Jorge Abelardo Martínez de origen salvadoreño tuvo que salir con su familia de su país porque a su hijo adolescente, integrantes de la Mara intentaron sumar a sus filas, hasta quisieron secuestrar. Actualmente ha iniciado un negocio de venta de plátanos fritos como botana, que poco a poco se ha ido haciendo popular entre los leoneses.
La familia tenía 20 años de vivir en El Salvador, él trabajaba en una comercializadora de enseres eléctricos y muebles de madera, mientras que su esposa Ada Esterlina Campos es contadora pública y su hijo Manuel Adalberto es un estudiante brillante, seleccionado del estado para las Olimpiadas de Química.
Inicialmente le pidieron dinero, pero después lo seleccionaron para participar en las actividades de La Mara recogiendo renta, pero él se negó, hasta que las amenazas comenzaron a subir de tono y decidieron salir del país.
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Explicó que a pesar de que tuvieron una vista estable decidieron salir del país y llegaron a Tapachula, Chiapas el 18 de septiembre del 2019, no conocían los procesos, hasta que un amigo les recomendó acercarse de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), donde le brindaron ayuda por tres meses y tuvo contacto con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
La familia tenía la intención de quedarse, “con la primera ayuda que nos dio ACNUR decidimos qué hacer para la sobrevivencia, mi señora y yo tuvimos la intención de hacer comida, pero nos dimos cuenta que a la comunidad de a la gente le gustan los platanitos”.
Así comenzaron a comprar plátanos machos que fríen y venden en bolsitas en la zona Centro, la Central de Abastos, entre otros lugares.
Entraron al proceso al que entra cualquier micronegocio de la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable (SDES) y la Secretaría de Turismo les dio la facilidad de estar en la Feria de Verano 2021 donde aseguró su pequeño negocio tuvo crecimiento. .
Paola Monroy Flores, Asociada de Protección de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Guanajuato han brindado atención a más de 300 en el estado.
El entrevistado comentó que a través de la Cámara de Comercio México-Estados Unidos, delegación en Guanajuato se han acercado para buscar que se registre el producto para que puedan exportar el producto hacia el vecino país.
“Es nuestro único caso de emprendedurismo hasta el momento y es una vertiente que tenemos que explorar porque nosotros tratamos de fomentar el trabajo formal”, finalizó.