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El pasado fin de semana, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador anunció la reconfiguración de la refinería Ing. Antonio M. amor (RIAMA), para la cual se invertirán 2 mil millones de pesos, situación que ha provocado diversas opiniones al respecto entre el empresariado.
A favor
La presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMEXME), Leticia Venegas Ramírez calificó como un hecho positivo esta inversión, la cual es necesaria en la refinería ubicada en Salamanca.
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“Por supuesto que lo vemos como algo positivo, porque es una refinería que estaba en total abandono y ahora con esta rehabilitación tendrá las condiciones óptimas para continuar con la producción de gasolina y de otros hidrocarburos; RIAMA es una de las seis refinerías que existen en el país y la única en el Sistema Nacional de Refinación que produce ciertos productos básicos para atender la demanda nacional y por eso es indispensable que se invierta en ella”.
La empresaria también celebró que el presidente de la república haya anunciado el fortalecimiento de Pemex en un plazo de tres años, lo que permitirá en un futuro evitar la compra de combustibles a otros países.
“Sin embargo no se habló nada de la reconfiguración, pues también hace falta un esquema que agregue un nuevo proceso y tener una mayor conversión en volumen de productos de bajo a alto valor comercial, es decir, producir más combustibles como gasolina y diésel”
Invertir en refinerías ya no es rentable
Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de León (CCEL) José Arturo Sánchez Castellanos señaló no estar de acuerdo en una inversión tan elevada para Pemex.
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“No me parece que destinar una inversión millonaria en la remodelación de Pemex sea una buena decisión, pues está más que demostrado que invertir en las refinerías ya no es rentable; hoy enfrentamos en México el gran reto de hacer frente a los desafíos que se tienen, con pocos recursos, así que no podemos darnos el lujo de invertir erróneamente”.
Agregó que, en vez de invertir en refinerías, se deben impulsar otro tipo de alternativas para la generación de energías más limpias, buscando llegar al México del futuro.
Decisiones como éstas parecen mandar el mensaje de que se busca regresar al México del pasado en vez de innovar y adecuarse a las nuevas tecnologías.
