Cecilia Lozoya, lleva 18 años de camarista y gracias a su honradez se ha ganado el cariño de sus huéspedes

“Yo les aconsejo que cuando las cosas no son de uno, no nos tocan”

Vanessa Hernández | El Sol de León

  · jueves 16 de febrero de 2023

Fotos: Cortesía | Cecilia Loyoza

León, Gto. (OEM, Informex).- Desde hace 18 años Cecilia Lozoya Hernández, se dedica a limpiar las habitaciones del hotel Roma ubicado en la Zonal Piel, en los últimos días, se ha vuelto famosa por su honradez y dejar claro que los “buenos siempre serán más”.

Entrevista exclusiva con Organización Editorial Mexicana (OEM), la camarista compartió que en su trabajo ha encontrado su mejor terapia para a sus 60 años sentirse aún con vitalidad para ver crecer a sus nietos.

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18 AÑOS DE LABOR

Tiene 60 años de edad, pero pareciera de 30 años, originaria de León, vive en la colonia Industrial, tiene 5 hijos y 6 nietos que se han vuelto su razón de vivir.

A mucho orgullo dice que desde el primer día que tuvo la oportunidad de ser camarista, supo que ese oficio es el que había esperado toda su vida.

“Me dedico hacer el aseo de las habitaciones y áreas comunes del hotel que estén presentables, que sea un lugar para que la gente llegue y descanse y se sientan como en su casa”, dijo.

Lo que más le gusta de su empleo es cuando ve los cuartos al 100, totalmente limpios para que los huéspedes se sientan muy bien y de tan agusto que están le dejan sus buenas propinas.

Si bien las pruebas de control y confianza son necesarios de primera instancia, se requiere darles seguimiento. Foto: Francisco Meza | El Sol de León

SE ENCUENTRA DINERO

Ese día entró a la habitación hacer el aseo, de repente se dio cuenta que en el colchón se encontró un sobre. Narra que todo pasó a la hora de desmantelar, que es cuando la camarera debe de quitar toda la ropa sucia de la cama, cuando comenzó a tender la cama vio el sobre amarillo que estaba a un lado del colchón.

“Rápidamente me lo eché a la bolsa. Soy muy nerviosa y estaba como loca en el pasillo, para calmarme un poco fui con mi jefe a decirle lo que había encontrado”.

No quiso revelar cuanto fue la cantidad que estaba en el sobre, su jefe le preguntó que dónde lo había encontrado y comentó que le iba hablar hablarle a la persona que estaba hospedada en esa habitación.

“Yo les aconsejo que cuando las cosas no son de uno, no nos tocan, hay que regresarlas y más si se sabemos de quienes son las cosas. Al final todas las cosas tienen dueño”, finalizó.