El sueño de volar fue posible, se elevaron los globos como cada año en León para causar asombro e ilusión, aunque por este vez hubo una excepción, sin gran cantidad de público y sin demasiadas aeronaves y sin la sede habitual en el Parque Metropolitano en un paraje abierto, pese a eso el Festival Internacional del Globo se mantuvo en pie pese a la pandemia, en un esfuerzo internacional por llevarlo a cabo y es que pilotos de diferentes partes del mundo se dieron cita para ofrecer un festival repleto de ilusiones.
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Apenas amanecía en la ciudad de León cuando los pilotos y sus tripulaciones madrugaron para preparar sus aeronaves, así hicieron del FIG 2020, nuevamente un momento de gran ilusión, en el campo de golf del El Bosque Country Club lugar en que el que se elevaron cien globos para que a través de redes sociales las familias pudiesen gozar del vuelo desde sus casas.
En el campo golf fue adornado de coloridas luces y quienes pudieron acceder compartieron la experiencia mediante selfies en los que se dibujaban sonrisas y así se expresaba la emoción antes del despegue, los globos aerostáticos partieron después de las 6:00 a.m.
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El escenario se alza sobre un descampado sobre una pequeña colina donde la Sonora Dynamita y Deorro propondrán las noches mágicas, pero esta vez sin público que les regale la ovación de manera presencial.
El FIG en directo fue excepcional y es que en esta ocasión se extrañó al gentío que al igual que pilotos, tripulaciones y organizadores, hacen del ambiente algo mágico.
La ilusión de volar, el asombro de ver esas enormes naves partir rumbo al cielo y tachonar la atmósfera de azul de puntitos de colores, volvió a causar revuelo entre los espectadores que veían sonrientes el vuelo.
