Morena en Guanajuato está fracturado. Los últimos días sólo han demostrado que el partido en el estado no ha logrado convertirse en un instituto político, sino que son sólo un cúmulo de grupos, cada uno con intereses ajenos a ser una real oposición para el panismo.
Lo sucedido en Irapuato, donde dos grupos de morenistas se han enfrascado en una encarnizada batalla, usando como pretexto la presunta venta de una regiduría en 200 mil pesos por parte de la candidata a la presidencia municipal de ese municipio, Irma Leticia González Sánchez, a un integrante de la planilla con la que contendió en 2018, Juan Francisco Herrera Murillo, es una clara muestra de ello.
Lo relevante de esta situación es que quienes protagonizan esta batalla no son morenistas fundadores, sino que son personajes que llegaron provenientes desde otros institutos políticos con intereses propios, como obtener espacios a costa de lo que sea. La militancia fundadora y los comités de base son los más ajenos a esto y han quedado reducidos a meros espectadores, pues no saben a quién hacerle caso.
Por lo pronto, esta situación ha dejado a Irma Leticia González Sánchez en una desventaja, pues mientras las campañas para la presidencia municipal arrancaron el domingo, ella lo hará una semana después, hasta el siete de abril. Y si a eso se le suma que aún no tendrá acceso a los recursos para hacer proselitismo, entonces tendrá que echar mano de la estructura morenista, la cual aún es endeble, comparada con la que tiene Acción Nacional o incluso la que armó en poco tiempo Movimiento Ciudadano en el municipio.
En León, tras la designación de Vanessa Montes de Oca como candidata de Morena a la presidencia municipal de ese municipio, luego de que le quitaron la candidatura a Bárbara Botello casi por orden de Claudia Sheinbaum, la situación pinta igual, pues una buena parte de los morenistas fundadores manifestaron en una carta que no la apoyarán, pues no les parecía justa su designación, sobre todo porque no olvidan su pasado priista. Morena tuvo un marzo para el olvido. En dos meses tendrá que recomponer el barco o de lo contrario, las y los candidatos de este partido el dos de junio venidero podrían ver no sólo cómo se les esfuma de las manos la posibilidad de consolidarse como oposición ante un panismo con más de tres décadas en el poder, sino también podrían ver cómo serán desplazados por otros partidos que saben que en muchos municipios no tienen opciones del triunfo, pero sí de arrebatarles a los morenistas del segundo al tercer lugar en las preferencias.
Incendios, austeridad y recortes sin sentido
La temporada de incendios forestales de 2024 ha sido una de las que más actividad ha tenido, pues se han combinado tres factores fundamentales: hay áreas más secas en las zonas boscosas donde solía haber humedad, ha habido un incremento de 23% en la radiación solar que se recibe en México y, la tercera, que no hay dinero ni personal que haga frente a los incendios forestales, pues el presupuesto que recibía la Comisión Nacional Forestal disminuyó de 49.8%.
Durante 2018, en el último año de Enrique Peña Nieto, la Comisión Nacional Forestal recibía un presupuesto de cinco mil 361 millones de pesos. A la llegada de Andrés Manuel López Obrador, le recortó a esta área encargada de preservar las zonas verdes del país casi dos mil millones de pesos, para darle un presupuesto de tres mil 567 millones de pesos. Al año siguiente, le recortó otra cantidad y se le asignaron tres mil 204 millones de pesos y para 2021 le fueron asignados sólo tres mil millones de pesos. El presupuesto de 2024 para la Comisión Nacional Forestal es de sólo dos mil 672 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos de la Federación, y con ese recurso tendrá que hacer lo que pueda para contener los incendios forestales, pero también pagar nóminas, gastos de operación de los vehículos usados para trasladarse a las zonas de atención.
También fueron eliminadas las plazas de empleo temporal que tenía la Comisión Nacional Forestal y con la cual contrataban a personas para hacer las labores de prevención, como los caminos cortafuegos en las partes boscosas del país.
