/ miércoles 18 de julio de 2018

Caja Negra

UN PRI SUMERGIDO EN LA ORFANDAD

“Para superar el síndrome del abandono es imperativo que se trabaje en el fortalecimiento de la autoestima, que se mejore la imagen de nosotros mismos porque de eso dependerá tener relaciones exitosas. El síndrome del abandono deja depresión, mayor codependencia y lo vulnera en un trato social. Es imperativo dejar de lado el resentimiento, el abandono y el enojo” (Yazmin Alesandrinni)

¿Alguien se ha preguntado dónde están las cabezas en el PRI? Si a nadie le preocupa debería ser un síntoma de que ese partido político está destinado a formar parte de los archivos históricos de la política en Guanajuato;  el otrora partido que edificó su casona cerca en el Paseo de la Presa como una cohabitación con el poder que, pensaban, nunca se habría de terminar.

Los poco más de 17 mil votantes que pensaron que el tricolor era una opción de gobierno hoy están desencantados porque, ni con su militancia, lograron un mejor lugar para su instituto político que hoy, a varias semanas de la elección, no hay más que lamentaciones, reparto de culpas y pelea por los despojos.

El PRI hoy ya no es opción. Los llamados partidos emergentes se encaminan a llegar a la nueva geografía política como una parte de la reconciliación de ciudadanos con la política.

Ya enfilados a tener una minibancada -conseguida por el voto residual- los diputados del PRI tienen solamente dos opciones: o ser los fieles de la balanza para alcanzar algunos beneficios al votar a favor o en contra de la bancada mayoritaria y, con ello, lograr ganar mayoría aplastante a los nuevos actores en el Legislativo, que serán los legisladores de Morena.

El PRI en Guanajuato ha vivido el síndrome de la orfandad, el síndrome del abandono, del cual no han logrado sobreponerse y solo buscan entre los roperos alguna que otra gala aunque huela a naftalina.

Sí, el PRI en Guanajuato no volverá a ser opción al menos en mucho tiempo. Hoy liderazgos que asumieron en campañas excepcionales voltean al Comité Directivo Estatal del PAN a quien ven como el abuelo que requiere de los cuidados paliativos en el ocaso de su vida.

Nadie ha quedado en Guanajuato ni para apagar la luz. Con el relevo que se ha dado a nivel nacional no se prevé un cambio de nada. Claudia Ruiz Massieu no tiene en mira a Guanajuato, menos por los desplantes provocados por la dirigencia estatal de su partido a su candidato presidencial.

Por cierto, de buena fuente ha llegado información que le han sugerido al candidato perdedor del PRI, Gerardo Sánchez García, el autoexilio. A él lo ven como el principal artífice de la derrota en el estado y uno de los causantes de que no haya quedado piedra sobre piedra de su partido en el estado.

Liderazgos como Yulma Rocha, Azul Etcheverry, Claudia Navarrete, Laura Serrano, Alejandro Arias y otros más que fueron muy focalizados en su actuar, hoy tienen la mira puesta en la llamada reconciliación de ese partido. ¿Les alcanzará?

Por lo pronto, la última conferencia de medios que encabezó el grupo de Gerardo Sánchez García fue para repartir culpas. No hubo una introspección y no hay visos, por ahora, que en la vieja casona de Paseo de la Presa esté un arquitecto para realizar las ingenierías necesarias.

Por eso es que nadie se ha preguntado, hasta ahora, dónde está el PRI. José Huerta Aboytes ya comenzó a socializar con futuros diputados del PAN. Y es que el síndrome del abandono a veces es muy difícil de superar. Así las cosas.

El autor es periodista que ha publicado en la prensa local, nacional y extranjera. Es analista político y editor en el portal Platino News, Noticias para la Nueva Generación

www.platino.news

Twitter: @MartinDiegoMX

Correo: martin@platino.news

UN PRI SUMERGIDO EN LA ORFANDAD

“Para superar el síndrome del abandono es imperativo que se trabaje en el fortalecimiento de la autoestima, que se mejore la imagen de nosotros mismos porque de eso dependerá tener relaciones exitosas. El síndrome del abandono deja depresión, mayor codependencia y lo vulnera en un trato social. Es imperativo dejar de lado el resentimiento, el abandono y el enojo” (Yazmin Alesandrinni)

¿Alguien se ha preguntado dónde están las cabezas en el PRI? Si a nadie le preocupa debería ser un síntoma de que ese partido político está destinado a formar parte de los archivos históricos de la política en Guanajuato;  el otrora partido que edificó su casona cerca en el Paseo de la Presa como una cohabitación con el poder que, pensaban, nunca se habría de terminar.

Los poco más de 17 mil votantes que pensaron que el tricolor era una opción de gobierno hoy están desencantados porque, ni con su militancia, lograron un mejor lugar para su instituto político que hoy, a varias semanas de la elección, no hay más que lamentaciones, reparto de culpas y pelea por los despojos.

El PRI hoy ya no es opción. Los llamados partidos emergentes se encaminan a llegar a la nueva geografía política como una parte de la reconciliación de ciudadanos con la política.

Ya enfilados a tener una minibancada -conseguida por el voto residual- los diputados del PRI tienen solamente dos opciones: o ser los fieles de la balanza para alcanzar algunos beneficios al votar a favor o en contra de la bancada mayoritaria y, con ello, lograr ganar mayoría aplastante a los nuevos actores en el Legislativo, que serán los legisladores de Morena.

El PRI en Guanajuato ha vivido el síndrome de la orfandad, el síndrome del abandono, del cual no han logrado sobreponerse y solo buscan entre los roperos alguna que otra gala aunque huela a naftalina.

Sí, el PRI en Guanajuato no volverá a ser opción al menos en mucho tiempo. Hoy liderazgos que asumieron en campañas excepcionales voltean al Comité Directivo Estatal del PAN a quien ven como el abuelo que requiere de los cuidados paliativos en el ocaso de su vida.

Nadie ha quedado en Guanajuato ni para apagar la luz. Con el relevo que se ha dado a nivel nacional no se prevé un cambio de nada. Claudia Ruiz Massieu no tiene en mira a Guanajuato, menos por los desplantes provocados por la dirigencia estatal de su partido a su candidato presidencial.

Por cierto, de buena fuente ha llegado información que le han sugerido al candidato perdedor del PRI, Gerardo Sánchez García, el autoexilio. A él lo ven como el principal artífice de la derrota en el estado y uno de los causantes de que no haya quedado piedra sobre piedra de su partido en el estado.

Liderazgos como Yulma Rocha, Azul Etcheverry, Claudia Navarrete, Laura Serrano, Alejandro Arias y otros más que fueron muy focalizados en su actuar, hoy tienen la mira puesta en la llamada reconciliación de ese partido. ¿Les alcanzará?

Por lo pronto, la última conferencia de medios que encabezó el grupo de Gerardo Sánchez García fue para repartir culpas. No hubo una introspección y no hay visos, por ahora, que en la vieja casona de Paseo de la Presa esté un arquitecto para realizar las ingenierías necesarias.

Por eso es que nadie se ha preguntado, hasta ahora, dónde está el PRI. José Huerta Aboytes ya comenzó a socializar con futuros diputados del PAN. Y es que el síndrome del abandono a veces es muy difícil de superar. Así las cosas.

El autor es periodista que ha publicado en la prensa local, nacional y extranjera. Es analista político y editor en el portal Platino News, Noticias para la Nueva Generación

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Twitter: @MartinDiegoMX

Correo: martin@platino.news