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Es la una de la tarde de este viernes y en esta primera semana de nueva normalidad Luis Gausín, al igual que otros negocios de diferentes giros, sigue batallando en su salón de belleza por la falta de trabajo.
Está haciendo un trabajo de color, usa la brocha mientras embarra el tinte en el cabello de su clienta sin descuidar las medidas de sanitarias recomendadas por las autoridades de Salud como el uso de cubrebocas y gel antibacterial.
Platica que el trabajo se le disminuyó en un 90%, sólo atiende por citas, pero son muy esporádicas desde a mediados de marzo cuando inició la crisis sanitaria por el Covid-19.
Su sector, que es la industria de la belleza, no está considerado como de primera necesidad y por lo tanto no ha recibido apoyos de programas como el gremio turístico y restaurantero por parte del gobierno municipal y estatal.
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Sin embargo, argumenta que es necesario al menos el corte de cabello, pero mucha gente espantada optó por esperar por temor a contagiarse.
Luis se preparó y adaptó todas las medidas sanitarias en su local ubicado sobre la calle Parral de la colonia Loma Bonita, en el municipio de León; puso el tapete sanitizante, alcohol en gel y cuando puede y es necesario usa guantes.
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Esta primera semana de nueva normalidad no arrancó con fuerza para su negocio, pues muchas personas le dieron prioridad a otros temas que a su propia imagen y no ve para cuándo se mejore la situación.
