León, Gto.- Uno de los campos más difíciles del ser humano y de la sociedad, es perdonar y amar a los enemigos, a los que hacen el mal, que lastiman el corazón y los sentimientos, es importante porque el sentimiento de rencor y venganza que autodestruye, compartió el Arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras durante la misa dominical en la Catedral Basílica Metropolitana de La Madre Santísima de la Luz.
En las sociedades modernas al impartir justicia no se tiene amor, no se tiene compasión y no hay lugar para el amor y tampoco para el perdón, se tiene una cultura de violencia y eso genera un espiral al que se le llama ajuste de cuentas, en el sentido de que “si me hacen algo me la pagan”, lo que es una reacción natural de todo ser humano.
“Pero esos sentimientos se deben educar para que sean los mismos sentimientos de Dios si queremos ser hijos de él y hombres nuevos” recalcó.
Sólo a través del perdón, el hombre será justo y libre para amar porque el evangelio es un canto al amor y a la misericordia que tiene dos columnas importantes, una especie de ética universal porque “Cristo dice que trates a los demás como quieres que te traten a ti mismo, eso se puede hacer por conveniencia y educación humana, por intereses incluso”
Destacó que también en el evangelio hay otro principio de comportamiento de Dios, que deben tener los hijos de Dios y está fundado en ser misericordiosos como el padre del cielo.
Esto se complementa en lo que dice Jesucristo dos mandamientos principales: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
“Tú vas a tener el corazón de Dios cuando ames a tus enemigos, cuando no esperes nada de ellos, si te dan una cachetada pon la otra, si te quitan un pedazo de tu mando dalo todo si alguien te debe algo perdónalo” mencionó.
Comentó que son ejemplos prácticos que enseñan la radicalidad del amor de Dios, perdonar no significa que la persona no sienta cuando lo ofendieron, sino que representa que no se haga el mal con el sentimiento de rencor y venganza porque se autodestruye.
“No es fácil pero para perdonar, se necesita ser hijo de Dios, no cualquiera puede perdonar, hay conflictos entre las naciones, grupos entre los mismos países que no se perdonan a los largo de la historia, (...) y en México tenemos ese peligro de no reconciliarnos y hoy estamos viviendo ese peligro de separarnos, de dividirnos” , explicó.
El perdón y la misericordia para quien ha sido ofendido, sino que también tienen una expresión pública, social, de cultura, es ahí cuando se expresa el amor más exquisito que un ser humano puede tener.
Precisó que los santos sacramentos deben ser medios que eduquen el corazón para ser verdaderamente hijos de Dios y amar como él lo hace.
“La sociedad habla mucho de derechos y amor, pero ese discurso tiene el peligro de ser como el agua, de no tener sabor, olor y color, sin sentido”, continúo.
Finalmente dijo que cuando se habla desde la esencia como hijos de Dios se está en el terreno profundo y bello del perdón y la misericordia.