillas de atención se abrieron minutos antes de las 10 am, posteriormente personal de seguridad permitió el acceso a los aficionados a un área de vallas para evitar que otras personas se metieran y así mantener el hilo de gente.
El caos se presentó en la zona donde terminaban las vallas pues ahí comenzaron a aglomerarse decenas de personas que buscaban un descuido de los elementos de seguridad pública para meterse a la fila.
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Los empujones, rechiflas e insultos a los ‘gandallas’ hicieron reaccionar al personal de seguridad y elementos policiacos que acordonaron toda la fila hasta la entrada principal de la Feria de León.
Para esta venta general los aficionados pudieron adquirir dos boletos por persona. Por otro lado, a los adultos mayores únicamente les vendieron una entrada, situación que generó inconformidad.