León, Gto.- Rogelio tenía 58 años, era vecino de la colonia Peñitas y desde hace cuatro, era contratado por las personas para buscar tesoros. El domingo pasado, murió al ser sepultado por un alud de tierra y una barda. Este martes por la noche, su cuerpo por fin pudo ser rescatado.
En la colonia Palomares
Hace tres meses, fue contratado por una mujer, dueña de una casa ubicada en la calle Palomares esquina con calle Marro, en la colonia Palomares. Pues a decir de ella, hace tiempo una vidente le dijo que en su casa, había un tesoro enterrado.
La mujer de nombre Ana Patricia, contrató a varias personas pero nadie encontró nada. Después, supo de Rogelio y su éxito localizando fortunas, por lo que solicitó sus servicios.
Hace doce semanas, el ahora occiso, llegó a la casa con dos amigos, quienes lo ayudaron a excavar el hoyo.
El domingo
Fue a la una de la tarde del domingo, que los números de emergencia recibieron el reporte de que un hombre había caído a un pozo, por lo que de inmediato, los cuerpos de rescate se dirigieron al lugar.
Ahí, los testigos informaron que Rogelio, estaba realizando labores de construcción y que una barda que al parecer estaba mal construida, se derrumbó y ocasionó que el hombre cayera al interior de la fosa séptica de 6 metros de profundidad que estaba cavando.
Cambia la versión
El lunes, cuando un hermano de la víctima de nombre Luis, dijo que el domingo su hermano salió de su casa y le dijo que estaba buscando un tesoro en una casa de la colonia Palomares y que ya estaba cerca de encontrarlo.
Sin embargo, el domingo, alrededor de las once de la mañana, Rogelio y su compañero Raul de 53 años, estaban colocando unas escaleras en la fosa, para meterse y excavar un poco más pero en ese momento, se deslavo la tierra y se derrumbó una barda que dejó sepultado el cuerpo de la víctima y la herramienta.
Encuentran el cuerpo
A la una de la tarde, fue que decidieron reportar los hechos a los números de emergencia y tras 58 horas de labor, el cuerpo pudo ser rescatado.
Este martes, alrededor de las siete de la tarde, el cadáver que ya presentaba estado de descomposición, fue encontrado a una profundidad de doce metros, sin embargo, las labores para sacarlo tuvieron que ser suspendidas por la lluvia y el riesgo de deslave.
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Minutos después de las once de la noche, Rogelio fue sacado y su cuerpo inerte fue trasladado al Servicio Médico Forense.
Más de 300 personas
Rescatistas de Bomberos, Cruz Roja Mexicana y Protección Civil, participaron en el rescate, durante los tres días, arduamente trabajaron 300 elementos, día y noche para poder encontrar el cuerpo. También tuvieron apoyo de personal de Obra Pública, Sapal, Policía y Tránsito.
Viva voz
“Quiero felicitar a los compañeros rescatistas, no fue nada sencillo y ellos trabajaron sin parar hasta lograr sacar el cuerpo, este es un trabajo coordinado de todas las corporaciones”. Mario Bravo Arrona.
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