A fin de que los trabajadores de la industria del calzado, cuero y marroquinería conserven sus fuentes de empleo, porque de ellas dependen miles de familias en León, de Purísima y San Francisco del Rincón, el vicario general de la Arquidiócesis de León, Juan Rodríguez Alba pidió la intercesión de San Crispín y San Crispiniano, en el marco de su celebración en Catedral Basílica Metropolitana de la Madre Santísima de la Luz.
En el marco de la celebración de los mártires de los zapateros y curtidores, San Crispín y San Crispiniano, empleados de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), asistieron a una misa y la colocación de una ofrenda floral.
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En la misa oficiada Rodríguez Alba recordó que los dos hermanos fueron misioneros de la fe cristiana, hacían calzado y con lo ganaban ayudaban a los pobres, al tiempo que evangelizaban en Europa en el siglo III. Al final fueron torturados, hasta su muerte.
Dijo que en la actualidad la mejor manera de honrar su sacrificio es con trabajo y compromiso a favor de la industria del calzado, curtiduría y marroquinería.
“Con el trabajo nos realizamos y dignificamos como seres humanos, el Señor nos da el trabajo para que lo ejerzan los hombres, debemos reconocer a Dios como nuestro Creador y participemos también como creadores, que nuestro trabajo nos ayude a la realización y crecimiento como personas”, comentó.
Exhortó a los empresarios, no sólo del sector zapatero y curtidor, sino de todos los sectores a ofrecer a sus colaboradores un trabajo sostenido en la justicia, en la legalidad y atender las necesidades de cada empleado que conforma sus fábricas
Después directivos y colaboradores de CICEG colocaron una ofrenda floral en el monumento al zapatero en las instalaciones de la misma.