Silao, Guanajuato.-Consagrado como uno de los tramos favoritos de los aficionados, ya sea como parte del Campeonato Mundial de Rallies o en este formato de naciones, ‘El Brinco’ fue el foco de atención en el tercer y último día de actividad en el Rally de las Naciones 2024. En este tramo la actuación de varias tripulaciones fue discreta, mientras otros aceleraron y emocionaron a los asistentes con vuelos de varios metros.
Con una ruta de poco más de 21 kilómetros atravesando la zona rural de Silao, este tramo es de los que más gente suele reunir, aunque para esta ocasión se dio una floja asistencia de aficionados.
A diferencia de ediciones pasadas no hubo una multitud de gente ni lucieron las carpas o las casas de campaña a lo largo de la vereda. Pese a la menor afluencia de gente el ánimo no decayó ya que los presentes ovacionaron a cada vehículo que pasó, esto a pesar de que la mayoría bajó la velocidad una vez que llegaban al montículo en el que por tradición en el WRC suelen acelerar y hacer volar por varios metros a los vehículos.
Encabezando el certamen y el Team Escandinavia, Mads Ostberg fue el primero en presentarse manejando su Skoda Fabia RC2 Rally 2, le siguió el italiano Andrea Mabellini con otro Skoda Fabia. Quien se llevó una de las mayores ovaciones fue Alejandro Mauro quien hizo uno de los vuelos de mayor distancia en El Brinco, esto al volante de un Skoda Fabia Evo R5.
Otros pilotos que se envalentonaron y sorprendieron a los aficionados fueron Samuel Castañón pilotando su Mitsubishi Lancer Evolution X MR, del combinado México-Romita, Carlos Andrade hizo lucir su Nissan March, mientras Federico Figueroa también despegó del suelo su Suzuki Swift Turbo. El que se llevó las palmas por valiente Gabriel Pérez que después de saltar, su Skoda aterrizó dándole un ‘piquito’ a la tierra con la fasia.
DISFRUTAN AFICIONADOS
Algo a resaltar en El Brinco es que, pese al menor número de asistentes, los asadores no faltaron lo que hizo que a primera hora del día se apreciara una densa nube de humo derivado. La carne asada, las alitas, los pollos rostizados y hasta el puesto de quesadillas dieron sabor a la jornada.
Por su parte, las hieleras repletas de refrescos, cervezas y otros destilados acompañaron desde muy temprano a más de un espectador que gozaron cada vehículo, aunque varios quedaron a deber al bajar la velocidad entre ellos el galo Hilaire Damirón y los mexicanos Jesús Rodríguez, Octavio Orozco, los dos últimos procurando cuidar su Nissan March.
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