“No se necesita ser cristiano para creer en que hay que respetar la vida del otro, que no se debe robar, que no se debe mentir, que se debe respetar la persona y la dignidad de los demás, qué debemos si queremos tener una religión o creer en un Dios, eso pertenece a una ética universal” comentó el arzobispo Alfonso Cortes Contreras
Durante la misa dominical mencionó que en el catecismo se aprenden los 10 mandamientos, pero no son lo propio de lo cristiano, representan una ética y moral pública.
Dijo que lo propio del cristianismo es la novedad que trajo Jesucristo, que se resume en dos mandamientos: Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y al prójimo como a ti mismo.
Agregó que estos mandamientos tienen la explicación en la vida con las bienaventuranzas, porque en el catecismo enseña los mandamientos, pero muy pocos católicos se saben de memoria las bienaventuranzas que es la esencia del cristianismo.
“Ninguna otra religión tiene esa ética y moral que viene de las enseñanzas de Jesucristo y para entender las bienaventuranzas es necesario saber explicarlas”, continúo.
Además informó que las bienaventuranzas tienen dos aspectos, son una especie de oración, de bendición para los que llegan a identificarse en una forma casi perfecta, se podría decir que Cristo es la sublimidad del cristianismo.
“Los pobres, los que luchan por la justicia, los que sufren, los que tienen hambre, los que son perseguidos por el evangelio, aquellos que son despreciados de los demás, aquellos que han muerto por la paz y por la justicia, es decir, aquellos que se han identificado con la vida misma de Cristo, el santo, el hombre perfecto, el hijo de Dios que vino a salvarnos y el que dio su muerte, el que se ofreció en su muerte en la cruz por nosotros”, compartió.
Comentó que el verdadero cristianismo consiste en aceptar el misterio de Dios y ese misterio en la cruz y la resurrección, tienen ese aspecto de bendición y de encanto.
“Las bienaventuranzas tienen otro aspecto que es decir aquí está el corazón del cristianismo y el que quiera ser cristiano ese es su catecismo, esos son sus mandamientos y esto no puede entenderse sin ver a Cristo pobre, humilde, tuvo hambre, padeció por el egoísmo y la corrupción”, precisó.
Jesucristo es la plenitud de un ser humano, es todo lo contrario de la mentalidad del mundo, por lo que exhortó a los feligreses a valorar las cosas como católicos y como creyentes, a través de un autoexamen.
