Pilar García es una joven de 22 años que acompañada de su familia ayudó a los Reyes Magos a repartir pelotas a niños en condición de calle que se encontraban en las esquinas del Centro Histórico de León.
Es el segundo año que la joven sale a las calles, pues en ocasiones los Reyes no llegan a los niños de escasos recursos y para ella es un regalo verles sonreír cuando reciben el juguete.
Aunque la idea es repartirlos el 6 de enero como lo hizo el año pasado, esta ocasión se adelantó al 5 porque trabaja y no le permite realizar la labor.
Por lo que la mañana del domingo salió de su casa ubicada en la colonia Peñitas acompañada de su mamá, una tía, su hermano, cuñada, sobrinos y los hijos de sus primos para hacer la entrega de pelotas.
Con bolsas negras, buscaron por las diferentes calles del Centro a los niños que pedían dinero o estaban como vendedores ambulantes para regalarles una sonrisa generada por el regalo.
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