/ viernes 7 de octubre de 2022

Reflejos de Sol | Sale Tatiana a media RAI

Justamente cuando se llevaba a cabo la Reunión Anual de Industriales, cuando se encontraban en León Francisco Cervantes, líder del Consejo Coordinador Empresarial y los leoneses José Abugaber, de Concamin y Héctor Tejada Shaar, de Concanaco Servytur, la secretaría de Economía Tariana Clouthier, anunció que deja el cargo en la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Dijo que era para acallar rumores y lo único que hizo fue multiplicarlos, ya que lo único que dijo es que en lugar de anotar carreras ahora iba a estar en la porra de la Cuarta Transformación.

Como en otras ocasiones, el Presidente le dio permiso de hacer el anuncio en la mañanera, pero también fue majadero y no le regresó un abrazo a la secretaría, de manera que quedó de manifiesto que a López Obrador le molestó la decisión.

LA SECRETARÍA DE ECONOMÍA

Y si usted se muere de ganas por saber para qué sirve la secretaría de Economía y le ha dado pena preguntar, aquí se lo vamos a decir.

Para empezar, es la dependencia que, en el gobierno federal tiene la responsabilidad de dialogar con los empresarios. Es quien se reúne con los representantes de los sectores productivos para ponerlos de acuerdo o para que no haya distorsiones en el mercado porque se disparan los precios.

Por ejemplo. Hay gripe aviar y baja la producción nacional de pollo. La secretaría analiza hasta dónde se puede cubrir la demanda para que el precio no suba y luego autoriza que se importe pollo para satisfacer la demanda nacional y que no se disparen los precios. Lo mismo con bienes como el pan, la leche o las tortillas.

Luego, como vivimos en una economía muy integrada con Estados Unidos y Canadá, es la que se encarga de dar seguimiento y cumplimiento a todo lo que establece el T-MEC. Y cuando hay controversias, es quien litiga en paneles internacionales.

Hoy, los empresarios reunidos en León comentaban que con independencia a quién designe López Obrador, sería un gran error remover a la subsecretaría de Comercio Exterior, Luz María de la Mora, pues es quien justamente conoce muy bien todo lo relativo a ese acuerdo y a todos los acuerdos que tiene México con otro países y regiones, como la Unión Europea, y ese conocimiento no se puede inventar de un día para otro.

PROFECO, MINAS, IMPI Y DEMÁS

En el ámbito de la Secretaría de Economía también entra la famosa Profeco. Sí, la que encabeza el leonés Ricardo Sheffield. Lo que pasa es que desde el principio del gobierno ha dado la impresión de que él se manda solo.

La Profeco verifica que las básculas e instrumentos de medición de comerciantes funcionen bien (si no les ponen unos sellos fosforescentes), concilia entre proveedores y consumidores para evitar resolver los conflictos por la vía judicial y nos orienta cómo tomar mejores decisiones de consumo con instrumentos como la Revista del Consumidor y el famoso Quién es quién en los precios.

Economía también coordina al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) que es el responsable del registro de patentes y marcas. También tiene en su sector al Servicio Geológico Mexicano, que tiene el inventario de los recursos minerales del país; el Centro Nacional de Metrología, que establece los pesos y medidas (y la hora oficial), así como la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria.

También esa dependencia construye, junto con la industria, las normas oficiales mexicanas (NOMs).

¿QUIÉN LLEGARÁ?

Todo mundo ha armado quinielas de quién va a llegar a ocupar el cargo que deja Clouthier. Se han mencionado a Raquel Buenrostro, a Yeidckol Polevnsky y hasta al embajador en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán.

Lo cierto es que debería ser alguien que pueda dialogar con los sectores productivos y con las cámaras de comercio e industriales pero que también ponga orden cuando el "poder económico" busque presionar a las autoridades para incumplir con alguna normatividad.

Lo que realmente se requiere hoy es certidumbre a los inversionistas nacionales y extranjeros y evitar que la inflación se vaya (más) a las nubes.