Familiares de pacientes ‘sufren por el clima’

El frío, la lluvia y la suciedad se han convertido en el ‘terror’ de decenas de familias guanajuatenses que esperan día y noche una razón de sus pacientes en el Hospital General de León.

De acuerdo con Erika Martínez, quien lleva tres días sin despegarse de las afueras del nosocomio, dijo que se ha visto en varios aprietos durante su estancia, pues las inclemencias del clima no favorecen su estadía y no puede moverse pues su familiar se encuentra muy grave.

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“Pues traigo mis cobijas para taparnos del frío, pero ayer en la madrugada nos llovió feo y no tenemos para donde correr. Todos nos pusimos debajo del techo de los baños para no mojarnos del todo”, aseguró.

Asimismo, mencionó que la ayuda del albergue más cercano no es del todo útil, pues por familia pueden pasar dos o tres personas y ella no puede pasar con toda su familia, ya que cuenta con el apoyo de sus hijos y hermanos a las afueras del hospital.

“Mejor no pasamos, como va estar bien que unos coman y otros no. No tenemos dinero, pero preferimos estar todos juntos y esperar noticias de nuestro familiar. Por las noches y mañana viene gente a darnos de comer o un pan y es de la manera que sobrevivimos”, finalizó.

No les gustó la remodelación

Algunas de las personas entrevistadas por El Sol de León, aseguraron que la remodelación que realizaron en el área frente al hospital no los ha beneficiado en nada, pues sigue sufriendo por las lluvias y la basura.

Pienso que deberían de poner un techo para todas las personas que velamos aquí, por que cuando nos llueve no tenemos donde cubrirnos. Además, creo que merecemos un lugar digno y limpio y siempre está lleno de basura, comida y hasta heces de indigentes,

aseguró Elena Rodríguez.

Agregaron, que pese a que hay una caseta de policías la seguridad es poca y solo actúan los elementos cuando les molesta algo a ellos, no a las personas que conviven a las afueras del nosocomio en la espera de una noticia.

“Esperamos que las autoridades hagan algo al respeto, porque no solo sufre la misma gente de la ciudad que no se puede ir a su casa, sino que hay mucha gente de fuera de la ciudad que está aquí velando por sus enfermos en pésimas condiciones”, finalizó Elena, familiar de una persona interna.