Durante la semana pasada, 18 estados del país tuvieron incendios forestales, incluido Guanajuato, donde más de 600 hectáreas de la Sierra de Santa Rosa, en la capital del estado, fueron consumidos por el fuego. A nivel nacional, mil 300 personas se movilizaron por estas 18 entidades y los incendios en cuestión de horas se multiplicaban, pues se tuvo registro de que en tres días se pasó de tener 25 a 53 siniestros.
De 2019 a 2024, en el país se han registrado el incendio de casi 35 mil hectáreas forestales en todo el país. Este escenario, la nula política hídrica y los recortes presupuestales, en aras de una invisible austeridad, están dejando como saldo un escenario catastrófico para el país en materia natural y ambiental, en una coyuntura en donde hay preocupación por el tema de la escasez de agua, pero cero acciones para revertir esta situación.
La guerra continúa
La violencia en Guanajuato se ha recrudecido en las últimas semanas y promete empañar el proceso electoral de 2024.
Los homicidios dolosos durante marzo incrementaron 12% en todo el estado, pero más que la cifra, lo que ha impactado es la manera en cómo surgieron estos ataques, pues escenas como el asesinato de dos tránsitos en Irapuato, el ataque a balazos a un comerciante en plena Plaza Popular del Comercio en Irapuato o las masacres y asesinatos de menores de edad son reflejo de que no se está bien en materia de seguridad y que la guerra que mantienen los cárteles de la droga en el estado aún no ha tocado su punto más alto y tampoco está cerca su final.
Por lo pronto, eso ya se ha traducido en que seis candidatos a un puesto de elección federal en Guanajuato ya solicitaron seguridad para poder hacer campaña y hay una docena en puerta para ser aprobadas por parte del INE.
Ferias de Guanajuato, ¿qué sigue?
La Feria de las Fresas de Irapuato llegó a su fin y no sólo cumplió con las expectativas, sino que las rebasó. El concierto canónico, el de Imagen Dragons, se llevó a cabo de manera exitosa, con una logística impecable y que da pauta para sostener que Irapuato está para cosas más grandes.
Las personas que asistieron a los eventos en la Feria de las Fresas, particularmente a los conciertos, se fueron con un buen sabor de boca, según los primeros resultados de las encuestas de satisfacción aplicadas por la organización del evento, pero la pregunta que viene es la importante: ¿y qué sigue ahora?
Queda claro que la edición de 2025 tendrá que ser del mismo calibre que la de 2024. No se le puede bajar la calidad ni un ápice. Eso también obliga a repensar sobre las instalaciones de recintos como el Inforum, para que puedan albergar a eventos de gran calado. El Inforum de Irapuato, por ejemplo, debería transitar hacia un esquema que permita una experiencia de comodidad para las personas. Que por lo menos estuviera pavimentada toda la explanada y que haya más zonas de descanso.
Se tiene que repensar, también, el papel de los estacionamientos externos, obligar a los dueños de estos terrenos a que, si van a brindar este servicio, por lo menos garanticen una experiencia de satisfacción al visitante, porque de qué sirve tener eventos de primer nivel, como el de Imagine Dragons, pero habilitan como estacionamiento un terreno donde cobran 60 pesos por vehículo, que no tiene luz y que a cada paso que se da se levantan kilos y kilos de tierra. Eso ni brinda una buena experiencia y también genera complicaciones a la salud de las personas.
Pero Irapuato ya dio el primer paso y la Feria de las Fresas superó la prueba. Lo que viene es lo importante, porque si se van a hacer bien las cosas, que se hagan entonces de una manera integral y que quede claro que tanto las ediciones de las ferias de León como la de Irapuato no fueron sólo por un tema electorero, sino que sí se quiere trascender en la manera de organizar espectáculos para la gente de Guanajuato y sus visitantes.
- lolo_reportero